Se presenta Miley Cyrus en la Ciudad de México... sin bandera

Ciudad de México.- Bien dicen que el alma de un joven no conoce la cordura, sino la locura y el descontrol y la fiesta eterna, más con una Miley que incluso se puso un huipil.

Y la prueba de toda esta rebeldía es Miley Cyrus y su Bangerz Tour, quien llegó esta noche con todo su reventón a la Arena Ciudad de México, donde se reunieron 15 mil "smilers", según organizadores.

Por los pasillos del recinto de Azcapotzalco desfilaron chicos arriba de los 12 años, con la actitud de querer comerse el mundo de un gran bocado, justo como lo ha hecho la estadounidense con su extravagante personalidad.

Rompiendo las reglas del tiempo y la puntualidad Cyrus apareció sin aviso alguno a las 20:52 horas, y enloqueció a todos con "SMS (Bangerz)", en la que un oso rosa apareció para twerkear junto a su creadora.

Este hecho sorprendió a todos los confiados que apenas iban llegando al foro o salieron a comprar alguna botana o bebida, pues tuvieron que correr como sino hubiera un mañana para ocupar su lugar.

Obviamente, los desastres ocurrieron y muchos se tropezaron por los pasillos, y derramaron sus botanas. Algunas chicas no se perdonaron el haberse perdido "4x4" y "Love Money Party", y se echaron a llorar.

Algunos fans, que esperaban la entrada triunfal a través de la clásica lengua, se vieron decepcionados pues la producción fue diferente a lo que Cyrus había presentado en EU y Europa.

Para su escala en México, la ex Hannah Montana utilizó un escenario conectado con una pasarela en forma de cruz, tres pantallas digitales y más de 8 bailarines en escena, 6 chicas, entre ellas una enanita, y dos chicos.

Al igual que en Monterrey, los fans arremolinados en la zona de pista arrojaron decenas de regalos a los pies de la chica.

Mientras cantaba "Maybe You're Right", un vestido de china poblana cayó en la tarima y se lo puso, lo mismo pasó con un sombrero de vaquera que sirvieron para enardecer aún mas la noche.

Quizá el calor la hizo cambiar de opinión y se quitó el traje típico mexicano para quedarse en su bodysuit anaranjado.

Por supuesto las palabras dirigidas hacia su público tampoco tuvieron decencia alguna, pues la mayoría de las frases eran acompañadas de un "fuck" o "shit".

Justo como pasó durante la interpretación de "Do My Thang", en la que un regalo del público pasó rosando su rostro e interrumpió una milésima de segundo la canción para decir "¡oh, mierda!".
Afortunadamente, el artefacto no le pegó y sólo sonrió para seguir sin molestia alguna el show.

Con sus tragos de agua roció en cinco ocasiones a los fans de la zona de cancha. Sin molestia alguna, pues el escupitajo ha sido mal visto en otros lados de Latinoamérica.

"#GETITRIGHT", "Can't be Tamed" y "Adore You", siguieron con el show.

A comparación de conciertos como el de Demi Lovato, en el que las fans se desgañitaban cantando, en esta ocasión, fue la voz de Cyrus la que resaltó sin intromisión del público. De hecho, ni siquiera hubo un momento en el que el recinto temblara por los saltos.

Aún así, el ambiente era bastante extrovertido, como se esperaba; sin embargo, el momento más flojo del show fue cuando interpretó el cover de The Beatles, "Lucy in the Sky With Diamonds", cuya adaptación dejó mucho que desear y ni siquiera fue ubicada por los fans.

Cyrus tomó un respiro para cambiarse de atuendo a un bodysuit multicolor y ponerse un par de colitas postizas. En su lugar, dejó a tres chicas que se movían atrevidamente.

Por fin, el momento en que la Arena retumbó llegó cuando interpretó "We Can't Stop" y "Wrecking Ball", un preludio escandaloso para el cierre que se avecinaba.

A las 22:32 horas, Cyrus se despidió con "Party in the USA", una rola en la que apareció la bandera mexicana ondeada por los bailarines, y en la que un cigarro de marihuana gigante apareció para que Miley le fumara y acabara el show.