Espectáculos

Sube el telón el marido perfecto a la nueva normalidad

México.- l filo de las 8 de la noche, la ovación volvió a escucharse en el teatro Insurgentes. Jesús Ochoa, Lisa Owen, Rodrigo Murray, Cecilia Galliano, David Orci, Gabriela Mellado y Daniel Gama...
  • Por Editor04

México.- Al filo de las 8 de la noche, la ovación volvió a escucharse en el teatro Insurgentes. Jesús Ochoa, Lisa Owen, Rodrigo Murray, Cecilia Galliano, David Orci, Gabriela Mellado y Daniel Gama provocaron esa reacción con sus actuaciones; aunque en el primer ensayo de la obra El marido perfecto con público hubo más que eso, el sentimiento “estaba a flor de piel”. Ellos, por estar de regreso en un escenario; y sus invitados, por disfrutar un espectáculo de manera presencial y sonreír, aun con todo y cubrebocas. 

“Es una maravilla estar con ustedes, otra vez, les juro que todos aquí los ansiabamos, los deseábamos, qué bueno que ya estamos juntos otra vez, a pesar de y en estas condiciones. Hoy en día es muy importante el boca a boca y el tapaboca (risas), díganle a la gente si les gusto, ayúdenos para rehacer nuestra industria teatral en México”, expresó Ochoa luego de 90 minutos en los que, como Plácido, un hombre que, dijo, “no es mandilón, simplemente le gusta y sabe cómo tratar a las mujeres”, provocó las risas y carcajadas del público, al someterse a los caprichos de su esposa Dorothy, interpretada por Owen, quien luego de ocho años vuelve a hacer comedia.

Después de siete meses, las risas aparecieron en el icónico foro e hicieron comparsa a ese Marido perfecto, la nueva producción de Rubén Lara y Tina Galindo que tendrá su estreno mañana: una comedia de enredos y situación que le ha devuelto la vida al teatro porque permitió que el telón abriera.

La nueva normalidad también estaba ahí, tomando el protagonismo del que se apoderó en marzo, daba la bienvenida al público que sin “chistar” desde la entrada asumía el protocolo: gel, toma de temperatura y tapete desinfectante, que se complementaban con la sana distancia que las acomodadoras ejecutaban al indicar su lugar a los espectadores, quienes poco antes de las seis de la tarde hacían fila para reencontrarse con la diversión. 

Mientras tanto, adentro, los actores compartían “los nervios, la ansiedad y esa sensación de mariposas en el estómago que da un estreno” con el director Antonio Castro, quien con 25 años de experiencia, está debutando en el Insurgentes. 

“Para mi es un regalo estar aquí y me siento muy orgulloso del trabajo que hemos logrado. Evidentemente hay condiciones que son inéditas: vamos a estar con 30 por ciento de la sala, hay distancia entre los actores, hemos ensayado con cubrebocas, hay besos en la obra que resolvimos de manera chistosa; son tiempos que exigen reinversión, lo importante es no quedarnos ahí pasmados, sino seguir adelante”, enfatizó.

Y compartió la anécdota de la trama “Es una historia muy chistosa, que tiene que ver con la vida conyugal. Es la historia de una pareja, Plácido y Dorothy, interpretados por Jesús y Luisa, que cumple 25 años de casados, y Dorothy ha tenido la descocada idea de repetir la boda igualita como hace 25 años, se casaron en Acapulco, por lo que la historia se desarrolla en la suite del hotel”, dijo al tiempo que el público empezaba a entrar y se escuchaba una voz en off dando la “primera llamada, primera”. 

Para entonces, el elenco en sus camerinos detallaba su maquillaje, peinado y vestuario, luego de que ya habían compartido su ritual en medio del escenario para desearse suerte, por lo que no faltó la clásica frase “!Mucha mierda!”.

La segunda llamada apresuró a los actores y al público que entraba a la sala. Todos con cubrebocas, expectantes ante su primera vez en el teatro Insurgentes en tiempos de pandemia; mientras que Rubén Lara seguía checando que toda la producción,  luces, sonido y escenografía, estuviera preparada para dar la “¡Tercera llamada, tercera. Comenzamos!”. 

Tomado de milenio.

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