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Ellas ganaron; ellos perdieron: la lucha por la paridad salarial en el futbol

Los dos resultados del 7 de julio no fueron un simple choque de partidos: también recalcaron una polémica batalla respecto a la paridad salarial entre los equipos varoniles y femeniles; los diferentes...
  • Por Redacción'
Ellas ganaron; ellos perdieron: la lucha por la paridad salarial en el futbol

Los dos resultados del 7 de julio no fueron un simple choque de partidos: también recalcaron una polémica batalla respecto a la paridad salarial entre los equipos varoniles y femeniles; los diferentes ecosistemas financieros y mediáticos en los que compiten, y la frecuente desigualdad en las recompensas por los éxitos obtenidos para las y los atletas. Todo esto salió a la luz de nuevo gracias al último campeonato mundial que obtuvo la selección femenil y a los cánticos de "¡Pago igualitario!" que entonaron las jugadoras después de ganar.

En años recientes, la lucha por la paridad salarial ha sido la tarjeta de presentación de la selección femenil. Las jugadoras sostienen que la Federación de Futbol de Estados Unidos (US Soccer) les paga menos que a los hombres —a veces son decenas de miles de dólares o más para los mejores jugadores en un año cualquiera— y que la situación ha persistido durante años, a pesar de que la selección femenil ha ganado más trofeos y ha comenzado a generar más ingresos que la selección varonil. La federación estadounidense ha acogido el éxito del equipo —el título del 7 de julio fue el segundo que ha conseguido la escuadra de manera consecutiva—, aunque ha desafiado los cálculos de las jugadoras, con el argumento de que la situación es complicada debido a una estructura de remuneración negociada por cada equipo que hace que los pagos sean diferentes para hombres y mujeres.

No obstante, las jugadoras, entre las que se encuentran algunas de las atletas más destacadas del mundo, han ejercido presión al externar su argumento en entrevistas, redes sociales y, hace poco tiempo, en un tribunal federal especializado en discriminación de género. El 7 de julio, mientras recibían la adoración del público y se disponían a cobrar sus bonos de más de 250.000 dólares cada una, una de sus capitanas volvió a apretar los tornillos.

"Creo que ya estamos hartas de cuestionamientos como: ¿lo valemos? ¿Deberíamos recibir el mismo pago? ¿El mercado es el mismo? Bla, bla, bla", opinó la mediocampista y capitana estadounidense Megan Rapinoe. Agregó: "Nosotras (todas las jugadoras, cada una de las futbolistas en esta Copa del Mundo) dimos el espectáculo más increíble que se pudiera pedir. No podemos hacer nada más para impresionar más, ser mejores embajadoras, soportar más, jugar mejor, hacer cualquier otra cosa. Es momento de llevar esta conversación al siguiente nivel". The New York Times

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