La Fuente

*Miente titular de SEC sobre plan villa *No usaron los instrumentos por el logo *Villavicencio cuida las gallinas *Maurilio entregó boletas cruzadas *La pugna en Conagua

  • Por editora02
*Miente titular de SEC sobre plan villa *No usaron los instrumentos por el logo *Villavicencio cuida las gallinas *Maurilio entregó boletas cruzadas *La pugna en Conagua

EL SECRETARIO de educación y cultura, Carlos Herrera González, fue a la torre legislativa a contarle las muelas a los diputados. Constituye una absoluta y rotunda mentira decir que los mil instrumentos del plan villa fueron arrumbados por una cuestión de carácter administrativo. En realidad, no fueron usados por una orden de Corral debido a que todos tienen el logo de Chihuahua Vive y no pueden despintarse por la forma en que se los marcaron. El Señor Corral, con la ira que se posesiona de él, no podría utilizar algo de la administración anterior, de su acérrimo enemigo, así que optó por la salida complicada. Herrera González sabe esto muy bien, porque él mismo fue funcionario de SEC en la administración de Duarte y también lo sabe el diputado René Frías que mañosamente sacó el tema a colación. Ir al congreso y mentir descaradamente a los legisladores locales como que le haría merecer de una sanción. A los diputados les falta juramentar a los funcionarios que comparecen en la cámara para atenerse a las consecuencias de desdibujar a su antojo la realidad. Los mil instrumentos musicales que compró Marcelo González Tachiquín por más de 300 millones de pesos está arrumbados por tener el logo de Chihuahua Vive, hecho que desató la cólera del señor gobernador y todos los subsecuentes sucesos al respecto.

BUENO, bueno, realmente, no tienen llenadera, medida, moderación ni vergüenza en la repartición de los huesos. Ahora quieren subir al órgano anticorrupción a Luis Villavicencio, cónyuge de la diputada Marisela Terrazas, la que metió Corral al congreso con calzador. Este personaje tiene un evidente conflicto de interés por ser el congreso el órgano responsable de su elección. Sin embargo, ya apareció en el listado de postulantes que pasa a la etapa de entrevistas. No es su único impedimento, debido a que mantiene otra mancha en su expediente u hoja de vida. Luis Villavicencio es socio de El Cucorrupto Ochoa, aquel inexperto coordinador de comunicación social que quiso comerse la manzana de una mordida y salió sin dientes. Ambos formaron una revista -aparecen los dos en el acta constitutiva de la moral- para exaccionar los recursos del erario municipal y traficar con influencias para vender publicidad a instituciones públicas a pesar de contar con un impedimento legal. Villavicencio laboraba en la secretaría particular del gobernador del estado, e incluso, remember, fue casado por El Paisa en palacio, cuando el mandatario sentía aires de oficial del registro civil. Con todo esto, pretenden erigirlo como consejero anticorrupción, cómo ven, pues equivaldría a poner al zorro a cuidar las gallinas. 

BUENO pues el proceso de la cámara de comercio resultó con dos a uno a favor de Edibray Gómez y ni pex. Lo malo del asunto para el triunfador fue el saludo de Patricio que pareció el beso del diablo. Javier Cota anunció ahí mismo que impugnará el resultado por el cúmulo de irregularidades. Una de éstas es que el ex presidente Maurilio Ochoa le daba a los socios de la cámara la boleta electoral ya cruzada. Así más marrano, dijeron los simpatizantes de Cota, que otra vez vieron alejarse la democracia de la canaco. Es ése el reto de Edibray, el sacudirse esas rémoras o ser parte de éstas y dejarse llevar por la corriente. No es fácil emprender un nuevo proyecto cuando se cargan más de treinta años de inercia política en el gremio de los comerciantes. La historia los juzgará, sin lugar a dudas, cuando el destino les alcance y les pida cuentas de los troches y los moches que han hecho por décadas estos siniestros personajes. 

DE VERAS, de veritas, la pugna por la delegación estatal de la comisión nacional del agua está peor que el pleito entre fifís y fofós, o entre las izquierdas latinas y los fascistas españoles. Acá sí quieren pedir perdón, pero no permiso, pues es demasiado lo que está en juego, lisa y llanamente, el agua y los permisos que andan por las nubes. Carlos Caballero Ramírez, el rival de Héctor Porras, anda en Puebla, a que no saben con quién, con Jesús Barbosa, el candidato de morena en aquella entidad. Con Barbosa está una pléyade de primores, como Fernando Villarreal, El Eti Barraza, El Mangas Gabriel Flores y otros más. El pleito rebota de la secretaría de la función pública a la conagua nacional y de la dirigencia nacional al senado. Un permiso de la dependencia anda ahorita al menos en unos 300 mil pesitos, bajita la mano, si es que no es en dólares, pero, en serio, el dinero corre a raudales, a la par de las broncas, tomas de oficinas, denuncias y acusaciones de corrupción. Juan Carlos Loera, el delegado de programas sociales federales, apoya a Caballero, mientras que Héctor Porras trae a los antiloeristas de su lado.

A VER cómo le va a El Paisa después del aumento de 5.5 pesos a la tarifa del pasaje urbano. Desde esta semana, el consejo consultivo de tránsito acordó el aumento para satisfacer las demandas de los transportistas. La fecha fatal para votar a favor del golpanazo al bolsillo del usuario fue, precisamente, este miércoles. Es cierto, como lo es, que los precios del diesel han subido de manera exorbitante. Pero, de eso no tiene la culpa el ciudadano, al que pretenden cargarle todas las pulgas. Finalmente, Jorge Doroteo Zapata, de la CTM, se vuelve a imponer sobre el gobernador, que le concede todas sus peticiones El horno no está para bollos en Chihuahua y menos para Corral, que sigue en franca caída, libre y sin obstáculos. Lo peor del caso es que el sistema de transporte sigue intocado por las autoridades. El servicio es pésimo, las rutas no se han extendido y las unidades circulan sin ton ni son. Volvieron a su peor época, en donde los choferes de los camiones son cafres atizados que conducen como si las calles fueran suyas. La modernidad es un mito inventado por el gobierno y una promesa incumplida más del titular del poder ejecutivo en el estado.