Opinión

Fecha inolvidable

  • Por Daniela Jiménez
Fecha inolvidable

Luis Ochoa Minjares

Columna: Comentarios de prensa

El 13 de septiembre del año de 1847, es una fecha que jamás debemos olvidar, pese a los grandes esfuerzos de las hegemonías imperiales de  echarle tierra y borrarla de la historia universal.

Después de la gesta de Cuauhtémoc, llamado emotiva y apropiadamente por Pablo Neruda como “el primer luchador antiimperialista de América”, destaca la jornada épica de los Niños Héroes de Chapultepec quienes ofrendaron sus vidas en la desigual batalla frente al ejército invasor.

Dos hechos históricos que los mexicanos hemos de conservar siempre frescos en la memoria porque la amenaza del exterior no cesa y sierre acecha y se manifiesta en las formas más sutiles e inesperadas.

De los cinco cadetes que enfrentaron al invasor yanqui en el Castillo de Chapultepec el 13 de septiembre de 1847, recordemos en forma particular al joven gigante chihuahuense Agustín Melgar, por haber nacido en la capital del Estado.

En la acera de la antigua dalle de San Francisco, ahora llamada de la Libertad , esquina con la calle 13, de la capital de nuestro Estado, el viandante se topa con un flamante edificio público al servicio de la comunidad, en cuya puerta principal una discreta placa de bronce alude a su carácter de monumento histórico. Es el edificio Agustín Melgar construido en el interinato de Saúl González Herrera.

Enfrente, en la esquina de la majestuosa Plaza Mayor construida por el gobernador Patricio Martínez, se yergue majestuosa la gran estatua de nuestro Niño Héroe, exactamente en el sitio donde nació.

Edificio y Monumento han de servir para mantenernos siempre alertas y no olvidar jamás esta fecha: 13 de septiembre de 1847.         

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