*Privatizan el cedipol *El Fifí en la cuerda floja *La Maru y sus 20 horas

BUENO, bueno, pues, llegó a tener tanto poder el consejo técnico de ficosec, que sus miembros se impusieron para privatizar el cedipol. Aquel centro recreativo y deportivo, que fuera orgullo de los policías municipales, pasó a ser un centro comunitario de cuota. Primero, en la administración de Javier Garfio, el municipio se lo entregó, por medio de una concesión, al fideicomiso de seguridad y competitividad. Luego, al entrar La Maru, abrieron inscripciones y membresías al público en general, incluso a internos de centros de rehabilitación. Se suponía que cedipol había sido creado exclusivamente para agentes de la policía municipal. De esta manera, los agentes y sus familias, podrían acudir a éste, con la seguridad de no toparse con alguien que hubieran detenido o con algún malandro que les observe o vigile, tanto a ellos como a sus familias. Así que, al percibir que, en definitiva, a la alcaldía no le interesaba el tema, que abandonarían el proyecto original, pues, simple y sencillamente, dejaron de ir. Ni modo de reclamarle a Gilberto Loya, el director de seguridad pública municipal, pues debe ignorar el tema, porque éste ocurrió al residir en Puebla, qué chula es Puebla.

YA está El Fifí Loera como los algodoneros de Delicias, en tres y dos, respecto del cargo de coordinador de programas federales en la entidad. Lo más seguro, es que, Juan Carlos, ocupe su curul y se conforme con eso, para dejar a otros una tarea tan importante. Además, La Yeidkol Polenvsy no le deja, ni a sol ni a sombra y, en eventos públicos, incluso, no lo baja de ladrón, misógino y borracho. Hay constancias del maltrato que le dio a una diputada local, con la cual sostenía una relación de noviazgo. Y, además, recuérdese, le sacaron los trapitos al sol en el manejo de los recursos públicos -que en realidad es el mismo caso- del partido de la regeneración. Se dice que podría sustituirle Javier González Mocken, el ex candidato a la alcaldía de Ciudad Juárez, aunque, igualmente, suenan otros perfiles de la ciudad de Chihuahua, con méritos y relaciones políticas sólidas. Así que, solo es cuestión de esperar a que se rompa la cuerda, para luego ver si fue del lado más débil.

LE DIO un ataque de risa a La Maru con su declaración, ésa, comiquísima, por cierto, de que trabaja 20 horas al día en su puesto de alcaldesa. A los cibernautas les dio aún más risa, pues, definitivamente tomaron chusco el detalle, por la mentirota que se aventó. Los empleados de las maquiladoras, los traileros, los ubers, los taxistas y los choferes de ómnibus y chihuahuenses, andarán que la buscan para preguntarle que le echa al café, porque ellos, con ocho o diez horas, nada más no hallan la salida. Además, dicen, los que saben de estos temas, afuera de la torre cénit se la pasa estacionado el operativo escudo Chihuahua, con al menos diez patrullas. Ya la gente sabe que si hay vehículos, ahí afuerita, está La Maru en su depto, y si no están, pues anda en el Dos Aguas o en El Mochomos. Es que, no dan las cuentas, en serio, si alguien aterriza el tema y se pone a contar las horas del día, pero, en fin, tal vez ella, dicen en face, tenga algún reloj especial. Así que, trabajar veinte horas al día, no tiene precio, pues, entones, esa maruagenda si que esta repleta de chamba, y nada de descansos, comidas, fines de semana, vacaciones y eventos, ¿verdad?

EN EL pri municipal se armó un verdadero relajo por el manejo del gimnasio San Pedro, pues descubrieron una fuga de cuarto de pulgada en los ingresos del lugar. O sea, Oscar Assiain, ex basquetbolista local, manejó por años el lugar, como si fuera un negocio privado. Organizaba ligas de basquet y voliboll en el San Pedro y cobraba, lógicamente, por inscripciones y arbitraje. Así que, al hacerle cuentas, resultó que se embuchacaba unos cien mil lucas al mes, pero no pagaba agua ni luz, ni nada por el estilo. El tema es que Fermine Ordóñez se dio cuenta que, además, estaban ahí metidos Fernando Tiscareño y Marcelino Gómez Brenes, de morena, y se armó la de dios es padre todopoderoso. La cosa es que, como luego dicen, la cuerda se rompe por lo más delgado, y parece que habrá demanda de por medio. Obviamente, ésta recaerá sobre Assiain, pues es quien ha manejado y usufructuado el gimnasio sin rendir cuentas y sin ingresar un cinco a las arcas del pri municipal. El ganón fue el profe Sergio Lozano, pues en los jaloneos, fue dado de alta en la nómina del comité ejecutivo nacional, a fin de seguir en su labor, pero con reporte directo a la caja.

UNOS cinco elementos de la comisión estatal de seguridad le hacen la vida de cuadritos a los residentes de Quintas Versalles. Aseguran los vecinos que, todos los fines de semana, sin excepción alguna, se han convertido en auténticos martirios. Los agentes organizan su weekend con todo incluido y, hasta altas horas de la noche, disfrutan de la fiesta. Lo raro, es que, se supone, según El Apá, no deberían tener en su domicilio las patrullas oficiales, pero, en este caso, ocurre lo contrario. La cosa está difícil, porque, por obvias razones, pues, los vecinos no pueden hacer una denuncia de manera pública, abierta. El tema es que, la verdad de las cosas, no deberían los elementos del CES, proceder a organizar escandalitos, cuando, se supone, están para poner el ejemplo. Pero, en fin, una cosa es el deber y, otra, muy distinta, el ser, como en este caso, en donde los policías inspiran desconfianza en lugar de seguridad. Dicen en Quintas Versalles que ojalá y El Apá, lea esta columna y ponga manos a la obra, para resolver este asunto. Pero…