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Lleno absoluto en la Catedral para asistir al lavatorio de pies

Chihuahua.- Ante una Catedral Metropolitana totalmente llena de fieles, el Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckman, ofició esta tarde la Eucaristía central de este Jueves Santo,...
  • Por Francisco Milla

Durante el lavatrorio de pies

Durante el lavatrorio de pies

En la Catedral

En la Catedral

El Arzobispo lavó los pies de los jóvenes

El Arzobispo lavó los pies de los jóvenes

Lavó los pies de 12 jóvenes

Lavó los pies de 12 jóvenes

Chihuahua.- Ante una Catedral Metropolitana totalmente llena de fieles, el Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckman, ofició esta tarde la Eucaristía central de este Jueves Santo, que volvió a estar protagonizada por el tradicional lavatorio de pies con el que, año tras año, se escenifica el pasaje bíblico en el que Jesús lava los pies de los apóstoles antes de su prendimiento.

Miranda Weckman rememoró el gesto de humildad del Hijo de Dios durante la última cena, poco antes de su pasión y muerte, lavando los pies de 12 monaguillos ante el altar mayor de la Catedral. El Jueves Santo es un día cargado de simbolismo para la Iglesia, pues se considera que esa última cena marca el surgimiento de ésta, así como la institución de la comunión con Cristo.

Según el propio Arzobispo, con el lavatorio de pies Jesucristo trató de enseñarnos a ser humildes y aprovechó para pedir a los asistentes que sean conscientes del sacrificio que éste hizo. En este sentido, dijo que Jesús no hizo ese acto "como un show o un espectáculo", sino como un acto de "humildad y servidumbre", que las personas deben tener con todo el mundo.

A este respecto, añadió que esa humildad y servidumbre está presente cada vez que alguien da la mano a otra persona, cada vez que alguien saca tiempo para visitar a un enfermo o familiar, cada vez que se lucha por conservar la unión familiar, la paz y el respeto. Los asistentes siguieron con gran solemnidad el acto, que ya se convirtió en uno de los centrales de la Semana Santa Chihuahuense.

Constancio Miranda hizo hincapié en que lo que hoy se conmemoraba, la última cena de Jesucristo con sus discípulos, se constituyeron la comunión, la Iglesia y los sacerdotes. En este sentido, afirmó que cuando Cristo entregó el pan a los apóstoles diciéndoles "tomad y comed todos de él porque este es mi cuerpo que se entrega por vosotros" instituyó la comunión, mientras que al añadir "haced esto en conmemoración mía", hizo lo propio con la Iglesia y el oficio de sacerdote, encargándoles continuar con el predicamento de la palabra de Dios.

La Eucaristía central del Jueves Santo concluyó con la habitual bendición de panes por parte del Arzobispo. Al igual que en la Catedral, el lavatorio de pies se llevó a cabo en todos los templos de Chihuahua por parte de cada uno de los padres titulares de cada parroquia, llevando el mensaje de humildad y misericordia de Jesús a todas las colonias y rincones de la ciudad.

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