Mi Pódium

Zhuravsky

  • Por Osbaldo
Zhuravsky

Tienen que ponerse abusamos, muy abusamos, los diputados, locales o federales, para no terminar como Vitaly Zhuravsky, el de Ucrania, en un contenedor de basura.

Los legisladores deben cuidar el Poder al que pertenecen, sin importar que hayan salido postulados de un partido político y que, generalmente, sean parte del sistema.

Deben cuidar la supervivencia propia.

Cada vez más, la percepción ciudadana califica no solo la labor, sino la existencia misma de los diputados, como algo innecesario.

En términos generales, la verdad sea dicha, solo están para aprobar las iniciativas del poder en turno, es decir, del ejecutivo, sea del partido que fuere.

Su relación con los ciudadanos y la prensa es como la de Gepetto y Pinocho.

Es decir, son creados, cuidados e impulsados por los medios y los ciudadanos pero, de repente, se olvidan de su origen, se sienten con vida propia y empiezan a mentir.

Pero su nariz los delata.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi pódium.