Opinión

Munis y viales traen bronca

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Munis y viales traen bronca

Agentes de la Policía Vial y municipales de Chihuahua tienen pleito casado desde hace unos días, debido a que los preventivos detuvieron a una comandante de tráfico porque supuestamente se dio una vuelta prohibida y traía unas birrias en su ranfla.
Fue en la avenida 20 de Noviembre donde la comandante dio una vuelta prohibida y en ese momento unos policías municipales, que por cierto mencionan ahora le hacen al agente vial en busca de una feria, le marcaron el alto por esa acción.
Aseguran que la jefaza luego de que los preventivos le dijeron por qué le habían marcado el alto, ella les comentó que ese no era su jale, que era jale de vialidad, lo que dio motivó a que los municipales se encanijaran, la bajaron de su vehículo particular, la esposaron y la remitieron a la Comandancia Sur, no por la vuelta prohibida, sino por las birras que traía, bueno, al menos eso se supo.
Mencionan que un comandante de la Policía Vial fue a la municipal a tratar de sacar a su compañera, pero los preventivos le dijeron que “naranjas agrias”, que mínimo tenía que estar cuatro horas en los separos y después podía ser liberada, siempre y cuando pagara la multa.
A la comandante no le quedó de otra más que pasar cuatro horillas en la “casa del jabonero” y tras pagar el billullo de la multa quedó libre, pero salió echa una fiera contra los “pitufos”.
Esta acción de los preventivos ocasionó que los de vialidad se enchilaran y por ese motivo dieron la orden de que nada de paros a los municipales.
Las cosas han llegado a tal grado que hasta patrullas mal estacionadas han sido infraccionadas, sobre todo en la zona centro de la ciudad, pero comentan que están esperando a que llegue el fin de semana para atacar al bote a los municipales que se topen enfiestados, así que a cuidarse polis chupertos porque los de vialidad no se las van a perdonar. 

¿CAMBIOS ESTRATÉGICOS O MIEDO?

Dicen los polis estatales que los recientes cambios de comisarios que anunció el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), Alberto Aparicio, en Cuauhtémoc y Madera, fueron más bien para cuidar la integridad de 
Diego Echavarría Lara, quien a unos días de que fuera nombrado titular de la Municipal en Madera fue mencionado en una narcomanta como protector de un grupo criminal.
Mencionan que Echevarría Lara, salido de la Policía Federal, igual que su jefazo Alberto Aparicio, es una persona problemática y desde que llegó a chihuas lo único que ha dado al Estado son problemas.
Aseguran que cuando entró a la CES lo pusieron como encargado de un turno de la corporación en esta ciudad, pero de volada se metió en broncas con el personal a su cargo, pero como dicen, “se cayó pa’ arriba”, ya que le dieron el cargo de comisario en la zona sur, con base en Parral.
En Parral tampoco duró mucho, ya que tuvo nuevamente broncas con el personal, aunque de ahí, dicen, más bien salió por piernas porque se rumora que los malandrines ya le pisaban los talones por cochinote.
De Parral lo enviaron a Cuauhtémoc como encargado de Vialidad y su segundo de mando era Jesús Ernesto Trejo Pérez. Ahí, nuevamente, se metió en problemas con el personal, esta vez apoyado por Trejo. La bronca fue a tal grado que los policías se manifestaron el 19 de septiembre del 2017 y tuvieron que ir los jefes a parar la bronca.
Diego Echeverría apenas el mes pasado había sido nombrado comisario del mando único en Madera y a los pocos días de su nombramiento ese municipio se puso caliente, más de lo normal.
Después de que el nombre de Diego Echaverría apareció en una narcomanta en pleno centro de Madera, pues parece que sus jefes optaron por quitarlo, por aquello de las recochinas dudas. 
Ahora como encargado de la Municipal en Cuauhtémoc, Diego Echeverría ya tiene nuevamente a su lado a su inseparable amigote, Jesús Ernesto Trejo Pérez, quien fue nombrado como titular de la policía vial. Esperemos que en los próximos días no pase lo mismo que hace dos años.

RETENES RECAUDATORIOS 

Comentan que algunos militares del punto de revisión que se ubica poco antes de llegar a Ciudad Juárez están “haciendo su agosto”, ya que aterrorizan a los conductores acusándolos de que llevan droga y les quitan una lana a cambio de no someterlos a una exhaustiva y tardada revisión.
Para muestra lo que les pasó hace unos días a un grupo de jóvenes que iban rumbo a “El Chuco” para hacer unas compras.
Los chavos aseguran que sólo iban como siete en una ranfla y llevaban sus maletas con un cambio de ropa cada uno y al llegar al retén, los “guachos” de volada les marcaron el alto.
Dicen los chavos que los militares les estuvieron haciendo preguntas y preguntas además les insistían que les dijeran dónde llevaban el “clavo”.
Después de un rato y luego de constantes amenazas de revisar la camioneta de los jóvenes viajeros, uno de los soldados finalmente le dijo al conductor que “se pusiera la del Puebla” y asunto arreglado. Fueron 200 pesos con los que se conformó el militar para dejar que los chavos siguieran su viaje al “gabacho”. 

A mí no me constan estos hechos, yo solo escribo lo que la gente comenta.