Entre el virus y el estrés

La pandemia de COVID-19 que se propaga en el mundo suscita varias reacciones psicológicas: unos están tranquilos, otros están preocupados, hay los que quedan presos del pánico. Los psicólogos están convencidos de que la percepción correcta de la situación puede reducir seriamente el riesgo de perjudicar la salud.

Lea recomendaciones de los expertos de la Universidad Estatal de Psicología y Pedagogía de Moscú (MGPPU, por sus siglas en ruso) en un nuevo artículo de RIA Novosti.

Qué no nos mata...

No cabe estar nervioso al menos porque, según los expertos, un grave estrés psicológico suele tener consecuencias fisiológicas. Esto puede provocar varias enfermedades psicosomáticas no vinculadas con la infección.

Los expertos exhortan mirar a la situación desde otro ángulo, cambiar la tonalidad sin intentar desestimar el problema. En la ciencia hay tal fenómeno como ‘eustrés’ o estrés positivo que da fuerzas a superar los obstáculos, impulsa a producir cambios, aunque puede tener las mismas consecuencias fisiológicas como el estrés negativo (‘distrés’).

“Las situaciones de crisis nos obligan a pensar de forma más madura dando por hecho la incertitud y problemas constantes”, explica la profesora titular de la MGPPU, Marina Rozenova.

Según los expertos, con tal postura psicológica dejamos de percibir automáticamente situaciones negativas y excesos con preocupación sino los evaluaremos sensatamente tras un análisis meticuloso, lo que aumenta considerablemente las posibilidades de evitar mala suerte.

Estamos juntos de nuevo

Las vacaciones obligatorias de los niños y el trabajo a distancia de los padres puede no sólo ser un magnífico suplemento a la vacaciones en familia sino resultar una prueba complicada para todos.

Según los psicólogos, pasando la cuarentena en familia lo más importante es quedarse en el mismo estado como le conocen sus niños en la vida normal. La responsabilidad y el cuidado no es una carga sino es un recurso energético y uno de los medios más eficaces contra el miedo.

“Si los niños están en casa solos sería mejor planear de antemano su día junto con ellos alternando estudios con entretenimientos. Trata de estar en contacto con ellos para que no se sientan solos o preocupados leyendo la información publicada en Internet”, señala la profesora de la MGPPU, psicoterapeuta Nina Chuprakova.

Si se siente ‘cerrado’ en casa, los expertos recomiendan percibirlo como la oportunidad de ocuparse de lo que tuvo que aplazar desde hace mucho: remueva muebles, lea un libro, organice un torneo de ajedrez en familia, vea fotografías y vídeos familiares, pruébese en el arte o la poesía, prepare un plato complicado.

Oficina en casa

Según los psicólogos, el período de adaptación de los empleados a las nuevas condiciones puede continuar de 1,5 a 3 meses. Un correcto análisis psicológico de la situación permitirá evitar la preocupación y el sentido de la culpa que afectan la autoestima profesional y personal incrementando rápidamente el grado de estrés.

Según los expertos, un gerente debe, ante todo, manifestar la paciencia y una actitud eficaz. Es importante evitar la manifestación de emociones excesivas vinculadas con un reforzamiento del control. Tal actitud conllevará más rápidamente a que los empleados pierdan la motivación y dejen de trabajar con el mismo ritmo.

Es necesario tener en cuenta también lo específico de nuevas formas de la interacción. Según los psicólogos, cualesquiera contactos indirectos durante la jornada laboral — sea una correspondencia intensa, audio- o videoconferencias — son una prueba más complicada para el sistema nervioso y psíquico que una comunicación habitual en la oficina, es decir, conlleva un cansancio más rápido y la formación de una motivación negativa.

Si las acciones de la administración son psicológicamente oportunas, según los expertos, el cambio del formato del proceso laboral no sólo puede pasar con pérdidas mínimas sino impulsará la aparición de nuevas ideas creativas.

Higiene del espíritu

Es necesario recibir la información fidedigna durante el período de la pandemia, especialmente para los que deben controlarlo todo. Al contrario, es necesario dosificar el acceso a la información de personas propensas a sentir preocupación y recelo.

Según los expertos, debido a varias peculiaridades personales, varias personas necesitan sentir una preocupación constantemente que se mantiene con frecuencia por pensamientos y pronósticos negativos. Las situaciones de crisis pueden conllevar a que se sientan como líderes.

Si uno de sus familiares se encuentra en tal situación, trata de centrar su atención en una actividad constructiva, aconséjeles ocuparse de algo que les obligará a sentir su importancia fuera de la situación alarmante.

“Como se sabe, la tranquilidad y un buen humor tiene un importante efecto preventivo. Las emociones positivas son capaces de proteger el organismo de enfermedades y las negativas suelen debilitarlo. Al armarse de técnicas probadas de control de estrés y autosugestión, cabe mirar hacia el futuro con un optimismo”, señala el empleado de la MGPPU, Alexandr Sechko.

Si entiende que no puede dominar el estrés no hay nada grave. Puede dirigirse para consulta a través de Internet o llamando por teléfono (+7-800-2000-122). Los psicólogos recuerdan que no está solo en el mundo