Opinión

Lejos de la realidad

  • Por José Oswaldo
Lejos de la realidad

Por Álvaro Rojas

Desde mi infancia entendí las diferencias entre las clases sociales y la indiferencia del gobierno hacia algunos sectores; en mi familia pude observar a mi abuelo quien era zapatero, a mi madre,  quien durante los últimos 15 años aproximadamente se desempeñó como secretaria, y al resto de mi familia y de cada uno de ellos aprendí la cultura del trabajo y esfuerzo, sin embargo también pude comprender que en este país aun y cuando trabajes arduamente puedes ser una persona quien tenga muchas carencias, económicamente hablando, porque pude ver en más de dos ocasiones a mi madre llorar ya que nuestros muebles estaban en la calle por no poder pagar la renta así como al intentar tratar de cumplir los sueños infantiles de mi hermano y míos sin conseguirlo en la mayoría de la veces,  a mí me tocó pedir un rait al camionero porque no tenía el dinero para el pasaje.

Por experiencia entiendo y comprendo el valor de un kilo de tortillas y esto lo digo con mucho orgullo, sin embargo lo anterior no tiene nada de extraordinario pues mi familia como miles más que son clasificadas como clase media baja o baja la necesidad se vuelve una constante a pesar de que trabajan diario y más de ocho horas, dijo un débil mental: “En México es jodido el que quiere” insensibilidad y estupidez aguda es lo él tiene.

En nuestro México puedes trabajar toda una vida y nunca dejar de ser un jodido, y esto no se debe a la falta de actitud de los ciudadanos esto se debe al miserable sueldo que reciben por su trabajo, a la falta de oportunidades de desarrollo y sobre todo al desinterés por parte de la cúpula gubernamental, políticos y empresarios, porque ellos sólo voltean a ver a estas “Clases” en tiempos electorales ninguno de ellos hasta el día de hoy se ha preocupado verdaderamente porque en nuestro país existan menos pobres.

Es tan bella, como distante, las frases utilizadas por los políticos cuando pretenden incluir a los pobres de México, que insisto únicamente se acuerdan de ellos cuando es necesario, pero todo se queda en buenos deseos o intenciones, la única manera de acotar esta brecha social es terminar con el rezago educativo sólo así se podrá avanzar y brindar verdaderas oportunidades a quienes más lo necesitan en medida de que tengamos más gente mejor instruida podemos cambiar nuestra realidad y construir un país equitativo.

Es todo y cuanto