*La nueva oficina de Lucha Castro *Con elevador exclusivo y vista panorámica *El video de Luis Miguel Riggs regresa

FUENTES bien informadas del tribunal superior de justicia informaron que el elevador privado en el monumento a la corrupción no es para el uso exclusivo de Genaro Molina Frías, contralor general, que ni es sobrino de Paco, ni es el beneficiario. Resultó ser, imagínense nada más, que privatizaron el uso del elevador en beneficio de la consejera Lucha Castro, a fin de contar con un acceso ágil y rápido para su nueva oficina. Su nuevo espacio cuenta con vista panorámica, elevador privado y acceso controlado, según los que saben, pues retiró de ahí una oficina operativa que albergaba más de 20 trabajadores de la Oficialía de Partes de Segunda Instancia y la Oficina de Notificados de Segunda Instancia. Está ubicada en el tercer piso del edificio central y fue remodelado para la influyente jefa del consejo estatal de la judicatura.

ESA nueva oficina de Lucha Castro, cuenta con un cubículo particular, de vidrio, y con baño privado. Para acceder a este espacio, hay que subir por el elevado privado, el cual aterriza en el sótano identificado como número 2. En la oficina de la consejera de la judicatura, hay cuatro cubículos, de los cuales se desconoce la identidad de sus nuevos ocupantes. Sin embargo, llama mucho la atención, que coincida con el número de miembros de la carrera judicial, que son, todos, muy amigos de la consejera. En el directorio aparecen, la propia Lucha Castro, la ingeniera Mayra Liliana Carbajal Palma, la licenciada Alma Denisse Muñoz Bustamante y el abogado Héctor Olivas Acosta, así como Alicia Merino de los Ríos. El consejo de la judicatura tiene 14 secretarios técnicos, los cuales ganan igual que un juez de primera instancia y, curiosamente, dicen, parecen ser los favoritos que no alcanzaron la reparación de los juzgados.

MIGUEL Riggs, el candidato a diputado federal por el sexto distrito, siente que le pisa los talones Marcelino Gómez Brenes, aunque morena dice que ese caballo ya alcanzó y ganó. El pasado fin de semana, le volvieron a sacar al Riggs el video donde baila como Luis Miguel, en un conocido antro local, con la candidata Baduy de movimiento ciudadano. La verdad de las cosas, la gente dice que vuelve y vuelve a picar en play, solamente para ver al síndico con licencia y aspirante a legislador, el movimiento de cadera y brazos, en la canción La Incondicional. Mónica Meléndez ha apretado también el paso, con figurones detrás, como es el caso de Oscar Villalobos Chávez, ex presidente del CDE, que regresó a las tareas tricolores. La poderosa corona del sexto distrito, integrada por las clases alta y media alta de la ciudad de Chihuahua, a una voz dirán si perdonan al infractor social o le sancionan con voto de castigo.

EN serio, ya el doctor Ernesto Ávila merece ser degradado a soldado raso, con el perdón de los miembros de un pelotón, porque, no le sale una sola. Ahora se le alebrestaron los enfermeros del hospital infantil por el injusto trato que reciben del secretario de salud. Incluso, le grabaron un video, a través del cual expresan su irritación por dar prioridad laboral a los que han demandado que a los que se han quedado a partirse el lomo. No hay una política justa, equitativa, que haga sentir a los enfermeros del nosocomio que son tratados todos como iguales. La política de Mi Ex Teniente Coronel es que no hay política para tratar a los empleados del sector salud. Patea el bote a la espera de ser removido de su cargo, que le ha quedado tan grande, que parece estar sentado en la silla de king kong.

LAS contradicciones del nuevo amanecer:

1.- Un secretario técnico de la judicatura sin ningún tipo de responsabilidad, que no refleja alguna actividad provechosa gana mensualmente $65,474.00 (incluye compensación)

2.- Un agente del Ministerio Público, que tiene en promedio en trámite de 250 a 300 carpetas de investigación, las que tiene que integrar y judicializar, gana mensualmente $18,000.00 (incluye compensación)

3.- El secretario técnico gana 3.5 veces más que el ministerio público.

Pero ésas son nimiedades para la consejera Lucha Castro, ocupada y preocupada en ayudar a sus amigos con generosos sueldos, por asesorías invisibles, que sólo ellos saben qué significan, para no decir que nada.