*Otra exhibida a corral *El expediente de el chanclas *La última de escamilla *El regidor influyente

DICEN que algunos esperan a que El Chanclas asome la cabeza para sacarle un negro expediente. Como no tiene llenadera, Carlos Borruel comenta soterradamente que buscará la candidatura a gobernador. En realidad, tratará de ser diputado federal vía plurinominal y agarrar fuero antes que la justicia le alcance. Aseguran que en ese expediente aparecen bastantes acciones de lavandería del titular de coesvi. Es que, afirman, es demasiado el dinero sucio que ha hecho en su trayectoria pública. Es literalmente imposible que justifique esa inmensa y dudosa fortuna como para todavía levantar la cabeza para disputar una candidatura de ese tamaño. Borruel ha sido el peor presidente municipal que ha tenido Chihuahua. En su paso por la alcaldía, fue bautizado como El Diezmo por la cuota por adela que le exigía a cada proveedor antes siquiera de ganar alguna licitación. No tiene nombre lo que hizo en la policía municipal durante la época más oscura en materia de inseguridad pública que jamás haya existido. Así que, aseguran, saldrán todas las aguas negras de su carrera política en cuanto haga públicas sus supuestas aspiraciones . Dicen que con las puras cirugías que ha pagado tiene para no poder explicar lícitamente sus ingresos, ahora con las casas, carros, negocios, flotillas de taxis, constructoras y predios que ha amasado.

QUÉ buena exhibida le dio el diputado Miguel Colunga al gobernador del estado. A pesar de estar incluída en el Plan Estatal Hídrico, la presa Palanganas fue desestimada por El Paisita. O seáse, no cumplió con la construcción de la obra aún y cuando la metió a su plan de gobierno. Ah, pero eso si, se tiró al piso y se rasgó las vestiduras fariseicamente, en la batalla del agua contra la federación. Luz de la calle y oscuridad de la casa, le dirían a Corral, al saberse otra hipocresía con las que suele manejarse en la política. Le exigía a amlo no usar el agua de La Boquilla para pagar a los estados unidos y a la vez incumplía a los chihuahuenses con la construcción de la presa Palanganas. A Colunga no le contestó ni Corral, ni Desarrollo Rural ni la Junta de Aguas, pues lo dejaron en visto en las gestiones que realizó el diputado de morena. Esa obra beneficiará al valle de Casas Grandes y Nuevo Casas Grandes. Será utilizada para almacenar agua de riego y al parecer para el consumo humano. Así que, otra vez Corral hace el ridículo entre el decir y el hacer, ni modo, para el perjuicio de los chihuahuenses. Afortunadamente, en este caso, la obra será construída por la federación.

LALITO Fernández, el único contador, o economista, que es secretario de salud, debería darse una vuelta por palacio. Y de pasada, ya ahí, en la casa de cantera, dar una platicadita con Escamilla, el oficial encargado de la escolta del gobernador del estado. Es que, según se sabe, no deja descansar a sus muchachos ni aunque hayan dado positivo al coronavirus. Es el caso de Adán Martínez, policía de la guardia de El Paisita, al que obligó a ir a trabajar a pesar de tener en sus manos el resultado del test sobre el covid. Dicen que esa raza ya lleva muchas millas sin mantenimiento, la verdad de las cosas. A la mayoría de ellos les ha tocado cuidar a Patricio Martínez, Reyes Baeza, César Duarte y ahora Javier Corral y les piden presentarse frescos como una lechuga sin derecho a enfermarse, pues es misión imposible. Por eso afirma el viejo y conocido refrán, como decía el chapulín colorado, que el chango nuevo no aprende maroma nueva. Escamilla no ha cambiado su estilo desde hace largo rato y sus técnicas y estrategias datan del año del caldo. Por ejemplo, desde hace mucho que los guardias deben ser invisibles para crearle al político un aura de seguridad y tranquilidad frente a la ciudadanía. Ah, pero al capitán retirado del ejército le encanta salir en la foto y en la TV y no puede desaprovechar cada oportunidad de salir en medios al estar pegado al gobernador. Pero con Adán se pasó de la raya porque no solo pone en riesgo a su compañero sino a toda la tropa y el objetivo mismo.

