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El Tío Beto y sus tacos de político: con mucha lengua y poco seso...

La Junta.- Desde hace ya 30 años el local de comida de “El Tío Beto” de La Junta se convirtió en una parada obligatoria para todos cuantos transitan por estas carreteras. Incluso los más distinguidos...
  • Por Francisco Milla

Duarte probando los tacos

Duarte probando los tacos

El local de La Junta

El local de La Junta

Parada obligatoria

Parada obligatoria

Gran ambiente siempre

Gran ambiente siempre

El original Tío Beto

El original Tío Beto

La Junta.- Desde hace ya 30 años el local de comida de “El Tío Beto” de este lugar se convirtió en una parada obligatoria para todos cuantos transitan por estas carreteras. Incluso los más distinguidos personajes no se resisten a probar su deliciosa comida y sus genuinos y simpáticos inventos entre los que destacan los tacos dedicados a políticos y artistas.

Humberto Erives Molinar, quien afirma sentir orgullo cuando lo conocen como “El Tío Beto”, comenzó en el negocio de la comida hace tres décadas en La Junta, su establecimiento insignia, si bien más tarde abriría en Cuauhtémoc y en Rubio.

Además de por lo gastronómico, su negocio se caracteriza por el buen humor tras la barra. Hoy, 30 años después, reconoce sin ocultar su orgullo que el local de La Junta se convirtió en parada obligatoria y muchos chihuahuenses afirman que “si no llegamos a los taco de ‘El Tío Beto’ hágase cuenta que no pasamos por la Junta”.

En todo este tiempo de servicio, Humberto señaló que tuvo el honor de dar de comer a distinguidos políticos, artistas y deportistas. En su negocio de Cuauhtémoc, por ejemplo, presume una fotografía del Gobernador, César Duarte, y su esposa, Bertha Gómez, degustando sus tacos desde la ventana de la calle.

“El Tío Beto” recordó que hace tiempo el mismísimo Vicente Fox, en su época de Presidente de la República, aunque no bajó de su helicóptero, mandó expresamente a su personal a por una orden de tacos del afamado local.

Uno de sus platillos estrella es el conocido como Taco Político, que con su humor carácterístico afirmó que lleva mucha lengua y poco seso. “No tengo nada en contra de nadie.(…) Es una profesión difícil y estresante. Si me invitan a la política, no le entro, no le tengo el valor”, aseguró.

Con el paso de los años, la imaginación de Humberto dio lugar a un sinfín de inventos en materia de tacos, si bien señaló que aún tiene pendiente poder crear el taco Peña Nieto. “Hay que ir a la playa, acercarme al mar. Me di por vencido por la carne de gaviota. Fui a buscar, pero puro chanate”, aseguró.

En su singular carta, también se encuentra el Barack Obama con tortilla azul; “El Peje”, del cual aseguró que “me lo piden bastante porque se beneficia el cliente, con doble piso de tortilla”; el de Josefina Vázquez Mota, un taco político con mucho verde; y El Cuadri, “un taco político, pero sin nada porque nadie le votaba”.

En el plano artístico, destaca el taco Ninel Conde. “Lo saco de la pella horneada, puro cuerito”, señaló, al tiempo que recordó, a modo de chiste, que hubo un tiempo en que sirvió el taco “Ninel la inteligente”, pero que retiró después de que ésta regañara a su hija por no saber de dónde procedían los Mayas, refiriendo la artista, de Miami.

En su repertorio tampoco faltan los cuerpos de seguridad, el taco judicial con recalentado, el federal de caminos “lo entrego con una mordida” y el policiaco de barbacoa de cabeza ablandada a macanazos.

“El Tío Beto” señaló que disfruta haciendo pasar un buen rato a sus comensales, asegurando que si con la comida alimenta sus estómagos, “la risa es el alimento para el alma y de esa aquí no falta”.

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