Opinión

Ali Baba-zan

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Ali Baba-zan

Ali Baba-zan

Victor Valencia

No cabe duda que hemos perdido la capacidad de asombro ante un vulgar acto de rapiña, agandalle ramplón y cínico asalto en despoblado en la peor crisis política de la historia del Partido Revolucionario Institucional.

La proclividad al confort por la pluris, es una evidente obsesión recurrente por quien ha encontrado el camino más fácil para garantizar la sobreviviencia política personal, por encima del interés de la militancia, como advirtiendo un pronóstico de medalla de bronce como en las olimpiadas, es decir, un lejano tercer lugar en el próximo proceso electoral.

Bajo el lema de “salvome quien puedo”, este personaje ha logrado unir en su contra a las y los diferentes actores políticos del PRI, (TUCOM), generando irritación en el reparto de los despojos que aún quedan de la Institución política que lo único que le han aportado, es el desprestigio y la desverguenza, que por cierto, empezó a construir afanosamente el aún prófugo de la justicia Cesar Duarte, quien se caracterizó siempre,  por su voracidad patológica, como todo un espécimen mamífero de uña muy larga, misma que utilizó exitosamente para cavar  en tiempo récord la tumba del,Partido que lo hizo gobernador, para desgracia irreversible del Estado grande y de los chihuahuenses.

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