Reconoce la SCT a sus ingenieros

Chihuahua.- El desarrollo de México va aunado al crecimiento de infraestructura que hay en el país; el que existan carreteras en buenas condiciones para transportar mercancías da certeza a los empresarios para realizar sus inversiones. Es por eso que este 1 de Julio, Día Nacional del Ingeniero, el trabajo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) es vital en este aspecto.

En el estado de Chihuahua la construcción del Libramiento Oriente de Chihuahua, de la Carretera Nonoava-Norogachi, la modernización de la Vía Corta a Parral y el Distribuidor Vial Sanders son obras importantes que han detonado el desarrollo del estado grande.

El pasado 15 de abril, el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario Gerardo Ruiz Esparza entregaron el Libramiento Oriente de Chihuahua, el cual tuvo un costo de mil 620 millones de pesos provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura, lo que la hace una obra de relevancia en esta administración.

El Libramiento se encargará de desfogar el tránsito de vehículos pesados, lo cual generará ahorros importantes a los transportistas y además evitará el daño al pavimento de las principales arterias de la ciudad por donde circulaban los camiones de carga.

Por otro lado, en Chihuahua también se encuentra terminada la carretera Nonoava-Norogachi, en la cual se hizo una inversión de 304 mdp por parte de la SCT, y la cual acortará el acceso a la sierra de Chihuahua por hasta dos horas, pues antes se hacían cinco horas para llegar al municipio de Guachochi, uno de los principales referentes turísticos en el estado, y ahora se llega en un lapso de solo tres horas.

Con la modernización de la Vía Corta a Parral, la cual forma parte del Corredor Económico del Norte y se comunica con la autopista Durango-Mazatlán, se viene a dar fluidez y seguridad al tránsito de mercancías en la zona.

Es importante señalar que otra de las obras relevantes para Chihuahua fue la construcción del Distribuidor Vial Sanders en Ciudad Juárez, con una longitud de 1950 metros y una inversión de 273 millones de pesos, pues con esta se logró aliviar en parte uno de los mayores problemas para los habitantes de la ciudad, el cual era el cruce del ferrocarril.

NUESTROS INGENIEROS

Todo puente, camino, estructura, conservación, carretera, aeronave o satélites no operarían de la manera correcta en la SCT si no fuera por el trabajo y conocimiento que aportan nuestros ingenieros.

De hablar pausado y temple sereno, el ingeniero José Dolores Mata Gámez, residente de Obra en el área de Carreteras Alimentadoras, hace un pequeño espacio en su jornada de trabajo para contar su experiencia en más de 30 años de servicio en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

“Yo me inicié como laboratorista en Servicios Técnicos, estuve en el área de Pavimentación durante ocho años; de hecho yo comencé a estudiar ingeniería dos años después de haber ingresado a la Secretaría, trabajaba y estudiaba”, explicó.

Mata Gómez agregó que una de las mayores satisfacciones que tiene al ser parte de la SCT es el de servir a México con el trabajo que realiza y que ha visto efectuarse en la dependencia a lo largo de su carrera de más de 30 años de servicio en el estado de Chihuahua, de donde es originario.

Agregó que es una satisfacción el ejercer su carrera de ingeniería a favor de los mexicanos, pues como mucha gente cree no es sólo el aplicar matemáticas, sino el aportar ideas para una obra; el decir, cómo es la mejor manera de realizarla. “No todo está en un libro, pues ya en el campo surgen otros problemas y hay que resolverlos”.

Explicó que como residente de una obra se encarga de supervisar el proyecto y estar pendiente de los trabajos de la empresa encargada de la obra. Tal es el caso el puente La Bufa en Batopilas, la cual considera que como obra es un gran reto.

“Ahorita tenemos en construcción el puente de La Bufa en Batopilas, que por sus características de difícil acceso, ya que se encuentra en la sierra, la hacen una obra interesante en lo que respecta a ingeniería”, señaló Mata Gámez.

Agregó que este puente es parte de la carretera Samachique-Batopilas, en cuya construcción se han removido millones de toneladas de roca a lo largo de 27.4 kilómetros para dar forma a un sinuoso camino que desciende desde una altura de más de 2 mil metros sobre el nivel del mar a los 500 metros en que yace el antiguo poblado de Batopilas, y es donde se localiza este puente.

Concluyó al decir que en lo que va de su carrera ha participado en por lo menos 40 obras.

Para el Ingeniero Francisco Javier López Silva, Residente General de Conservación del Centro SCT Chihuahua, la calidad es primordial cuando habla de su trabajo. “Nuestra mayor satisfacción es que cuando se termina un trabajo tenemos la certeza de que se hizo con la calidad que la ciudadanía lo amerita”, explicó.

Agregó que la ingeniería al servicio de México es vital, pues para el traslado de bienes y servicios es necesario que las carreteras se encuentren en buen estado, y es en esta área donde él se ha desempeñado en estos 30 años en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

“Yo empecé como auxiliar de Residente de Conservación, estuve en Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, y fue hasta el año 2010 que concursé por la plaza de Residente General y la gané”, señaló de forma entusiasta al recordar el hecho.

López Silva explicó que a lo largo de su carrera en la SCT ha recibido por lo menos 90 cursos de capacitación, algo que agradece a la dependencia. “La SCT siempre se ha preocupado por estar actualizándonos, de hecho al año es factible que recibamos hasta tres cursos”.

Para concluir, el Ing. López Silva explicó que de no haber sido ingeniero le hubiera gustado ser licenciado en Economía.

Son estas dos expresiones autorizadas de todo el talento, profesionalismo y amor al trabajo que existe en el Centro SCT Chihuahua, de donde han salido grandes obras ingenieriles que son ejemplo del México moderno y progresista que a través de su infraestructura carretera, ferroviaria, aeroportuaria, marítima y en materia de telecomunicaciones muestra su mejor cara al mundo.