Opinión

Reminicencias de los políticos folclóricos

  • Por Daniela Jiménez
Reminicencias de los políticos folclóricos

Columna: Comentarios de prensa

Luis Ochoa Minjares

El pintoresco y folclórico gobernante Vicente Fox fue el tema durante el desayuno sabatino de la mesa de articulistas democráticos, quienes destacaron la habilidad del ex presidente para ocultar su ignorancia e  incultura con chistes y ocurrencias,  algunas de las cuales alcanzaron la categoría de verdaderas barrabasadas como aquella de “comes y te vas”. Y surgieron las reminicencias y recuerdos.

En tiempos del presidente Echeverría florecieron los gobernadores chistosos, folclóricos, pintorescos, dicharacheros y ocurrentes. A alguno de ellos, por ejemplo, se le prendió el foco y propuso utilizar camellos para transportar agua y acabar con la sequía en la zona desértica de su ínsula, gobernaba el estado de Coahuila y su gestión fue incolora, pero su fortuna se consolidó y su salida violenta y por supuesto, indigna.

Chihuahua tuvo el suyo e inscribió en las páginas de la antología política pueblerina una frase universal e inigualable: “las lluvias fuera de tiempo, ni nos perjudican ni nos benefician, sino todo lo contrario”. El estado de Guerrero no hizo malos quesos y su mandatario estatal don Rubén Figueroa coronó su gestión transando con el guerrillero Lucia Cabañas, después de hacer reír a medio mundo.

La CTM tuvo su gobernador en Sinaloa, de apellido Gutierrez de no muy alegre memoria. Cárdenas González en Tamaulipas estuvo a punto de graduarse como folclórico de nuestra política, pero su juventud y su inquietud lo encaminaron por otros senderos.

César Flores Tapia fue uno de los más brillantes gobernadores chistositos, dicharacheros, pintorescos, folclóricos, simpaticones y, por supuesto, buenos para el progreso personal hondo y profundo, claro, sin superar a Fox.

Proyectar la imagen de un político folclórico pintoresco y chistoso, no es, por otra parte, cosa fácil para los jefes de prensa y publirelacionistas, los comunicadores, ni mucho menos para los sempiternos lambiscones, jala-chaquetas y aduladores.

Dar a conocer las ocurrencias de los políticos ocurrentes es tarea que no puede acometer cualquier cristiano, por ello tal vez en el gremio periodístico tomó cara de naturalización una especie de maldición gitana, un anatema o expresión ofensiva en extremo:

“¡Ojalá y te nombren jefe de prensa de un gobernador folclórico!” Injuria, por otra parte, más dolorosa y ofensiva que el clásico recordatorio del diez de mayo.

Quién no recuerda a don Artemio Iglesias Miramontes, llamado “el filósofo de Estación Rubio”, quien fue campeón de campeones en el manejo de las gracejadas y, sobre todo de frases vigentes todavía como aquella de que “en política, a puñaladas   iguales llorar es cobardía”.

Es de esperarse que el super-folclórico y pintoresco don Vicente Fox sea el último gobernante ocurrente y pintoresco que cierre definitivamente esa etapa de nuestro sub-desarrollo político.

AL PERSONAL DEL ISSSTE Y DEL IMSS, CON AFECTO

Se dice que una sonrisa y un apapacho estimulan y curan más que el mejor de los medicamentos. ¿Cuánto vale una sonrisa? Pocos sabemos aquilatar el valor de una sonrisa. No existe en el mundo el oro suficiente que equivalga al valor de una sonrisa. Un rostro sonriente, contento, alegre y risueño es supremo tesoro del universo. Una cara triste, melancólica, afligida y abatida revela un mundo lleno de congojas, problemas y discordias.

¿Tiene caso convivir en un mundo, grande o pequeño, en un hogar, pobre o lujoso, en un centro de trabajo cotidiano, donde escasean las sonrisas y sobran las “caras de circunstancia”, los rostros preocupados, tensos y nerviosos? Algo debe andar mal en nuestro mundo actual, cuando ya sólo los niños, -y eso no todos-, llevan una sonrisa en su rostro angelical.

Ventanillas con rostros circunspectos, escritorios con semblantes de congoja y ambiente funerario, secretarias con rictus de amargura y ejecutivos con faz de ogro en sus peores momentos, todo esto debería desaparecer del mundo en que vivimos. Para ello debemos buscar las causas y poner los remedios. Es inconcebible renunciar a una humilde sonrisa cuando es el distintivo supremo del ser humano.

No puede existir un mundo sin la alegría de un rostro feliz. Nada justifica los afanes del hombre si olvida sonreír. Un sonrisa se asocia obligadamente con un rasgo de generosidad, franqueza, sinceridad, naturalidad, llaneza y hasta con la magnanimidad, atributo congénito del ser humano.

Una sonrisa no cuesta nada, y en cambo, cuanto da. Enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la otorga. Una sonrisa es cosa de un momento, y sin embargo perdura siempre en la memoria.

Nadie hay que sea tan rico ni poderoso que pueda vivir sin una sonrisa, ni nadie sea tan pobre que no pueda ser enriquecido con una sonrisa asimismo. Propicia el éxito en los negocios y es la enseña más preciada en la amistad. Brinda descanso al fatigado, entusiasmo al abatido, alegría al triste, y es el mejor antídoto contra las dificultades.

Sin embargo, la sonrisa es algo que no puede ser comprado, mendingado, ni tampoco se puede pedir como un préstamo, porque es un don que no tiene valor sino hasta el momento en que se prodiga espontáneamente.

Existen seres tan cansados de la vida que no pueden ya otorgar una sonrisa. Démosle a ellos una de las nuestras, porque no hay nadie que más las necesite que aquellos que ya no tienen sonrisas que ofrecer. ¿Cuál será verdaderamente el valor de una sonrisa? Existe el temor de que no sepamos aquilatarla.

ODIO GROTESCO Y  VERGONZOSO

Hemos recibido un artículo de don Gerardo Garibay Camarena que por falta de espacio, entrecomillamos una parte esencial: 

“La activista Denisse Dresser arrancó el mes reportando a través de su cuenta de twitter que Paulina Peña, la hija del Presidente de la República, había llegado a la Universidad Anáhuac en un helicóptero pagado por el presupuesto público. Proclamó Denisse: “Va foto que me envían de Paulina Peña llegando a la Universidad Anáhuac en helicóptero, también a cargo del erario”. Un escándalo, un oprobio, una vergüenza, que, por supuesto, se convirtió en éxito instantáneo, pues el Tuit se compartió casi cinco mil veces y fue marcado como favorito por mil 700 usuarios de dicha red social.

"Sólo había un problema: que la noticia es una mentira. El helicóptero no es propiedad del gobierno federal, sino del empresario Carlos Peralta y fue él –no Paulina Peña– quien arribó a la universidad en la aeronave. Peralta aclaró el infundió también a través de twitter, pero, incluso al ser exhibida con las manos en la masa de su mentira, la activista no fue capaz de reconocer el error y se escapó por la tangente, respondiendo con una agresión apenas velada.

“Y no fue la primera vez. Un par de días antes, la misma activista se burló de la tragedia del avión de Germanwings estrellado en Francia, publicando en twitter que “se solicita piloto depresivo para manejar avión presidencial”, literalmente deseando la muerte no sólo del presidente, sino de decenas y quizá cientos de personas. Es decir, un odio grotesco y vergonzoso”.

FINALMENTE un comercial cultural: Se regala un lote de libros y revistas, propios para quienes gustan de hurgar en el pasado. ([email protected]).