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Espera Jonathan recibir un par de zapatos esta navidad

Chihuahua.- Con la llegada de las fiestas navideñas, los niños esperan con ansias el momento de abrir las cajas de regalos, algo similar le ocurre a Jonathan, un pequeño de 5 años...
  • Por Mariana Primero

María y el pequeño Jonathan

María y el pequeño Jonathan

Viven en dos cuartos de adobe

Viven en dos cuartos de adobe

Tienen un pequeño peinador

Tienen un pequeño peinador

Ante todo le dan gracias a Dios

Ante todo le dan gracias a Dios

En Granjas Cerro Grande

En Granjas Cerro Grande

Se le dificulta caminar

Se le dificulta caminar

Refrigerador prácticamente vacío

Refrigerador prácticamente vacío

Todos duermen juntos

Todos duermen juntos

Viven en completa humildad

Viven en completa humildad

Chihuahua.- Con la llegada de las fiestas navideñas, los niños esperan con ansias el momento de abrir las cajas de regalos, algo similar le ocurre a Jonathan, un pequeño de 5 años con múltiples discapacidades que anhela sobre todas las cosas un par de zapatos nuevos.

En su casa, todo es austeridad, dos pequeños cuartos de adobe con techos de lámina y bolsas de plástico para "prevenir" las goteras, en donde viven con su familia.

María Venegas, la madre adoptiva de Jonathan señala lo difícil que es para una familia de escasos recursos darle una vida normal al pequeño, ya que desde su nacimiento fue abandonado por su madre biológica, por lo que María comenzó con papeleos para recuperar al niño.

"Mi hija es su mamá, prácticamente yo soy la abuela de Jonathan, pero cuando ella lo tuvo lo dejó en el Dif y durante cinco meses lo estuve peleando hasta que me lo dieron... Tuve que escoger entre mi hija o el niño, y no lo iba a dejar sólo", relata la valiente mujer con lágrimas en los ojos.

María Venegas tiene además otra hija de 16 años, y entre las dos se dedican a la venta de pinol casa por casa, con ello ganan 300 pesos a la semana, que les ayuda a subsistir.

En la colonia Granjas Cerro Grande, María y su familia son conocidos, un vecino les prestó el lugar donde ahora viven, y por la cercanía con las ladrilleras, le regalan a diario madera para mantener caliente la pequeña casa, así mismo sus muebles, que no pasan de una mesa, un sillón y una cama fueron obsequios de los vecinos.

Al preguntar por la cena navideña, la familia desconoce lo que van a preparan, sin embargo abundaron en que los frijoles de olla nunca faltan en su mesa, por lo que esperan mayormente la visita de un alma caritativa que les ayudé con un poco de vestimenta.

"No les pido nada nuevo, ni les pido nada para mil pero mis niños siguen siendo niños, y a mi me duele mucho que a veces no tengamos para comprarles unos zapatitos, porque como sabe pues vendemos pinol, y mi niña en la bici y yo cargando el diablito si es mucho", señaló María.

Entre las enfermedades del pequeño Jonathan se pueden mencionar su discapacidad visual, ya que nació ciego, también por ser prematuro, desarrollo un problema del habla y un soplo en el corazón, que posteriormente se convirtió en asma, además de hidrocefalia y distrofia muscular que le dificulta caminar correctamente.

"Yo quiero cenar nopalitos y abrir cajas de regalos... Ah y unas botas", menciona Jonathan cuando se le pregunta que espera recibir esta navidad, que poco añora juguetes como la mayoría de los niños de su edad.

Jonathan, utiliza ropa de cinco años, y zapatos de 16 centímetros, mientras su hermana Leslie y su mama María, calzan del 4.5, y aún tienen la esperanza de recibir alguna donación de la ciudadanía.

"Ahora no nos han regalado nada, y pues yo no tengo mucho para darles, o comemos o compramos ropa... Aparte como aquí está muy difícil entrar pues el gobierno no viene a traernos nada, antes vinieron y me dieron una cobija", menciona la jefa de familia que no cuenta con ningún tipo de apoyo social ya sea local o federal por desconocer el procedimiento para incorporarse.

"Imagínese, en lo que voy a hacer fila para que me anoten ya se me fue la venta, como ve si esta difícil eso de llevar al niño hasta el centro y luego pues tampoco es fácil para mi", resaltó la señora de 44 años, que a simple vista y por el trabajo diario aparenta una mayor edad.

La humilde familia vive en la orilla de la colonia Granjas Cerro Grande, exactamente a espaldas del cerro, por el periférico R. Almada,  donde la calle Álamos y 31 se unen, sin embargo por encontrarse después de un bordo es complicado el acceso, de igual forma, la familia Venegas cuenta con el número celular 6141923174 que ponen a disposición de cualquier interesado en alegrarles la Navidad.

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