Opinión

Riggs: la moral en la vida pública y en el ámbito privado

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Riggs: la moral en la vida pública y en el ámbito privado

La columna

POR CARLOS JARAMILLO VELA

* Riggs: la moral en la vida pública y en el ámbito privado.

* Castañeda: revela las argucias de Anaya.

* Carlos Carrera: arte, prestancia y talento.

Recientemente fueron motivo de controversia los hechos que generaron mediante sus conductas el Síndico Municipal y candidato a diputado federal por el PAN, Miguel Riggs, y una joven candidata a diputada por otro partido. Causó polémica el desliz de ambos personajes públicos, pues independientemente del estado civil de éstos, su circunstancia política confirió un tono de gravedad a las escenas que en forma voluntaria protagonizaron de manera pública y notoria en un centro de diversión nocturna. Los modernos medios electrónicos de captación y difusión de imágenes, permitieron que el encuentro de la pareja perdiera su carácter clandestino, pues las redes sociales y los diarios de internet revelaron la incendiaria noticia, poniendo al descubierto lo ocurrido.

Independientemente de los actos que durante la época de juventud y soltería puedan haber formado parte de la vida de cualquier persona, la ética y la honorabilidad son aspectos de imprescindible y permanente observancia tanto para quienes pretenden representar los intereses políticos de la colectividad, como para todo hombre o mujer que con su consorte encabeza una familia. La moraleja del caso Riggs, demuestra la importancia que tiene acatar los cánones de la moral, en virtud de la función que desempeñan tales principios como garantes de la armonía en la vida privada y pública.

Quien hace unos días puso al descubierto el modus operandi de Ricardo Anaya, Candidato presidencial de la Coalición (PAN-PRD), fue su coordinador de campaña, Jorge Castañeda. En entrevista ofrecida al prestigiado diario estadounidense, The New York Times, Castañeda no solo expresó que Anaya “se chingó a todo el mundo para llegar ahí -a la candidatura-”, sino que también dijo que para lograrlo fue “implacable”. Así, el ex canciller reveló algunas de las características que definen el perfil moral o conductual del abanderado pan- perredista, que igual que Andrés López Obrador (MORENA), compite con José Antonio Meade (PRI) por la Presidencia de la República.

Hay quienes -quizá siguiendo la escuela de Nicolás Maquiavelo- opinan que en política la moral debe ser entendida como un árbol que da moras, y que el fin justifica los medios. En virtud de la reveladora descripción hecha por Castañeda respecto al otrora llamado “Niño maravilla”, es posible advertir en el comportamiento de Anaya un pragmatismo a ultranza. La búsqueda del poder a costa de cualquier precio, e incluso desdeñando los principios y valores fundamentales que deben regir la convivencia humana, desnaturaliza al bien común, que es la esencia de la política.

Una vez más el pintor, escritor, académico, urbanista y político Carlos Carrera, ha dado muestra de su reconocida trayectoria en el mundo de la pintura a la acuarela. La inauguración de su nueva exposición pictórica “Tramas Paralelas”, efectuada en el museo Casa Chihuahua la noche del jueves 21 de junio -un año después de la que montó en la Quinta Gameros-, confirma la constancia de Carrera en el acuarelismo, técnica de alto grado de dificultad porque no permite errores.

En esta ocasión fueron más de una veintena las obras que Carlos Carrera develó ante la mirada y el juicio de los chihuahuenses. En esta interesante colección destacan, como es costumbre en el conocido artista, los detalles de paisajes urbanos y campestres, así como personajes autóctonos -tarahumaras y campesinos-, aderezados con la imprescindible dosis buen gusto y sensibilidad propia de todo artista capaz de producir emoción estética a través de sus creaciones. “Libertad”, “Cabaña en la Tarahumara”, “Jamás dominado” y “Galanura autóctona”, son los títulos de algunos de los excelsos cuadros gestados por los pinceles de Carrera.

La obra de Carrera constituye un testimonio plástico y antropológico que reproduce una parte de la historia, la cultura y los escenarios naturales y construidos de la tierra chihuahuense. Es evidente la vigencia de Carlos Carrera, quien ha llegado a consolidarse como uno de los referentes culturales en el Estado de Chihuahua. Si hubiera necesidad de describir mediante una tríada de expresiones el trabajo de este notable creador, habría que decir: arte, prestancia y talento.