Termina llorando tras recibir dos golpes en la entrepierna en combate

EU.- No importa lo violento y salvaje que pueda parecer un deporte de combate. Tampoco que aparentemente el reglamento permita todo tipo de ataques y técnicas de cualquier clase para hacer daño al rival. Siempre, sin excepción (y si alguien la conoce, que nos la diga... para mantenernos lejos) habrá al menos una norma clara: los golpes bajos están prohibidos.

Por si algún lector no está familiarizado con la terminología, este eufemismo indica que bajo ningún concepto está permitido atacar la entrepierna y los genitales del rival. Es una regla de lo más sensata, como sabrá cualquiera que, esperemos que de manera no intencionada, haya sufrido algún choque más fuerte de la cuenta en esa parte de su anatomía. Hay alguna que otra investigación científica que apunta a que el dolor podría ser tan intenso como el de un parto, o más, así que pegar ahí supondría acabar el combate por la vía rápida de manera muy poco deportiva.

Para hacerse una idea de lo traumático que puede llegar a ser, basta con ver a Peter Stanonik. Este luchador de artes marciales mixtas (MMA) de peso welter, hasta 77 kilos de peso, está acostumbrado a dar y recibir todo tipo de tortazos, a cuál más brutal, y a seguir adelante como si nada. Sin embargo, ante la patada que se llevó acabó llorando por el suelo como un niño pequeño. Y no seremos nosotros quienes se lo reprochemos.

El incidente ocurrió durante el episodio 245 del Bellator, el campeonato de este deporte que se considera el segundo más popular (al menos en el mercado norteamericano) tras la UFC, celebrado el pasado viernes en Uncasville, en el estado de Connecticut. El perpetrador del golpe fue su rival del día, el veterano Raymond Daniels, que es precisamente el vigente campeón de la categoría.

Daniels es famoso por su estilo espectacular de pelear, que incluye a menudo golpes “de espaldas”, girando sobre su propio cuerpo y sin llegar a ver dónde pega; normalmente el impacto suele ser en una pierna o en el costado del contrario. Por este motivo se consideró que no lo había hecho con maldad sino que había sido un accidente desafortunado, de manera que no hubo descalificaciones. El combate se consideró nulo.

Se da la circunstancia, curiosamente, de que el pobre Stanonik recibió no una, sino hasta dos patadas similares. La primera ocurrió durante el primer asalto, y también llevó a la víctima a retorcerse de dolor en el suelo, aunque tras cinco minutos (lo máximo que permite la normativa) pudo levantarse y volver a competir. Tras la segunda ya no hubo manera; de hecho, acabó siendo trasladado al hospital, donde le diagnosticaron una contusión, por suerte sin más daños en su aparato reproductor.

Daniels no dudó en excusarse, tanto en la rueda de prensa posterior a la pelea como en sus redes sociales. “Lo primero, espero que mi oponente esté bien y le deseo una rápida recuperación. Quiero pedirle disculpas tanto a él como a su equipo y a la afición por haber terminado el combate de esta manera. Nunca lanzaría un golpe ilegal para herir a un oponente, mucho menos dos veces”.

La víctima, sin embargo, no está demasiado convencida. “Sé en mi corazón que iba a ganar esta pelea por KO en un minuto o dos. No sé si fue a propósito o no, pero sí sé que eres responsable de los golpes que das, y esas patadas cambiaron el transcurso de la patada y no hubo ninguna revisión. Tendrían que haberle descalificado. Decir que estoy tenso es quedarse corto”.

Llama la atención que no fue este el único combate del Bellator 245 que hubo de suspenderse por golpes no intencionados en la entrepierna. El enfrentamiento de pesos pesados entre Jack May y Tyrell Fortune también quedó anulado después de que el primero asestara un rodillazo al segundo. La lucha más importante de la velada, en peso semipesado entre el campeón Phil Davis y el aspirante (y antiguo campeón de la UFC) Lyoto Machida se resolvió con normalidad a favor del primero.

Tomado de yahoo noticias.