Espectáculos

No defrauda en su estreno la serie dime quién soy

España.- El principal peligro al que se enfrentan muchas novelas llevadas a la televisión es que el espectador note demasiado que la historia ha pasado antes por el papel. Exactamente eso ocurre con "Dime...
  • Por editora 03

Imagen del primer episodio de la esperada miniserie

Imagen del primer episodio de la esperada miniserie

España.- El principal peligro al que se enfrentan muchas novelas llevadas a la televisión es que el espectador note demasiado que la historia ha pasado antes por el papel. Exactamente eso ocurre con "Dime quién soy", la megaproducción española que este mismo viernes ha estrenado Movistar+. Producida por DLO, en colaboración con Telemundo, la adaptación está dirigida por Eduard Cortés y protagonizada por la actriz Irene Escolar.

 La serie, perfecta adaptación del "bestseller" de Julia Navarro, huele a libro por todas partes. Salvando este pequeño escollo, resulta muy entretenida y a buen seguro hará muy felices a los amantes de las grandes historias. La vida de Amelia Garayoa es lo más parecido a un culebrón muy bien contando, en donde ya no caben más aventuras, desventuras y desgracias.

Las más de mil páginas del libro condensadas en nueve intensos episodios, de cincuenta minutos cada uno, siguen la turbulenta biografía de Amelia Garayoa, una mujer de principios del siglo pasado, dispuesta a todo por defender sus férreos principios, derechos y convicciones. Profundamente marcada por los cuatro hombres que pasaron por su vida (su marido Santiago, el revolucionario Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y Max von Schumman), Amelia protagoniza a lo largo de 50 años un intenso viaje por algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XX, desde el alzamiento de los fascismos hasta las guerras europeas más descarnadas, llegando incluso a convertirse en espía.

 Tardó tiempo el productor de la serie, José Manuel Lorenzo, en convencer a Julia Navarro para que le cediera los derechos de su obra y poder convertirla en serie de televisión. Finalmente lo logró con una condición, que se esmerara hasta la extenuación por conseguir un producto con el que sus lectores, tras verla, no se sintieran defraudados. Tanto Lorenzo como el director y Movistar+ se han esmerado desde un principio en cumplir su deseo. Y lo han conseguido.

Una preproducción de más de un año, 9 meses de rodaje, distintas localizaciones en Madrid y Budapest, que recrean ciudades como París, Berlín o Buenos Aires, infinidad de figurantes, una ambientación de época cuidada al detalle y la magistral interpretación de Irene Escolar en el papel protagonista han contribuido especialmente para que sus millones de fans en todo el mundo puedan estar bien tranquilos con el resultado de la serie.

 "La serie nos sería la misma sin la magia que derrocha la actriz Irene Escolar en cada secuencia"

 Irene Escolar, ganadora del Goya en 2016 a la Mejor Actriz Revelación por "Un otoño en Berlín", construye un personaje lleno de matices y registros. Una explosión de talento que llena la pantalla, gracias a su inconfundible y melódica voz, su emblemático semblante, sus gestos, sus silencios, sus risas y sus lágrimas. La actriz no baja la guardia en ningún momento, pese a la cantidad de secuencias y horas de rodaje invertidas en su personaje. Su personaje desprende tanta inocencia como dulzura, tanta fuerza como desgarradora entereza.

Todo el reparto de "Dime quién soy" es de lo más convincente. Junto a ella destacan Oriol Pla, fantástico bajo la piel de su primer gran amante, Pierre Comte; y actores internacionales como Will Keen, en el papel de Albert James; y Pierre Kiwitt como el alemán Max von Schumman.

 La factura de la serie como todas las producciones de Movistar+ es impecable. Cuidada hasta el más mínimo detalle, no dejan de ocurrir millones de cosas en la serie, tomadas de una novela de cientos de páginas, llena de elementos de película como son el desamor, la infidelidad, el espionaje, las muertes, las guerras y todo tipo de tragedias. En definitiva, un no parar de acontecimientos muy bien armados que, sin llegar a volver loco al espectador más crítico y exigente, la convierten en sumamente placentera.

 

 

Con información de El Confidencial

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