*No puede El Paisa con Burroel *Los negocios de Lázaro y La Maru *Viene sindicato de médicos *Rompe unta con el estado

ALGÚN asidero grande debe tener Carlos Borruel Baquera, director de coesvi, con El Prócer de Palacio, para que pueda mostrar así su poder sin que el gobernador haga siquiera un gesto. En unas horas, después del borruelazo de su hijo, el ex alcalde corrompió, al menos, tres dependencias de Corral. Hizo que su pupilo Carlos Reyes, director de vialidad, elaborara un reporte plagado de mentiras y falsedades. Luego, obligó al comisionado estatal de seguridad a que no detuviera a su hijo Carlos Eduardo y, por último, exhibió una especie de riqueza inexplicable, al ostentar un auto de 5.7 mdp, sin seguro y sin placas de Chihuahua. ¿Y el gobernador? se preguntaron decenas de panistas, que se sienten agraviados por este ilustre personaje. El Paisa no puede acusar ignorancia para justificar su omisión, pues si alguien conoce a Borruel es Corral, en las distintas batallas que le ha tocado enfrentar y, en las mañas, trucos y transas que ha efectuado Carlos Marcelino en su trayectoria por la política. A guisa de ejemplo, habrá qué decir que el gobernador está perfectamente enterado de los 20 mdp que se clavó Borruel Baquera en 2010, cuando fue candidato a gobernador, que le mandó César Nava, entonces presidente del CEN del PAN. Ahora tiene una flotilla de taxis en el aeropuerto, una constructora que remodela casas de lujo, un call enter que le obsequió a su hijo, decenas de casas y terrenos por la ciudad, cuatro vehículos que suman más de 30 millones de pesos en su casa, guaruras y escoltas que le vigilan las 24 horas del día… ¿y Corral no lo sabe?

EL ESCUDO Chihuahua, pilar del programa de seguridad de La Maru, resultó ser un fiasco. Dos hechos confirman que es disfuncional e ineficaz para ayudar a resolver los problemas de inseguridad de la ciudad. El primero, fue la narcomanta que colocaron en el periférico de la juventud, en las narices del ayuntamiento y, el segundo, el borruelazo del sábado pasado. Ninguna de las cámaras que presume la alcaldesa, volteó a ver estos dos hechos. ¿Para qué quiere la ciudadanía pagar un programa de 120 mdp que no le resuelve nada? La respuesta es sencilla: se trata de hacer negocios y sacar dinero del presupuesto municipal. Para eso se presta solo Lázaro Gaytán Aguirre, quien maneja, a través de socios, cuatro empresas dedicadas a esas tareas. Uno de sus socios es Jorge Muro, socio y representante legal de Lázaro, quien, a la vez, trabaja a la par con Gilberto Loya, el director de seguridad pública municipal, que es quien estampa su firma. Existe un documento de carácter oficial, en el cual se prueba que Jorge Muro fue parte del equipo de entrega y recepción, en el área de seguridad pública, de Campos Galván, y a los días de haber empezado la administración de La Maru, su empresa obtuvo una licitación en el municipio de Chihuahua. Los documentos y las licitaciones, saldrán a la luz pública en estos días. 

OTRO conflicto en puerta se avecina para El Prócer de Palacio, en el tema del sector salud, donde nada más no da pie con bola el estado. Los galenos, a los que les encanta la grilla, planean formar un sindicato, ante la ola de despidos de médicos en pensiones civiles del estado, hospital central y hospital infantil. Algunos han pensado en denominarle Sindicato Único de Médicos al Servicio del estado, cuyas siglas serían SUMECh. Históricamente, ningún sindicato ha asumido la defensa de los médicos y, analizan, probablemente, haya llegado el momento de hacerlo. Hasta ahorita, el único mote que ha recibido el gremio ha sido el de la mafia de la bata blanca, a causa de algunos profesionistas que no merecen pertenecer al gremio. Sin embargo, Mi Teniente Coronel debería poner sus barbas a remojar, ahora que se le acerca la lumbre a pasos agigantados.

LA UNTA decidió no asistir más a reuniones con funcionarios de gobierno del estado, debido al incumplimiento de El Prócer de Palacio para devolverles la tasa cero en el cruce de la caseta de Sacramento. Entre los acuerdos que se tomaron en días pasados, se hallan el de no asistir el próximo jueves, pavimentar el kilómetro de brecha para rodear la caseta y hacer libre el acceso, y efectuar una reunión con miembros de las 35 comunidades afectadas, desde Sacramento hasta Ojo de Laguna. La ruptura se dio, como se dice, por la falta de cumplimiento de los funcionarios del gobierno estatal, que prometieron liberar del pago a los habitantes de las comunidades aledañas, pero, que, apenas levantado el plantón, optaron por negar la demanda.

EXCELENTE respuesta dio el secretario del ayuntamiento, César Jáuregui Moreno, sobre el audiomoche que circuló en redes la tarde-noche del domingo: no sé si es real. Graciosa manera de no decir que sí, de simular la realidad, observó el funcionario, al intentar distraer la atención sobre el tema. Debería decir si lo que contaba en el audio eran nueces, manzanas o dinero, porque la conversación divulgada parece ser muy clara. También está obligado a revelar el nombre del empresario con quien dialoga sobre el mochesote del millón de pesos. Y, ya de pasadita, que diga en qué oficina pública se encuentran ambos interlocutores, pues el mochesante sugiere al mochesario platicar en un lugar más cómodo, para ajustar cuentas. En fin, ya se sabe, los políticos tienen más salidas que el periférico de la juventud, pero, ésa, de decir que no se sabe si es real o no, suena como para un récord Guinness.