La Fuente

*Los 110 mil uniformes *En el aire 16.5 mdp *Tena en aprietos *Aparicio no contesta

  • Por EditoraSD
*Los 110 mil uniformes *En el aire 16.5 mdp *Tena en aprietos *Aparicio no contesta

CIERTAMENTE, el tema de los autos chocolate, se ha vuelto a convertir en un problema estatal, aunque, ahora, sordo. En silencio, miles de unidades sin regularizar, circulan por las calles del estado, sin aparentes problemas. El tema es que, en este gobierno, el asunto ha explotado en la ciudad de Cuauhtémoc, y, no en Juárez, o en Chihuahua. El tema saltó a la palestra por un asunto de seguridad, pues, el detalle, es que ha servido para que existan extorsiones, por parte de la autoridad, hacia la ciudadanía. Los pafos, onapafos y demás entes similares, no han abierto la boca para protestar o hacer denuncias. Las razones que le temen a los miembros de la Comisión Estatal De Seguridad, autores de las extorsiones en plena calle, a la luz del día. El asunto remite a Oscar Aparicio, el titular de CES, que comanda los ataques al bolsillo ciudadano. Lo que cala es el silencio cómplice, omiso, protector, de palacio de gobierno, hacia los policías estatales. 

ANDAN nerviosos en la dirección de seguridad pública municipal, con frío, por el tema de la flecha del halcón, que no hallan cómo justificar. Gilberto Loya, el titular de la dirección, aprovechó estos días y se hizo el occiso, para no dar una declaración al respecto. Poco habrá qué decir, pues, lisa y llanamente así fueron las cosas: cobraron 42 mil dólares por un cambio de pieza que jamás se llevó a efecto. El tema es que, en breve, el halcón desangrado requerirá, ahora sí, una flecha nueva, pero el tiempo de vida de la usada, está a punto de expirar. Entonces, deberán llevar a cabo un nuevo desembolso, pero, sin argumentos, para explicar la causa real de la reparación. La verdad de las cosas, es que, han desangrado al halcón uno a más no poder, y, ya nada más mira la aeronave a los mecánicos y administrativos juntos, y hasta se esconde. Pero, bueno, así están las cosas en seguridad pública: una black bomba de 7.5 mdp que no ha servido más que para la foto en los desfiles, quién sabe cuántas cámaras que nunca graban las ejecuciones, y un helicóptero herido, que aún no es hora que pueda emprender el vuelo de manera normal.

POR siete años, con súper bono, o sin éste, imagínese, estarán los nuevos miembros de la asamblea general del instituto estatal electoral. Fryda Licano, Georgina Ávila y Gerardo Macías, ocuparán el lugar de Julieta Fuentes, María Elena Cárdenas y Alejandro Bassanetti respectivamente. Así, de golpe y porrazo, tras un desangelado proceso de elección, dirigido desde palacio, entran a engrosar la inútil burocracia de la entidad. Ya se ha dicho, hasta el cansancio, de innumerables formas, que el IEE, o el ople, que para el caso es lo mismo, constituye una absurda réplica, pero, sin facultades, del órgano electoral federal. Sin embargo, a pesar que lo desinflaron, en el pasado proceso electoral, en donde sus integrantes se sentaron, a mirar cómo dirigía el INE la elección, en materia presupuestaria y administrativa, sigue igual. Es grave que, en palacio, les valga sombrilla el tema financiero del organismo local, cuando se dicen estar en crisis económica. Por eso, en la calle, fuente ovejuna, le llama el sople.

GRUESÍSIMAS las nuevas declaraciones del alcalde de Cuauhtémoc, Carlos Tena, en relación al video en el cual apareció, por última vez, con vida, el policía municipal. Así, lisa y llanamente, el presidente municipal, dijo, que, los supuestos sicarios, son, en realidad, policías estatales. Por la forma de cargar las armas, por la manera de interrogar, por la forma de acomodarse, parece que así lo es, explicó Tena. Es decir, si camina como pato, le hace como pato y nada como pato, pues entonces es un pato. El tema, ahora, es que el alcalde de Cuauhtémoc entró en una zona de riesgo, pantanosa, donde se requiere protección de la autoridad estatal. No es de poca monta lo que ha declarado y, es obvio, sus palabras habrán incomodado a más de uno. El problema es que El Paisa no quiere voltear a ver nada, pues, como dijo Jesucristo, el que tenga ojos y quiera ver, que vea. El que quiera ver, es ése el problema de este momento, con este gobernador, que no quiere ver nada que no le convenga.

LOS textiles locales andan enchilados con el gobierno del estado porque no licitaron la confección de uniformes escolares. Son alrededor de 110 mil juegos de prendas de vestir para los estudiantes de las escuelas de la entidad, algo nada despreciable para ningún fabricante. Dicen que nadie ha visto a ningún niño con esos uniformes y ya pasaron algunos meses del arranque del ciclo escolar. Fueron confeccionados, como se sabe, sin licitación alguna, al estilo de palacio, sin aviso de por medio. Los del presente ciclo escolar, fueron manejados por Jesús Mesta Fitzmaurice, famoso por las fábricas de ropa de antaño. Como sea, si se calcula en 150 pesos cada uniforme, que es baratísimo, por 110 mil paquetes, es mucho, pero mucho dinero. Como dijo un empresario texano, a lot of millons, 16.5, para ser manejados por una sola persona y sin cubrir las reglas de la licitación pública a la que obliga la ley.