*Madero y Espino, parecidos *García Chávez, el número 26 *Corral usa el bell 429 hasta para ir al oxxo *Tiran drón a balazos

EN TRES cosas se parecen Gustavo Madero y Rafael Espino, aspirantes a la gubernatura. Uno por acción nacional, el otro por morena, los dos parecen tener rasgos similares en la política. Uno es que esperan la candidatura caída del cielo, es decir, producto del flamígero dedo del gobernador o del presidente de la república. Otro aspecto similar en ambos personajes es que les encantan los negocios públicos y poseen gordas carteras que les gusta alimentar a partir de los cargos que ocupan. Y la tercera, es que los dos saben que sería muy difícil ganar una elección en puerta sin contar con el trabajo requerido en campo. Sin embargo, ahí andan, porque saben cómo se mueve el abanico en las alturas y esperan que caiga algo cuando el río esté revuelto y ellos sean los pescadores. Hay más de 25 aspirantes a la gubernatura, de todos los colores, sabores y corrientes ideológicas. Madero y Espino, andarán, si acaso, en la parte media de ese listado, muy alejados de los primeros lugares. Pero, bueno, también hay que decirlo, en este no hay nada escrito y por donde menos se le espera, brinca la liebre. Además, los cachitos de la suerte se reparten muy temprano, como dice aquél, y en una de ésas le pegan.

NO tiene ninguna autoridad moral Jaime García Chávez ni unión ciudadana para calificar el gobierno de El Paisita. El dizque abogado prestó en 2016 sus siglas y su firma al proyecto corralista. Sin embargo, por razones de ego e intereses políticos, rompió con el mandatario. Fue un ingenuo Jaime y recibió, por ello, una lección de quien le supera en malicia y cinismo. Como diría José José en una de sus famosas rolitas, García Chávez fue paloma por querer ser gavilán. No se vale, ni se puede, que hoy, después del peor fracaso de un gobernador, que ha existido en una gran parte de la historia de Chihuahua, salga a medios a decir que le hará un sondeo. No requiere nada de eso la administración de Corral, pues el desastre se halla a la vista de todos y es comentado por todos, a diario, en las redes sociales y en las calles. Visto este estado de cosas, no queda más remedio que pensar que el de unión ciudadana alimenta uno de estos dos propósitos: o anda en la búsqueda de arrendatario a quién prestar sus deterioradas siglas con rumbo al 2021 o pretende encabezar su propio proyecto, o candidatura, para de ahí irse a su biblioteca –de donde no debieron haberlo sacado- a engordar su infinita egolatría. Con la debida reserva del caso, La Fuente le colocará en el sitio número 26 de los aspirantes a gobernar el estado.

EL PAISA prometió cien veces vender el bell 429 que le dieron por la aseguranza del accidentado con Duarte, pero nunca lo hizo. Igual sucedió con la flotilla de aviones del gobierno del estado, que constituyó parte medular de su campaña. En unas cuantas semanas, al calor de las alturas, los juegos de golf y sus intereses políticos en cdmx, Corral olvidó sus promesas. Resultó ser un gobernador frívolo, sin interés en servir a los demás ni intentar darle progreso al estado. Optó por darle vuelo a la hilacha, como luego se dice, y borrar de su memoria el tema de la austeridad, con que tantas veces se le llenó la boca en campaña. A ver si ahora el asunto de la venta del avión presidencial le produce, aunque sea tantita vergüenza y se le ocurre algo para deshacerse de las aeronaves. La Fuente sabe que no se le pueden pedir peras al olmo y que a Corral no se le da eso de la sencillez y la humildad, como a amlo, pero, carajo, al menos debería dibujar la liebre. 

ESTE cobarde crimen no quedará impune, ordenó Corral que se escribiera en un boletín, al ser informado del asesinato de la activista juarense, Isabel Cabanillas. Imposible saber, por ahora, si pidió la difusión de ese comunicado desde alguna cancha de tenis, otra de golf, o desde la barra de un restaurante. Era fin de semana, así que no se puede saber si el mandatario andaba en Creel, El Paso o cdmx. Cada vez que matan a alguien en el estado, el gobernador repite esa frase, como si la trajera en una memoria usb para usarla en cuanto brinque la oportunidad. Ni caso tiene recordar los crímenes con nombre, fecha y lugar, porque todos, sean de personajes ilustres o humildes chihuahuenses, deberían hacer sentir por igual a la autoridad. A Corral le han valido tres cacahuates los asesinatos, sean quienes hayan sido las víctimas. Incluso, hay que recordar que en el caso de policías, ni siquiera se presenta a dar el pésame a las familias ni acelera el trámite de las pensiones. Por eso, que diga ahora, con la muerte de Isabel, la activista, que el crimen no quedará impune, no significa nada, pues lisa y llanamente, se trata de una frase vacía, de cajón, que usa sin sentir el gobernador.

POR si le interesa, le envían estas reflexiones al gobierno del estado, en relación al caso del drón que bajaron a balazos en Cuauhtémoc. Sin duda, constituye otra gravísima violación al ejercicio de la libertad de expresión. Es el estilo, lisa y llano, que imitan los subordinados del gobernador. Literal: ¿Tiene derecho una autoridad como la policía ministerial a bajar a balazos un drón de un medio de comunicación? La respuesta es sencilla y clara; No. No tiene derecho, no hay legislación publicada que le faculte. Pero lo que preocupa es la facilidad e irresponsabilidad con que un elemento con el rostro cubierto dispara balazos con una poderosa arma R15 en una dirección hacia donde hay un pueblo, Santa Lucía, un centro de trabajo de miles de personas, La Norteñita y una carretera muy transitada la de Chihuahua a Cuauhtémoc, con el único objetivo de bajar un aparato cuyo operador estaba al alcance de su vista. Se entiende que la autoridad fija una escena de crimen para evitar que se altere o se ponga en peligro a ciudadanos y policías. 

LA YEIDCKOL Polevnsky salió más pirata que nada y es hora que ya nadie la puede bajar del barco. En morena ya la comparan con la maestra Elba Ester Gordillo o algo parecido. Algunos dicen que busca una desconocida que el sistema siempre sabe dar a sus hijos desobedientes. Aquí en Chihuahua La Yeidckol se ha caracterizado por rescatar priístas y llevárselos a su redil. Mientras más tricolores, dicen, más les quiere y les acomoda en cargos de mediana relevancia. Por ejemplo, anda con ella el empresario Miguel González Lardizábal, de quien, aseguran, usa su avión particular para moverse por todo el país. El hombre del maletín es Fernando Villarreal, otro ex priista que le agarró el número a la presidenta de morena y que, incluso, hace negocios a su nombre en todo el territorio estatal y nacional. El Cucorrupto Ochoa es otro caso, pues sabrá dios cómo, pero, sumido en la mayor ignorancia y sin capacidad alguna, entró al canal del congreso. Oscar Leos Mayagoitia, otro tricolor, famoso por sus andanzas de corrupción y por el harem con el que ponía trampas en el congreso, constituye otro gigantesco botón de muestra. Necesitan otros dos, tres, o cuatro años, para consolidar sus negocios. Así que…