QUÉ ondas con ese poli dijeron sus propios compañeros, al ver el influyentismo que goza. Es que, resulta que el sargento segundo, Jamir Gerardo Atienzo, no le tiene miedo ni diablo ni al coronavirus. Con eso de que su hermano es escolta del regidor que preside la comisión de seguridad en el cabildo, se siente el uy-uy-uy de la corporación. Por eso se puso como gallo de rancho con la célula covid que le reventó una pachangavirus. Bueno, dicen en los chats policiacos que les dijo a sus compañeros hasta de qué se iban a morir. Es más, quién sabe si eso ya sea grilla, pero aseguran que hasta se fue de boca en eso del futurismo político. Wilberth Atienzo es el escolta del regidor Javier Sánchez, el hermano del incómodo, de quienes dicen caminan despacito, como entre nubes, como si trajeran zapatos nuevos en un domingo soleado. De hecho, también Jamir fue escolta del regidor y se dice que es especialista en hacer escándalos por todos lados. No hace mucho, fue balconeado por sacar la pistola en un puesto de tortas, imagínense y así quieren brincar de nivel. En fin, el regidor debería tomar cartas en el asunto, porque, pues, es el que le pasa corriente al sargento segundo, ¿o no?

EN TOTAL serán cuatro los hospitales móviles que arriben al estado de parte de la federación. La red hospitalaria local ha sido definitivamente rebasada por la pandemia. Dos estarán en Ciudad Juárez, uno en la ciudad de Chihuahua y otro más en Nuevo Casas Grandes. Cada uno tiene capacidad de veinte camas, además camillas, monitores y ventiladores para pacientes con coronavirus. Son acompañados por 14 personas entre médicos y enfermeras, con el objeto de atender de inmediato a las personas contagiadas del virus. Los hospitales son fabricados con lona térmica exterior y lona interna que es perfectamente lavable y desinfectable. Gabriel García Rodríguez, director de comando operativo de emergencias de la secretaría federal de salud, es el que está al frente del tema de los hospitales móviles. Hay en Chihuahua una crisis de salud inusual que jamás se había vivido en la historia reciente. No hay camas en los nosocomios  locales, públicos y privados, no solo para pacientes con covid, sino en general para todas las enfermedades. Así que, cuatro hospitales móviles llegarán como caídos del cielo a la entidad. Así, Corral podrá irse tranquilamente a jugar golf o de visita con sus homólogos federalistas para ver cómo conspirar contra la federación. 

QUÉ vergüenza de gobernador, señalaron chihuahuenses en redes sociales al referirse a El Paisita. Es que, mientras arribaba a la ciudad el hospital móvil con toda la esperanza de quienes sufren el contagio del covonavirus, Corral andaba en Michoacán echando grilla. No alcanzan las palabras para otorgar el calificativo que merecería el gobernador, la verdad de las cosas, pues mientras decenas de ciudadanos sufren el rosario para hallar camas o médicos en los hospitales locales, el mandatario andaba de paseo. Sin embargo, la irritación social se hizo presente en las redes con diversos comentarios de todo tipo pero siempre bajo esa perspectiva. El egocentrismo y el personalismo con que gobierna, la falta de entendimiento para manejar las instituciones y sus torpes afanes de venganza, dirigidos a molinos de vientos, causados por su propia confusión, han llegado al límite. No le importa al señor gobernador la crisis de salud que vive la entidad y que para algunos fue motivada en pleno otoño por el cambio al naranja en el semáforo epidemiológico, es decir, por ese garrafal error hubo que regresar al rojo. Ah, pero de nueva cuenta anduvo en los aviones de El Pasito Ismael Rodríguez, de su empresa extranjera, que factura por supuesto a cargo del gobierno del estado los caprichos de Corral. Qué barbaridad.