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Es madre de 8 y abuela; su hija la impulsa para terminar primaria

Chihuahua.- Yeni, de 28 años, es la cuarta de los 8 hijos de Susana Ramírez Acosta, de cincuenta y dos, quien a los 10 años fue atropellada por un automóvil y a consecuencia...
  • Por José Oswaldo

Con Ileana Licón, coordinadora del Ichea en Delicias

Con Ileana Licón, coordinadora del Ichea en Delicias

Estudiando en la plaza comunitaria

Estudiando en la plaza comunitaria

Quiere conseguir empleo cuando reciba prótesis

Quiere conseguir empleo cuando reciba prótesis

Delicias.- Yeni, de 28 años, es la cuarta de los 8 hijos de Susana Ramírez Acosta, de cincuenta y dos, quien a los 10 años fue atropellada por un automóvil y a consecuencia de ello perdió ambas piernas, por lo que dejó la escuela ante la falta de recursos y las secuelas del accidente. Dieciocho años después, madre e hija decidieron superarse juntas, concluyeron la primaria en el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA) y hoy estudian la secundaria en la misma institución.

Para Susana, quien se desempeña como trabajadora doméstica y sostiene económicamente a sus dos hijos menores, además de Yeni y los dos hijos de ésta, la razón por la que dejó de estudiar fue la difícil situación económica de su familia, además de que se casó a los 15 años con el padre de sus hijos, de quien se divorció tiempo después, quedándose sola a cargo de la numerosa prole.

Por su situación de necesidades económicas, es que pudo ser beneficiaria del programa PROSPERA (antes OPORTUNIDADES) de la Secretaría de Desarrollo Social, y estando en una de las reuniones de este programa, fue que recibió la invitación del personal del ICHEA para estudiar la primaria y la secundaria de manera gratuita, lo que motivó a ambas mujeres a empezar a superarse.

Acudieron durante el mes de marzo de este año a las oficinas de la Coordinación de Zona 12 del ICHEA, ubicada en Cd. Delicias, donde les asignaron a un joven estudiante del COBACH 13, becario también de Oportunidades, quien se convirtió en su “maestro” brindándoles asesorías educativas que les permitieron obtener su certificado de primaria y ahora les apoya para que estudien la secundaria.

Yeni está por recibir de parte del DIF las prótesis que le permitirán caminar, lo que la motiva a seguir estudiando para buscar un empleo que le permita sostener a sus hijos y ayudar a su mamá a sacar adelante al resto de su familia.

Por su parte Susana dice que decidió estudiar para ser un buen ejemplo para sus hijos. Agrega que pensó que le sería muy difícil regresar a los libros, sin embargo se dio cuenta de que no es así, por lo que convenció a sus dos hijos menores, de 15 y 16 años, para inscribirse y también estudiar la secundaria.

El director general del ICHEA, Martín Antonio Valdivia González, declaró que la pobreza generalmente está ligada a la falta de educación, por lo que buena parte de los beneficiarios de PROSPERA están en rezago educativo; por ello se firmaron convenios con este programa buscando generar sinergias positivas que permitan romper ese círculo vicioso, por un lado propiciando que quienes están en rezago educativo retomen sus estudios, a la vez que se pide a los estudiantes de educación media superior y superior que reciben becas de estos mismos programas para que apoyen a sus semejantes a que terminen la educación básica.

“Sólo con educación podemos generar un cambio real en la vida de las familias que viven en pobreza extrema, pues si no los ayudamos a valerse por ellos mismos, no habrá presupuesto que alcance para sostener los programas de asistencia social”, concluyó el funcionario.

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