*Pesado buscapié de edil *Como viles delincuentes en alcaldía *Inútil, la reelección *Cucorrupto embruja a Tena

EL TREMENDO Cucorrupto Ochoa, terror de los alcaldes de Chihuahua, anda, de nueva cuenta, metido en los business. Ahora le tocó el turno a Carlos Tena, el edil de Cuauhtémoc, que, al parecer, se dejó seducir por el vaporoso marketing de Cucorrupto. Obviamente, el alcalde morenista, no sabe, que, el gestor de medios, no sabe ni papa, ni de periodismo, ni de comunicación, ni de honestidad. Empero, si sabe, y sabe muy bien, cómo desaparecer, por arte de magia, los millones de pesos, que yacen en las arcas municipales, para ser gastados en la materia de comunicación social. Hay que recordar, que, al salir de la alcaldía de la capital del estado, El Cucorrupto Ochoa, fue señalado, por un faltante de 20 millones de pesos. Igualmente, llamó la atención, el brusco cambio en su forma de vida, con lujosas mansiones, vehículos del año y viajes, comidas y aviones, con que modificó sus hábitos. En la debacle tricolor, el astuto, presuntamente, comunicador, se pasó a las filas de morena, como si fuera invisible y pudiera borrar el pasado, incluso, la demanda que existe en su contra en la fiscalía general del estado.

QUÉ buscapiés le tiró al estado el alcalde de Cuauhtémoc, Carlos Tena Nevárez, en el tema de las narcomantas. Con pelos y señales, o serse, nombres y pruebas, el edil de la puerta a la sierra, interpuso una demanda ante la fiscalía general del estado. Incluso, abiertamente, se refirió a una mujer, muy cercana, al mando único, como la responsable de colgar las mantas con mensajes del narcotráfico. Ni modo que, con esos datos, El Apá y su jefe Corral, vayan a decir que no saben, de quién se trata. Una de las amenazas, iba dirigida al vocero de la fiscalía de la zona occidente, Félix González. Incluso, hubo necesidad, por su seguridad, de aplicar el protocolo básico, para sacarlo de su lugar de trabajo y llevarlo a otra parte. En una de las mantas, se le echaba la barra al alcalde de Cuauhtémoc, pues, pues advertían, que si le pasaba algo al vocero, sería triste su calavera. La reacción de Tena, sin embargo, parece ser demoledora, debido a que, interpuso una demanda, con pruebas, nombres y datos, que, asegura, no dejan lugar a duda de la autoría de esas narcomantas, que más bien, en este caso, serían polimantas.

CUELLO le dieron a una decena de colaboradores del área de comunicación social en el congreso del estado. Dicen que, únicamente, dejaron tres chícharos, en la oficina, que anteriormente ocupara la periodista Nubia Muñoz Chávez. Empero, aseguran, no es la única área, en la cual manden a la horca a empleados, sino, que, al parecer, se trata de un movimiento generalizado. De hecho, fue así, como acción nacional, convenció a los diputados, de los mini partidos, de votar por la causa corralista. Aseguran que, todos los legisladores, gozan de una nómina obesa, repleta de asesores, de la cual no quieren desprenderse. Por eso, les pusieron en la disyuntiva de copelas o cuello, porque si no votaban por las iniciativas de El Paisa, le daban killer a sus asesores en la cámara. Y a ellos, los diputados, pues, como que no se les da mucho el hábito de trabajar, así que, mejor, decidieron irse por la vía cómoda. Sin embargo, la cuchilla fue trasladada a otras secretarías y coordinaciones, porque, el objetivo de Mi Doc, consiste en adelgazar la pesada burocracia legislativa, no vaya a ser, y, en una de ésas, la torre legislativa se incline como la de pisa y, entonces, si, todos a correr y sin llorar.

COMO viles delincuentes, así fue catalogado por el abogado Octavio Hidalgo, líder del mercado reforma, actúan los inspectores de gobernación municipal. No tiene nombre, eso de meterse a un local del mercado citado, romper cerraduras, con un soplete, quebrar vidrios y, forzar puertas, para robarse equipo y maquinaria. Muy mal anda la administración municipal -es la huellota de César Jáuregui Moreno, el rey de los mariscos, secretario del ayuntamiento- si debe recurrir a prácticas gangsteriles, para lograr sus fines políticos. La incapacidad y la soberbia, pésimos consejeros, en el ejercicio del poder, les han conducido por una senda, que amenaza con incendiar las relaciones, con todos los locatarios de todos los mercados. De un hecho fortuito, producto del azar, es decir, el incendio (¿o debemos hacer caso de los rumores?), se pasó a un conflicto político, que apenas empieza. Dista mucho aquella figura de La Maru, empeñada en ocupar espacios políticos, con ganas y entusiasmo por hacer mejores las cosas, y la extinta capacidad de negociación de Jáuregui Moreno. Hoy, ambos funcionarios, se han convertido en monstruos alimentados por la soberbia política, y engreídos servidores púbicos, que, como muchos otros, han perdido el piso, para pensar que es de su propiedad el poder público y la administración municipal. La némesis de la política, sin duda alguna, se encargará de enviarles la factura, con el debido cobro, proporcional a sus actos de hoy. Para que tomen nota, por favor.

EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador tocó el tema de la reelección este martes y fijó su postura en contra. No refirió la posibilidad de hacer reformas, a corto plazo, pero hizo una remembranza del tema en nuestro país. Literalmente, dijo estar en contra de la reelección, y, a favor, del principio maderista, que rigió en la gesta revolucionaria. Ciertamente, y, ahora, vamos con claridad, la reelección solo sirve, en el caso local, para afilar las uñas y elevar el nivel de soberbia y prepotencia de los gobernantes. Por ejemplo, en la alcaldía, ha servido para que La Maru se desaparezca del mapa, no asista a los eventos, vaya cada semana a la presidencia municipal y se meta de lleno a los business con los recursos públicos. Está dedicada, de tiempo completo, a su campaña por la gubernatura, y le importa un bledo la comunidad chihuahuense. Ahí están los casos de los locatarios del mercado reforma, los familiares de los agentes caídos y el terrible abandono de parques, como el del rejón, mismos que no están en la agenda de La Maru. He ahí un caso que podría servir para evaluar el tema de la reelección, en el marco del nuevo régimen.