Opinión

Hace frío en Palacio

  • Por José Oswaldo
Hace frío en Palacio

Por Oscar Díaz Saucedo 

Hace frio en Palacio, hace mucho frio, porque sólo así se explica la absurda decisión de suspender clases en la Universidad Autónoma de Chihuahua, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y en el Colegio de Bachilleres, bajo el pretexto climático que todos conocemos. Les da tanto frio a los funcionarios estatales que prefirieron utilizar cualquier argumento, por débil que fuera, para mandar a sus casas a los estudiantes de estas Instituciones, antes que tener que verlos en las calles... con catarro o con tos. Los niños de primaria y secundaria y no se diga los de preescolar, a juicio del Secretario de Educación Cultura y Deporte, y ahora meteorólogo, se pueden aguantar el supuesto temporal que seguimos esperando. Los niños no importaron, lo que contaba era la salud de nuestros jóvenes. 

La brillante decisión fue tomada por el novel Secretario de Educación, Licenciado Marcelo González Tachiquín, que a menos de un mes de haber tomado posesión de su cargo, se ha puesto en evidencia varias veces y con esta última ocurrencia puso en entredicho a todo el aparato gubernamental. Después de ver lo que ocasionó su ánimo protector, tuvo que salir a matizar o contextualizar sus dichos y argumentó que no se dio una orden como tal para suspender clases, si no que era más bien un exhorto o recomendación a estas casas de estudio a efecto de que consideraran la suspensión, y que él lo hizo basado en otro exhorto, éste expedido por la Secretaria de Salud, que hacía eco de un escrito de la Unidad Estatal de Protección Civil, sobre una disminución considerable en el promedio de las temperaturas para el Estado de Chihuahua. El Secretario lo hizo con la mejor intención pero, por alguna razón, se malinterpretó su acto, quizá porque iba dirigido únicamente a la UACH, UACJ y COBACH, haciendo a un lado a los niños y niñas de Chihuahua, que son precisamente, los que más padecerían con la supuesta onda fría.

Debido a todo esto, El Secretario González Tachiquín dio una rueda de prensa para tratar de calmar toda la efervescencia que generó su ocurrencia y ahí se le cuestionó el porqué de proteger a los jóvenes y no a los niños de kínder, primaria y secundaria, que en todo caso son los más vulnerables, son los que pudieran padecer más con el frio que se avecina. Sólo atinó a responder que no tiene facultades para exhortar u ordenar la suspensión en los niveles básicos de educación, pero que si en un futuro, el temporal lo ameritara, sin dudarlo, no solamente exhortaría, sino que ordenaría dicha suspensión. Lo preocupante, lo cómico, lo contradictorio es que esta vez no lo haya hecho, pues según sus propios dichos él tenía información de la Unidad Estatal de Protección Civil acerca de un fuerte descenso en las temperaturas y de la Secretaria de Salud en relación  al aumento de enfermedades respiratorias, tan es  así que se suspendieron las clases en los niveles superiores, sin embargo, ni ordenó, ni exhortó, ni recomendó nada para los niveles básicos, y si lo del temporal hubiese sido cierto, los niños de Chihuahua se hubieran quedado desprotegidos en la misma proporción que nuestros jóvenes se quedaron resguardados.  

El Licenciado González Tachiquín, con su orden (que no fue orden), dio pie a muchas especulaciones que, más allá de si las mismas tienen o no sustento, dejan muy en claro el frio que hay, el frio que sienten en Palacio de Gobierno, pues sólo así se explica semejante medida. Lo único que hizo fue provocar a los estudiantes, a los padres de familia y a la sociedad chihuahuense, que no acaba de digerir y comprender semejante decisión. Afortunadamente fueron los propios estudiantes quienes más reaccionaron y no dudaron en mostrar su rechazo y de inmediato comenzaron a organizarse para una posible marcha o protesta. Los partidos políticos de ¿oposición? otra vez brillaron por su ausencia, quizá porque el regalo de las magistraturas está muy reciente, porque los favores obligan y porque en la política, así como en la vida, hay que saber agradecer. 

De todo esto queda claro que el frio llegó primero, y desde hace tiempo, a Palacio de Gobierno y la onda gélida pegó fuerte en la Secretaria de Educación. Ahí se están congelando después de todo lo que ocasionó esta ocurrencia que puso en evidencia a todo el Gobierno, en especial al Secretario, y que deja muy en claro que, si bien es cierto que el Gobernador Duarte puede no tenerle miedo a los sicarios y a los chismosos, la gente que lo rodea le tiene pavor a los estudiantes. A lo mejor son de la idea de que si los muchachos de Chihuahua llegaran a “resfriarse” al gobierno le podría dar una “pulmonía”. Quién sabe.

Le agradezco.

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