Opinión

Chihuahua se guerreriza

  • Por Denisse
Chihuahua se guerreriza

Por: Víctor M. Quintana S.

Se queja el Gobierno del Estado de la irrupción a un palacio de puertas siempre cerradas pero no hace justicia cuando los grandes poderes económicos y sus esbirros irrumpen en el territorio, en las aguas, en la vida y en la muerte de las personas.

Si en las y los ciudadanos que se manifestaban frente al Palacio de Gobierno el jueves 23 hay desesperación por la impunidad de los asesinos de Ismael Solorio y Manuelita Solís; en el Gobernador del Estado la desesperación se exacerba porque le exigen cumpla su promesa incumplida. Si aquellos actúan poniendo una gigantesca lona con su demanda en el ostentoso balcón del Palacio de Gobierno; éste ordena la represión, la invasión de patrullas y antimotines y la bunkerización de la sede del ejecutivo en Chihuahua. A menos justicia, más policías.

Dos partes del Palacio de Gobierno han sido excelentes símbolos de la actual administración: las puertas y el balcón.

Las puertas están cerradas siempre que se trate de críticas, quejas o protestas de los ciudadanos. Cuando Marisela Escobedo fue a pedir auxilio la aciaga noche del 16 de diciembre de 2010 las puertas estuvieron cerradas para ella y el asesino pudo abatirla en la acera. Se cierran a la menor señal de manifestación de protesta, así sean dos o tres personas críticas del autoritarismo las que se plantan frente al Palacio.

Cerrado por abajo, muy abierto y balconeado por arriba, está el Palacio. Se ordenó un importante gasto para ampliar el balcón y puedan caber todas las loas, vítores y egos. Balcón ensanchado para que los gobernados escuchen cuanta cosa se le ocurre al de arriba. Pero ningún espacio para que el Gobernador escuche a sus gobernados. Por eso se consideró la ofensa máxima que en el balcón que puede servir de altar y púlpito a la vez, los campesinos de Benito Juárez se hayan atrevido a recordar que no se ha hecho justicia a quien una vez el propio gobernador llamó su amigo.

Si todo quedara en la represión contra ciudadanas y ciudadanos ordenada en y desde el palacio. Si todo quedara en la simbología de puertas cerradas y balcones mayestáticos. Pero, la situación es mucho más grave que eso:

La madrugada del día 24, antes que regresaran los manifestantes del ejido Benito Juárez a su comunidad, manos fantasmas, camionetas fantasmas derrumbaron el memorial de mampostería y la placa que conmemora el asesinato de Ismael y Manuelita, a menos de cien metros de la comandancia de policía de aquel lugar. Ninguna palabra, ninguna nota, pero sí la amenaza desde los escombros del monumento.

Con esto viene a comprobarse que la represión de la manifestación del día 23 no es casual ni un incidente aislado. Forma parte de la campaña de linchamiento que se está renovando en contra del ejido Benito Juárez y las y los barzonistas porque se mantienen en su decisión de rechazar la instalación de la minera Mag Silver.

Estos hechos forman parte de un proceso de provocación y amedrentamiento por parte de gobierno, minera y sicarios del crimen organizado. Hace tan sólo unos días en su informe el Presidente Municipal de Buenaventura presentó a los representantes de la minera, como sus invitados especiales. Esto a pesar de que la asamblea ejidal ha negado una y otra vez con la ley en la mano la autorización para que la minera El Cascabel opere en su territorio y le ha ordenado sacar su maquinaria e instalaciones del ejido.

La amenaza, la agresión, pues, contra las y los ejidatarios de Benito Juárez, contra las y los barzonistas, no es sólo porque restriegan la promesa incumplida de justicia. Es también porque su organización y su dignidad son un obstáculo para que una minera canadiense más, un gobierno aliado y socio de ella y unos pistoleros a su servicio puedan hacerse inmensamente ricos despojando a un pueblo de sus tierras y hasta su gente que resiste.

El 15 de octubre de 2012 un grupo de personas de diversas organizaciones sociales le advertimos al Secretario de Gobierno que se estaba iniciando una campaña de linchamiento contra El Barzón y que había llegado ya golpear a Ismael Solorio y a su hijo. La advertencia no se escuchó y tan sólo siete días después, Ismael y Manuelita fueron asesinados.

El proceso de linchamiento se volvió a iniciar el jueves pasado, prosiguió el viernes…la minera y sus pistoleros acechan...

Todo esto es muy similar a lo que acontece en Guerrero: se acorrala a un grupo social, en este caso los estudiantes de Ayotzinapa, no se le deja otra más que la protesta callejera; las autoridades reprimen; los afectados intensifican la protesta; las autoridades comienzan un proceso de linchamiento mediático en contra de ellos, los tildan de radicales, violentos, y demás, luego, dejan que los sicarios hagan el trabaja sucio: desapariciones, ejecuciones, masacres.

Cuidado, Chihuahua se está guerrerizando.