El Consejo Estatal y el futuro del PAN

Por Óscar Díaz

En el PAN hemos estado viviendo de nueva cuenta la democracia. Con las asambleas municipales para la elección de candidatos al Consejo Estatal se despierta, una vez más, la vena democrática que caracteriza a este partido y que no se encuentra en ningún otro. Ningún partido político, y menos el PRI, puede hablar de manera sincera del respeto al voto, de la importancia de la democracia o de la necesidad de la misma, si ni siquiera se atreven a vivirla. En Acción Nacional es la constante y esperamos que lo siga siendo.

Chihuahua capital tendrá su asamblea el domingo entrante. Será el próximo 26 cuando los panistas de la ciudad acudiremos al Hotel Casa Grande a elegir a los que habrán de ser nuestros candidatos a Consejeros Estatales. Se han conformado dos planillas con visiones muy distintas de lo que debe ser Acción Nacional  y ahí radica la importancia de la participación en esta asamblea.

El Consejo Estatal debe ser un órgano independiente de deliberación y consulta cuya finalidad sea encontrar a través del dialogo y el intercambio de ideas un mejor destino para el PAN, sin olvidar que un PAN inteligente, fuerte y triunfador forzosamente será de provecho para Chihuahua. Lo contrario beneficia a aquellos que ganan con la derrota y que se conforman con ver a nuestro partido como un botín que se reparte atendiendo a compadrazgos y mezquindades.

Es importante pues, elegir a aquellas personas que por su formación hayan demostrado lealtad y compromiso con el partido siempre. Panistas que se hayan mantenido en la brega en todo momento y que no se amilanen ante la tormenta ni ante el vendaval, que sean leales a la Institución y a su gente, que no aprovechen la coyuntura para saltar de un proyecto a otro aunque eso implique traicionar; Panistas que vayan con la idea firme y bien puesta de que el Consejo Estatal, por muy reducido que esté en sus nuevas facultades, no puede ser comparsa de nadie y mucho menos que se conformen con un PAN que no encuentra su camino ni su posición en el entramado de complicidades en el que se ha convertido la política estatal.

Precisamente por eso, Acción Nacional debe, si quiere seguir siendo un partido de ideas, de democracia, y de fuerza, elegir a aquellos que aseguren que será con dialogo y con juicio como se construya hacia el interior del partido y que no será coyuntura, la negocia y la conveniencia la que resuelva nuestra vida interna. El Consejo Estatal no puede convertirse en un cheque en blanco para nadie y deberá ser, siempre, el motor y la conciencia del partido, por ello, de las planillas que he mencionado únicamente la que está integrada por Miguel Latorre, Mariam Abdo, Edgar Olivas, Laura Contreras, Jorge Puentes, Angélica Mendoza, Luis Fernando Yáñez, Olivia Sáenz de Legarda, Adrian Zubiate y Bertha Elena Vázquez, asegura que el Consejo sea un órgano deliberativo verdaderamente independiente.

Hoy más que nunca Acción Nacional necesita que haya voces al interior del partido que luchen por darle un rumbo distinto al que hemos recorrido en los últimos tiempos y que nos ha llevado al peor escenario de derrota que hayamos vivido en veinte años. Es necesario que el nuevo Consejo Estatal se integre por panistas que no se conforman con el fracaso y que no conciben la política ni al PAN como un reducto en el que solo caben los que son iguales.

Porque sé que es que necesario tener un Consejo Estatal serio e independiente, mi voto va por ellos, y confío en que este próximo 26 de octubre el PAN de Chihuahua elegirá como propuesta de Consejeros a la asamblea estatal, a esta planilla de hombres y mujeres capaces, pero sobre todo independientes, cuya motivación es aportar ideas y experiencia para modificar el rumbo y volver a hacer del PAN un partido con futuro, de consenso, solido y sobre todo, un partido triunfador.

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