La Fuente

*De panzazo Lalo Prieto en la unión ganadera *Son presos políticos algunos duartistas *Los acuerdos de Marco y Cabada *Las reglas de Lucha Castro *La advertencia para Corral

  • Por EditoraSD
*De panzazo Lalo Prieto en la unión ganadera *Son presos políticos algunos duartistas *Los acuerdos de Marco y Cabada *Las reglas de Lucha Castro *La advertencia para Corral

COMO una especie de doctrina monroe, los socios de la ugrch dijeron, al final de la elección de este sábado, que la unión ganadera es para los ganaderos. Tal vez se refieran al origen de la organización y al intento de acción nacional de tomar por asalto el poder. Lico Duarte hizo bien su papel y entregó la presidencia del consejo directivo a un miembro del grupo. Lalo Prieto se perfiló desde el principio como el candidato oficial para sucederle. Jorge Kosturakis, que tuvo el legítimo derecho de aspirar, pero que fue criticado por el apoyo de su hermano Niko en las largas tertulias y sesiones de café en el mirador, debe ser reconocido por su temple al aceptar la derrota. Sn embargo, debe señalarse, el triunfador no está como miel sobre hojuelas porque obtuvo el triunfo medio raspadón se podría decir. Treinta socios votaron por su candidatura y veinte por la de Kosturakis. Así que si no espuelean a tiempo tal vez otra hubiera sido la historia en el proceso de este fin de semana. No escucha la diferencia y por supuesto que deberá convencer a los que no votaron por él para que se sumen al difícil trabajo de trabajar en bien de la organización.

YA NO tarda Ever Aguilar y Jaime Herrera en ser llamados por la justicia federal para esclarecer su papel como testigos protegidos. Los casos de procesados duartistas, en los que han hecho declaraciones sin ton ni son, ya no tardan en caerse. Por eso el estado ha retardado todos los casos, en razón de que, al iniciar el juicio oral, las afirmaciones de los testigos, de los que dependen todas las acusaciones, ineludiblemente llegarán a su fin. El tema para ellos es que las denuncias que obran en su contra deberán ser tramitadas en un nuevo contexto político y jurídico. Es cierto que por el momento no han sido tocados debido a que el viejo régimen no quería queso sino salir de la ratonera. Empero, con la nueva administración, las cosas serán muy distintas y es probable que algunos de esos casos los imputados sean considerados como presos políticos. En ese escenario fue registrada la declaración del presidente López Obrador en el sentido de retirar el fuero a los gobernadores. Si el titular del poder ejecutivo federal se somete a la posibilidad de ser juzgado mientras desempeña su encargo, con mayor razón los mandatarios en los estados deben estar en el mismo rasero. Así que ni todas las sucursales de la Cantina 19 podían salvar a Ever Aguilar de su destino.

CÉSAR Cabello no es vocero de Marco Quezada y cuanto suba a su face será responsabilidad plenamente suya. Así que el texto que acompañó a la fotografía de Marco y Cabada, salió de su ronco pecho jimenense. Es más, algunos dicen que ni siquiera es el autor de la ocurrencia, sino que le firma las cacayacas a Mario Tarangone, el mafioso político que un día quiso ser senador y no pudo. En realidad, en la plática de Marco y Cabada se hicieron acuerdos generales de impulsar corrientes y proyectos, pero sin nombre ni rostro aún. Ciertamente el vínculo es Víctor Valencia de los Santos, pero la conversación, por el momento y por congruencia con los tiempos, no puede abarcar todavía la definición concreta de los espacios. En donde sí están muy unidos es contra el proyecto de algunos aspirantes que sienten en su bolsa la gubernatura, cuando todavía ni siquiera canta el gallo para que amanezca. Por ahorita arman equipo y suman estructuras, a fin de consolidar un proyecto y después analizar el perfil de quienes puedan encabezarlo con éxito. Para que tomen nota. El único vocero que ha tenido Marco es El Joss pero desde que salió de la alcaldía se la pasa en el pam pam en los burritos de lomo y el café capuchino pero dicen que cuando está en eso no voltea a ver a nadie y si escucha que le saludan con un buenos días levanta la mano sin subir la vista.

EL OTRO tema es que el consejero Joaquín Sotelo ignoró en su denuncia el caso de la elección de 56 jueces, en donde Lucha hizo otro batidero. El asunto fue olvidado por el estilo facista y temerario de la consejera, que mantenía aterrorizada a la población judicial, pero renació ahora con el problema de las siete salas. Una vez efectuado el examen escrito de opción múltiple en la famosa etapa dos, la consejera de la judicatura presidenta de la comisión de carrera judicial, o seáse, ya saben quién, publicó los resultados en la página del tribunal. Sin embargo, de manera inexplicable, hoy muy explicable, bajó los resultados ipso facto. El tema es que existía una regla que señalaba que solamente podrían pasar a la siguiente etapa aquellos aspirantes que hubieran obtenido un mínimo de 8 en su calificación. Ninguno la obtuvo y obvio, la consejera debió haber convocado a un segundo examen, pero no fue así y ahí empezó la marrullería. Desapareció la lista de resultados e invocó nuevas reglas para el mismo examen, como el hecho de señalar que como la máxima calificación había sido de 7.5 de ahí hacia abajo serían llamados los seleccionados. Pero no fue así y, por el contrario, Lucha Castro hizo llamar a quienes ella deseó, sin respetar calificaciones -ya no las había, pues bajo de la página los resultados- para impulsarlos a llegar. Hay decenas de casos de quejosos que debieron pasar a la tercera etapa, pero no fueron llamados. En uno de éstos, el aspirante se acercó con una auxiliar de Lucha para reclamar que no había sido convocada y escuchó como respuesta: y ni te hablarán.

EL CONSEJERO jurídico Joaquín Sotelo estaba sentado en el despacho del gobernador cuando soltó la frase: no te vengo a pedir permiso, Javier, sino a avisar, por cortesía. Traía en un folder la denuncia que interpuso ante la fiscalía especial anticorrupción sobre la alteración de resultados en el examen para llenar siete salas judiciales. Corral no sabía qué hacer ni qué decir, y el instinto político le obligó a sacudirse. ¿Por qué vienes conmigo, Joaquín? le respondió el mandatario, acomodado en el amplio sillón desde donde gobierna el estado. Los Mesta son más panistas que Corral, la verdad de las cosas, desde hace décadas. Al interior del partido acción nacional y en el congreso local, miran con simpatía la denuncia de Joaquín Sotelo Mesta. Callan por disciplina y respeto hacia la investidura del mandatario, pero silenciosamente apoyan el contenido de la denuncia. No aceptan, de ninguna manera, sino que, al contrario, repulsan, la figura de la consejera de la judicatura Lucha Castro. Choca y rompe con ellos de la cabeza a los pies: su conducta, sus ideas, sus dichos, sus acciones, su actitud… Sotelo abrió la caja de Pandora que estaba guardada en la ciudad judicial, en donde Lucha Castro ha mandado con ímpetu desbordado de pasiones. Ahora a ver cómo la cierran, porque eso de no te vengo a pedir permiso, Javier, sino a avisarte, por cortesía, tiene mucho peso.