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Durante 6 años esposa de policía fue víctima de violencia familiar

Chihuahua.- Durante seis años, Ana de 34 años, sufrió de violencia familiar por parte de su pareja, quien se desempeña como policía; finalmente decidió dejarlo...
  • Por Reportera AP3
Durante 6 años esposa de policía fue víctima de violencia familiar

Chihuahua.- Durante seis años, Ana de 34 años, sufrió de violencia familiar por parte de su pareja, quien se desempeña como policía; finalmente decidió dejarlo para superar este trauma, por lo que hizo la recomendación a todas las mujeres que estén en su caso, lo denuncien y se den cuenta de que su autoestima y salud es más importante que cualquier otra cosa.

“Tengo 34 años y hace 3 años me separé, lo conocí estuve casada durante 8 años, a partir de mi primer embarazo el ejercía sobre mi maltratos psicológicos, al tiempo empezaron las agresiones más fuertes, agresiones físicas". Recuerda con tristeza Ana.

"Mi autoestima iba disminuyendo, el me cuestionada el por qué me arreglaba tanto para ir al trabajo, empezaba a decirme que no me vistiera de tal manera, empezó a quebrar mi maquillaje, me trataba de mal todo el tiempo ya eso era algo común para mí, me manipulaba de tal forma que no me daba cuenta de sus agresiones. Con el paso del tiempo uno se va acostumbrando y lo aguantas porque lo quieres y por tus hijos”.

¿Por qué crees que los hombres ejercen violencia sobre las mujeres?
“Es como un estigma social que el hombre, el macho, el fuerte, y la mujer callada, sumisa, es por eso que ellos se dan la valentía de ejercer la violencia, aparte de en muchas ocasiones los hombres que golpean a las mujeres, vienen de una vida muy dura veían como sus padres golpeaban  a sus madres o tenían problemas de adicción y los llevaban a volverse violentos, eran ejemplo que tenían en casa entonces repiten lo mismo”. Nos contó Ana mientras nos observaba.

¿Cuándo fue la vez que llegaste a un límite y no aguantaste más?
“Esto fue al primer año de vivir juntos, me golpeaba y hasta que uno dice basta, porque si no te das cuenta de que entras en ese círculo de violencia. Un día le saque toda su ropa y se la acomode en su camioneta y el intentó suicidarse, llego la policía, entonces dije hasta aquí ya, y me fui a vivir con mi mamá y desde ahí lo empecé a ver muy esporádicamente.

Luego de contar brevemente su historia y hacer un momento de silencio le preguntamos ¿Alguna vez trató de abusar de ti?
“Si, no solo me golpeaba o me insultaba sino que también me obligaba a acostarme con él, me violó en muchas ocasiones”

¿Tus hijos presenciaban esos actos?
“Si mis hijos vieron muchas veces cuando él me golpeaba, y trataban de defenderme pero terminaban lastimados también yo no quería eso, una como madre siempre quiere lo mejor para sus hijos y eso no lo era. Además tampoco quiero que cometan los mismo errores que su padre, así aprendían un mal ejemplo, iba a ser como un círculo vicioso que no termina, más porque el día de mañana iban van a formar una familia  y van a cometer los mismos errores que él”.

¿Y ellos que te decían al respecto?
“Mi hijo de siete años lloraba y se desesperaba, le gritaba a su papá que me dejara, que se fuera de la casa porque él le iba a pegar y mi hija creció sin amor hacia él, y hubo un tiempo donde entre ellos se agredían, ellos presenciaban este maltrato casi todos los días”.
“Primero comenzó a golpearme cada por semana, luego cada tres días, y hasta que se convirtió en algo diario, él lo hacía muchas veces bajo los influjos del alcohol y las drogas”.

¿Lo denunciaste?
“No, nunca lo hice porque él es policía y aparte su papá trabaja en una dependencia de Gobierno. Quienes padecemos estos actos tenemos un miedo que nos aprisiona, aun cuando corre peligro nuestra vida. Yo nunca pensé en hacer la denuncia."

¿Tu familia te apoyó?
“No, para nada. Mi familia veía y cerraba los ojitos y oía, pero no, nunca me dijeron nada. En cambio el padre de él, si le llegaba a llamar la atención al momento que él señor veía que me maltrataba, y si me defendía. Pero lo único que se generaban eran más problemas porque ya después él discutía con mi exsuegro”.

¿En alguna ocasión te golpeo tanto que acudiste a recibir atención médica?
“Me golpeaba mucho, pero de esas lesiones nunca me atendí por vergüenza, yo misma me decía, no como voy a acudir a una institución de salud para que me curen los golpes por violencia intrafamiliar, y no nunca fui, pero si tengo lesiones en el cuello, en las piernas donde me pegaba mucho”.

¿Pensaste en algún momento que él podía cambiar?
“En algunos momentos lo pensé; pensaba que él podía llegar a cambiar por mí y nuestros hijos, pero no cambiaba nunca. Ya comprendí que a ese proceso se le llama luna de miel, después de que te golpea, pide que lo perdones, que no se dio cuenta y promete que no lo volverá a hacer más. Tu escuchas ese verso y después te golpea de nuevo.”

¿Cambió tu vida después de todo lo que pasaste?
“Si, mi vida cambió totalmente, dio un giro por completo, me aparté de mi marido violento, me hice más fuerte. Ya veo con claridad que soy una persona, antes era cualquier cosa. Hago muchos esfuerzos para tener mi casa propia. Antes no valía nada de lo que hacía. Al encontrarme a mí misma encontré paz, tranquilidad y la libertad de ser una persona, de poder ser yo. Empecé a valorarme más a valorar la vida y a mis hijos hoy no dejaría que algo así me vulva a pasar, me esfuerzo cada día por ser una mejor persona por ser una mejor madre y profesional, actualmente estudio en la Facultad de Antropología e Historia, a pesar de que esto me va a acompañar toda la vida es una etapa que ya supere pero que nunca voy a olvidar”.

¿Cómo fue que te acercaste a pedir ayuda?
“Lo que pasa es que me daba miedo, me daba vergüenza el estar frente a todas las mujeres lloronas maltratadas y ser una más de ellas, eso era lo que pensaba, porque debería de contarle mis problemas a alguien que ni siquiera conozco, y ya encontré un folleto del Cepavi y ya agarre el teléfono para pedir información y me di cuenta que aquí me iban a brindar mucho apoyo en la violencia extrema en la cual yo estaba viviendo, durante 6 largos años.

Luego de esta entrevista y conocer su historia y dolor para finalizar  le pedimos que nos dijera una simples palabras sobre las mujeres golpeadas.
“No tengan vergüenza, ustedes no son culpables de la violencia que ejerce el hombre en su contra, no sean ustedes también generadoras de violencia porque esto llega a dañar demasiado a sus hijos y se pueden refugiar en drogas o practicar el llamado bullying y se va haciendo una cadena de violencia la cual no acabará nunca”.

“Hay miles de mujeres que desconocen que existe otra vida además de la de los golpes. Que no tengan miedo a contar por lo que están pasando, dejen que otros los ayude, porque corre en peligro sus vida que nadie tiene el derecho de tratarlas así. También que hay que enseñarles a sus hijos que tienen que ser buenas personas tratar al otro con respeto. Y que sobre todo  hacernos valorar y no dejar que otros nos humillen”.

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