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Recogen gasolina de derrame en Tabasco

Tabasco.- Decenas de personas, sin restricción de autoridad alguna, recogen gasolina en un derrame suscitado por la 'ordeña' a un poliducto de Pemex, en las inmediaciones...
  • Por Denisse
Recogen gasolina de derrame en Tabasco

Tabasco.- Decenas de personas, sin restricción de autoridad alguna, recogen gasolina en un derrame suscitado por la 'ordeña' a un poliducto de Pemex, en las inmediaciones de la comunidad de San Miguel.

En camionetas, motocicletas, bicicletas o a pie, llegan apresurados como si se tratara de recoger oro, a la altura del puente de un canal, que es el último sitio de cinco donde se acumuló el combustible.

Con este derrame, suman cinco los que en 37 días han sido provocados por los que roban combustible a Pemex, según reportó la propia empresa pública.

Por su cantidad, la gente se distribuyó a lo largo de un kilómetro para llenar sus tambos. Es un tramo carretero donde se respira el fuerte olor tóxico de la gasolina y donde a su margen izquierda pasa el derrame: Un riachuelo con un tono de rojo.

En su mayoría son campesinos y comerciantes que para recoger el combustible lo mismo se organizan con sus hijos o forman espontáneamente grupos con sus vecinos del poblado.

De cualquier forma, hay uno que se mete en la parte de en medio del canal y con cubeta o jícara saca la gasolina para que otro la reciba y la trasiegue a garrafa o tanques.

Algunos se sumergen sólo con chanclas y se quejan que les arden los pies; sin embargo, continúan en la tarea.

-¿Qué tanto les sirve esta gasolina?- se le pregunta a uno de los lugareños.

"Esta gasolina está buenecita, mire como está limpia; no tiene agua, porque se asienta", expresa optimista al momento de llenar uno de sus bidones de 50 litros.

De hecho, algunos trasegaron directamente a los tanques de sus camionetas cuando habían llenado ya sus tambos, luego encendieron motores y partieron sin problema alguno.

"Yo me dedico a la (cosecha de) caña, pero a como está la crisis económica, no hay chamba y esta gasolina nos sirve, aunque sea para un ahorro en lo que necesito para la camioneta", dice uno de los lugareños, al que lo auxilia su hijo de aproximadamente 10 años para el trasiego con cubetas a un tanto que acaba de llenar.

Para llegar del poblado a la zona del derrame, es un kilómetro de carretera asfaltada y otra de terracería, con al menos siete tramos lodosos, pero con tal de llegar abastecerse del combustible, sin pagar un peso, tampoco importa este obstáculo.

La vigilancia tampoco es obstáculo. Hay apenas seis policías municipales que prefieren guardar una distancia de 200 metros del segundo paraje, donde hay entre 20 y 30 personas recogiendo la gasolina.

El derrame no sólo significó jauja para los lugareños, sino también muerte para parte de la fauna del lugar. José Alfredo muestra un mapache recién fallecido, como consecuencia del fuerte olor de la gasolina, y advierte que prevalece el riesgo también para el ganado.

"Esto es incontrolable para el mismo Gobierno. Nos sentimos en riesgo y por eso, acabamos por cruzar más 100 reses para el otro lado de la carretera, porque por el puro olor afecta mucho al ganado", expresa.

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