La Fuente

*El ridiculo de Riggs *El agresor de Blas Godínez *Se fue Pablito Canaán

  • Por EditoraSD
*El ridiculo de Riggs *El agresor de Blas Godínez *Se fue Pablito Canaán

UN buen momento de risa pasa cuando se mira el video del diputado federal Miguel Rigss en San Lázaro, quien se convirtió en otra víctima de la sátira con que maneja la cámara Porfirio Muñoz Ledo. Rigss intentó robarse el micrófono, frente a tamaño monstruo, y lo único que sacó fueron tres latigazos y una encuerada. Se puso a leer, desde su curul, un texto, hoja en mano, sobre la exoneración de La Coneja, con pésima dicción y sin quitar los ojos del opúsculo. Muñoz Ledo le incitó a ser ágil, algo imposible para Rigss y, de plano, le ordenó acabar con su participación. Miguel se quiso robar la base y siguió la lectura sin importarle la orden del presidente de la cámara y eso hizo que llegara la encuerada. Porfirio Muñoz Ledo, el que bautizó como el mazacote el encuentro Chihuahua, le mandó saludos al gobernador Corral. Viejo zorro de la política, con ese saludo dio cuenta de que sabía muy bien quien fue el redactor del nuevo mazacote que leyó Miguel Riggs, el cual, de plano, lisa y llanamente, quedó en ridículo. En pocas palabras, le dijo, pasa a La Galatea por tus zapatillas de ballet y de puntitas a la calle, como decía aquel viejo abogado.

EL AGRESOR de Blas Godínez fue un tipo solitario que acudió al consultorio del galeno a pedir una consulta, como si ésta fuera de gravedad. Blas, o Camilo, como le decían sus allegados, estaba reunido con nueve personas: su esposa, el síndico entrante y la gente que integraría su gabinete. El extraño, de unos 35 años de edad, aproximadamente, dijo que le dolía mucho el pecho, así que el médico sacó a su gente del consultorio para atenderle. En cuanto se vio solo con Godínez, sacó un arma y le hizo varios disparos al cuerpo: uno entró por la cabeza y, otros, por el estómago. Huyó por las calles de la comunidad, sin ser reconocido, pues hay coincidencia en señalar que no es de la región. La policía brilló por su ausencia y, no se sabe, realmente, si en algún momento hizo acto de presencia en el consultorio de Blas Godínez, hijo de Blas Godínez, el que desapareció hace nueve meses sin dejar rastro, y de quien se presume, fue levantado por un grupo criminal.

LOS que saben, dicen que es reservado el pronóstico de vida para el doctor Blas Godínez, alcalde electo de Gómez Farías, baleado anoche en su consultorio. La lesión es muy extensa., aseguran, pues abarca piso y medio del cerebro y región frontal. Además, se llevó un ojo y, prácticamente, le destrozó el cerebro, así que, aseguran, es muy difícil que el galeno pueda recuperarse. Aunque los otros balazos no hicieron mucho daño, a pesar de haberse alojado en el estómago, las lesiones en el cráneo son tan complicadas, que solo un milagro haría cambiar el rumbo de las cosas. A Blas Godínez le dicen Camilo desde pequeño y, después de haber sido electo como alcalde, tenía la intención de hablar con los grupos criminales para saber si su padre estaba vivo o muerto. Decía que a él no le harían nada, porque los conocía desde niño y los había curado siempre, igual que su progenitor. Sin embargo, muchos de los maloras, actualmente, son de fuera y con las drogas nuevas, son como dobermans que no conocen ni reconocen a nadie. En fin, el galeno solo quería saber de su papá.

PABLITO Canaán, usted le recordará, aquel jovencito que le gustaba irse de antro sin pagar, asesor de La Maru, maquinista y peinador, fue fulminantemente cesado de su cargo. Con todo y los 40 mil lucas que ganaba en la presidencia municipal de Chihuahua, fue despedido, según se sabe, por la propia alcaldesa. Dicen que hubo en el edificio de la independencia y victoria, un buen pleito, pero no se conocen, bien a bien, los motivos de éste. Tal vez se le acumularon al muchacho las deudas en los antros, las críticas por el look y las publicaciones en face donde se declara fan de López Obrador. En fin, ya se sabrá, pero, por lo pronto, trascendió en la alcaldía que Pablito Canaán, que no se le despegaba a La Maru, ni a sol, ni a sombra, ya no fue requerido por sus patrones. Algo hizo que se llenara el vaso, pues, el asesor de proyectos especiales, en realidad asistente personal de la alcaldesa, estaba bien empoderado, bien apalancado.

POCOS saben que el Hospital de Gómez Farías fue prometido originalmente por el consuegro Barrio para Cd. Madera cuando aún era gobernador. Gómez Farías se llevó la obra gracias a que ahí sí pudieron armar un comité funcional para operar la construcción y operación. En aquellos días de 1998, Madera ignoró la visita de precampaña de Patricio Martínez mientras Gomez Farías lo recibió el mismo día multitudinariamente en un momento en que los momios no le eran favorables. Conmovido por aquella hospitalidad, Patricio prometió cumplir el sueño de un hospital digno. Eventualmente el Pat le cumplió a Gómez Farías lo que el consuegro azul nunca le dió a Madera. Coincidentemente, el organizador de aquel mitin al Pat fue nada menos que el Dr. Blas de Guadalupe Godínez Loya, quien tiene hoy 9 meses secuestrado por un grupo delictivo y a quien casualmente, un nuevo gobierno panista no acierta a localizar en una región donde todos se conocen. Ahora es su hijo, alcalde electo morenista y del mismo nombre, quien fue atacado anoche a balazos en las narices de un nuevo amanecer que nunca brindó la protección obviamente necesaria. Imposible no ver la coincidencia y el sesgo en el actuar del Paisa que sólo hace por Chihuahua lo que le sirve para patear a la Federación.