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El otro Gaudini…

Es, sin duda, otro Gaudini, Javier. Su batalla contra el cáncer le ha hecho ver las cosas de otra manera. Ahora valora cada detalle, por más insignificante que pudiera parecer, ante...
  • Por José Oswaldo
El otro Gaudini…

Es, sin duda, otro Gaudini, Javier.

Su batalla contra el cáncer le ha hecho ver las cosas de otra manera.

Ahora valora cada detalle, por más insignificante que pudiera parecer, ante los ojos de los demás.

-Me siento más cerca de Dios y de mi familia -dice, sentado frente a un plato de fruta, en La Doña, en el centro de la ciudad.

Su rostro ha tomado otro color.

Javier dejó todos los tratamientos médicos contra el cáncer y se recuperó mediante un sistema alemán que consiste en la ingesta de frutas y verduras naturales, en jugos o ensaladas.

Tanto se recuperó y tan bien se sintió, que juntó fuerzas para la precampaña.

El eje toral de su proselitismo gira en torno a la necesidad de reformar las políticas públicas en materia de salud.

"Tenemos que entrarle a eso", señala.

Clava el tenedor sobre una rueda de plátano; luego sigue una hoja de papaya y, después, una tira de kiwi.

A su lado derecho, le espera pacientemente un plato de avena, cocida en agua y sin leche.

Gaudini espera ganar la interna; su pacto con la Familia Feliz -Arturo Fuentes Vélez es su suplente- y el trabajo que realiza entre los mil cien militantes con derecho a voto en el sexto distrito, le producen optimismo.

También hará su trabajo el reloj.

Los panistas han empezado a recircular la foto del desayuno de Juan Blanco con el gobernador del estado y el hecho de que en el asunto del relleno sanitario no le absolvieron los tribunales, sino que el caso prescribió y se agotó solo por el transcurso del tiempo.

Gaudini espera su cita en febrero, cuando la militancia panista emita su veredicto.

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