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Autonomía del saqueo. Parte VII: retícula propuesta, ridícula propuesta

Arrecian en estos días las inconformidades y señalamientos a la rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua, por la retícula propuesta, ridícula propuesta, de los “ajustes” a las materias...
  • Por editoraPr01
Autonomía del saqueo. Parte VII: retícula propuesta, ridícula propuesta

Arrecian en estos días las inconformidades y señalamientos a la rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua, por la retícula propuesta, ridícula propuesta, de los “ajustes” a las materias del “tronco común” para las y los estudiantes de los primeros semestres en la UACh. Sinceramente, de pena ajena.

Como lo he venido manifestando, me da gusto el estilo que mostraron las y los alumnos de la Facultad de Derecho, ridiculizando al imberbe e ignorante responsable de la rectoría de la UACh, ¿qué esperan las y los alumnos de las demás Unidades Académicas para sacar la casta universitaria? ¿Y las y los docentes sensatos? Ya dijo este señor que las ridículas propuestas de los cambios absurdos en la temática, eran responsabilidad de las y los maestros consultados en el diseño curricular. ¿Qué pensará la sociedad en general del nivel de los docentes participantes en este rediseño curricular?

Les dice el encargado de la rectoría de la UACh, a las y los jóvenes de la Facultad de Derecho que esos nombres propuestos de las materias los pueden encontrar en los Programas de Stanford y Arizona, por este conducto le digo que miente y que lo desafío a demostrarlo públicamente.

Para las y los lectores de este Medio de Comunicación, que tal vez no han tenido oportunidad de dar puntual seguimiento a la ridícula propuesta de quien despacha en la rectoría de la UACh, que siendo “Rector y Maestro en Educación” menciona “currícula”, ratificando su ignorancia al respecto. Les doy el contexto:

El currículo que proponen contiene nombres de materias como: “Vida saludable en un planeta enfermo” y “Salud en México a través de la historia”. ¿Qué pensarán las y los jóvenes que están en las Facultades de Medicina y Enfermería, los docentes, los egresados, y las y los médicos egresados de otras Instituciones de Medicina del país? Ya los veo de “guerrilleros de WhatsApp”, con los emoticonos de las caritas que se tapan la boca y el rostro en señal de mofa.

Me imagino que los siguientes nombres de materias los propone el Secretario de la Universidad: “El arte y sus relaciones matemáticas”, pomposamente la mencionan entre paréntesis como (nueva), ¡qué gran aportación! Otra materia que seguramente también propone el ex director de la Facultad de Artes, y lo hacen en forma de interrogación: ¿Eso es arte? Una que se llama: ¡Los números hablan! Ya no se van a conocer como Matemáticas I, Matemáticas II, Álgebra, Cálculo diferencial o Integral, Matemáticas Financieras. Lea usted el siguiente nombre de la materia: “Ciencia y guerra”. Continúe en su asombro, eso espero, el nombre de esta materia: “El éxtasis de la compra y el dolor de la verdad”. Y la máxima expresión del narcisismo del encargado de la rectoría en estas dos materias: “Evolución de la imagen corporal y su influencia social”, y, “La belleza de la salud en el ser humano”. What! 

Una inspirada en las series de Netflix: “La ley y el orden en la Investigación”. En la Universidad más corrupta e impune del país: “El origen de la corrupción en el ejercicio de los poderes en México”. Entre otras muchas sandeces.

Me sigo preguntando, ¿de qué han servido los gastos desmedidos en vuelos de primera clase del encargado de la rectoría a Europa, Canadá, Japón, USA y desconozco otros más?, siempre acompañado de tres de sus “amigos”; ¡claro, todos los gastos a cuenta de las cuotas de inscripción de los padres y madres de familia!

Les presumía el encargado del Despacho de la rectoría a los jóvenes de la Facultad de Derecho, que él contaba con los bachilleratos en físico-matemáticas y humanidades (no me consta); un funcionario burócrata universitario, que en su vida ha realizado alguna actividad emprendedora dentro de todos los esquemas normativos fiscales y demás, a los que obliga este país, por eso es tan corto de miras para estar en la responsabilidad que lo tienen.

¿Cuándo se acercaron a los Organismos Intermedios, y no únicamente a ellos, para preguntar qué necesidades se encuentran actualmente y visionariamente en el Sector Productivo local, nacional e internacional? ¿Cuándo se acercaron para este rediseño a los Colegios y Asociaciones de Contadores, Ingenieros, Abogados, Médicos, Odontólogos y demás profesionistas de los diversos ramos? ¿Cuándo se acercaron a las Asociaciones de Padres y Madres de Familia, con la Federación de Estudiantes de Chihuahua (ya ven como le fue al encargado de la rectoría con las y los alumnos de la Facultad de Derecho)? ¿Cuándo hicieron varios ejercicios de Benchmarking, como Dios manda? Únicamente consultas de café, de cantina y de “relaciones sociales” en los viajes de “turismo universitario”. 

Una absurda propuesta de modificación al “Modelo Educativo UACH-2018” (sic), para darle atole con el dedo a un gobernador ignorante de los procesos universitarios.

Todo esto trae a mi mente la última vez que me dejaron entrar a un Claustro de la Facultad de Contaduría, a principios de 2016, donde yo le señalaba en aquel entonces al rector Enrique Seáñez, entre muchas irregularidades de la “directora” de Conta, el que la “brillante” Secretaria de Extensión y Difusión, promovía entre la planta docente de la Facultad de Contaduría y Administración, un curso sobre cómo preparar “Tapas españolas”, ¡imagínese usted!, y yo rogando que no fueran a incluirla como materia obligatoria del Programa Doctoral.

Me imagino al Consejo de directores reunido con el encargado del despacho de la rectoría, al momento de estar analizando estas temáticas, mofándose hacia su interior y aplaudiendo hacia el exterior en la cotidiana simulación y el clásico servilismo que los distingue.

Tenemos que promover la especialización de las cátedras y en consecuencia del conocimiento, toda la carne al asador, todos los tiempos y las oportunidades académicas, formando especialistas en Derecho, en Medicina, en Química, en Ingeniería, en Contaduría y Administración, en Ciencias Agrícolas y Pecuarias, etcétera; esas tonterías de materias, por lo menos los nombres, deben ofrecerse como OPTATIVAS.

A las y los estudiantes, a las y los docentes sensatos, a las madres y padres de familia ¡Rescatemos la UACh, nos vamos arrepentir!

 

Por Dr. Enrique Rascón Pérez

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