La Fuente

*El mensaje de amlo a Corral *Oso en problemas *La tríada ridícula *El comisionado gris

  • Por EditoraSD
*El mensaje de amlo a Corral *Oso en problemas *La tríada ridícula *El comisionado gris

EL COMISIONADO más gris de la transparencia, Alejandro de la Rocha, quien arribó a la presidencia del ichitaip, de manera ilegítima, trae desvencijado el instituto. Por más contratos que hace con los medios, a los cuales intenta controlar, sin éxito, a pesar del dinero gastado, no logra elevar la imagen de la institución. Es obvio que, los medios, medios son, y no harán por Alejandrito lo que le toca hacer a él, en su calidad de comisionado presidente del instituto de transparencia. El color gris ha caracterizado su gestión, pues, como nunca, el ichitaip se encuentra en el sótano del listado de sus pares en el país. El ichitaip se convirtió en un tapete del poder ejecutivo en el estado, plegado a Corral y sumiso a las exigencias de palacio, desde donde no le dan línea, sino, simplemente, órdenes, instrucciones, que cumple cabalmente, en detrimento de su propia dignidad de funcionario. En fin, que De la Rocha quería ser comisionado presidente y lo logró, al ponerse de tapete en la entrada de palacio, aunque valga decir, pasará a la historia como el más mediocre y entregado presidente del ichitaip.

TRES panistas chihuahuas, todos ellos tapetes de Corral, fueron a la ciudad de México, a hacer el ridículo, en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador. El primero fue el diputado Miguel Riggs, que no entiende la o por lo redondo, en materia de política. Sin embargo, fiel a su amo, se colocó detrás de la manta azul que manifestó no ser bienvenido a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. El caso, obviamente, era salir en la foto, porque, de contenido, de mensajes, de fondo, pues Riggs no trae nada y, es posible, muy posible, que ni siquiera haya leído la frase de la manta azul. Luego, el senador Gustavo Madero y la diputada Patricia Terrazas, otros corralistas irredentos, cuestionaron, como si bailaran tango, con una mini cartulina, el famoso perdón y olvido del ahora presidente constitucional. En los tres casos, Madero, Riggs y Terrazas, no hicieron más que el ridículo, pues sus protestas pasaron totalmente desapercibidas, como si nadie las hubiera visto o escuchado. El tema aquí, es que, claro está, quien intentó hacerse ver, visibilizarse, fue Corral, a través de sus títeres. El problema es que, cuando la responden, se hace el ofendido, porque, olvida, sus propias acciones y se victimiza a sí mismo.

NO QUIERO circo, dijo Andrés Manuel López Obrador, durante su toma de posesión, al referirse a la posible persecución de los corruptos que le antecedieron. El mensaje, obviamente, tocó a El Paisa y sus dos años de fracasos en la materia, además, de la consabida pérdida de tiempo y la ingobernabilidad en que ha caído. La explicación que dio López Obrador, realmente, constituye una cátedra política sobre lo innecesario de gastar el tempo y los recursos en el pasado, en lugar de transitar el presente y perseguir el futuro. Corral debería escuchar y reescuchar, cuantas veces fuera necesario, las reflexiones del nuevo presidente, sobre la forma en que se debe gobernar, cuando se arriba al poder con una enorme expectativa. Parecía que el mensaje iba dirigido a El Paisa, aunque, se sabe, Andrés Manuel dejó de ponerle atención, según sus más cercanos colaboradores, por su falta de congruencia, al negar un día lo que el día anterior dijo. Como sea, el discurso del presidente deja en claro, las razones por las cuales no perderá su tiempo en eso, aunque, claro, de ladito, manejará una comisión para esclarecer la verdad, sin involucrar al poder ejecutivo federal.

EL OSO Valenzuela no contará con una salida tersa de la auditoría superior del estado, pues, su torpe y última intervención, desató los diablos en su contra. Dicen los que saben, que, incluso, podría enfrentar procesos penales por distintas causas. El hecho de haberse osado a presentar una iniciativa de ley para reformar la ley de la materia, le colocó en el ojo del huracán. Obviamente, El Oso no tiene facultades de iniciación en materia de leyes, aspecto que olvidaron cubrir en su visita al congreso local. En su defensa, Valenzuela, ya ex auditor, declaró que se trataba de una iniciativa ciudadana, empero, nuevamente volvió a equivocarse, porque, ésta, tiene sus formas legales. En el artículo 48 de la ley de participación ciudadana, se indica que cualquier iniciativa ciudadana debe estar fundada en el 0.1 por ciento de las firmas de los chihuahuenses inscritos en el padrón nominal. Así que, El Oso debe contratar un buen abogado, porque, como se dijo, en su contra se soltaron todos los diablos.

HÉCTOR Acosta Félix entra como nuevo auditor superior de justicia en el estado, en un momento crucial de la política estatal, inmersa en el contexto nacional. Su antecesor, Armando El Oso Valenzuela, vivió una crisis de legalidad durante su encargo y perdió, en forma desastrosa, la oportunidad de revitalizar esa institución. Acosta Félix, cierto, pertenece al grupo político de Eduardo Romero Ramos, de donde emanó el impulso de su nombramiento, empero, mantiene la esperanza, a pesar de ser panista, de hacer bien las cosas. Su trayectoria política, enfocada al aspecto técnico, incluso como miembro de la comisión nacional de hidrocarburos, mantiene la esperanza a los chihuahuenses que efectúe su papel acorde a la ley. Es decir, que no se convierta en otro tapete del gobernador, como ha sucedido, históricamente, con los que han ocupado ese puesto y desarrollado esa función. Así que, contará Héctor Acosta con la oportunidad de ser y hacer bien las cosas, y si no, si opta, por lo contrario, que la nación se lo demande.