Opinión

¿Qué anda haciendo Kenny?

  • Por José Oswaldo
¿Qué anda haciendo Kenny?

Alaizquierda

Por Francisco Rodríguez Pérez

En una colaboración reciente escribí acerca de una talentosa y bella muchacha–un cuadro, un activo político chihuahuense más allá de los partidos o de su partido– a quien quiero y respeto muchísimo. Hoy insistiré en esa línea, ya que sus trabajos, lo que ha hecho y lo que anda haciendo en estas épocas, resultan en tareas muy importantes, dignas de reconocimiento público.

Kenny Denisse Arroyo González es Consultora Política, especializada en el desarrollo de estudios sociopolíticos para diseño de mensajes efectivos y estrategias de campaña.

Graduada de la Maestría en Comunicación Política y Gobernanza por la George Washington University, ha sobresalido como egresada de nuestras universidades: Kenny es abogada por la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde también concluyó el posgrado en Administración Pública.

A pesar de su juventud, o más bien digamos que por ello ya que conjuga perfectamente juventud y experiencia, ha desempeñado cargos tan importantes como Diputada Federal, en la LIX Legislatura, a los 24 años, en Comisiones como las de Fortalecimiento del Federalismo, Justicia y Derechos Humanos, así como las Especiales para dar seguimiento a las investigaciones de los feminicidios, tanto en Ciudad Juárez como en toda la República; además como integrante del Comité de Información, Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados.

Ha sido también Asesora del Ejecutivo y del Legislativo en el Estado, así como Regidora en el Municipio de Chihuahua y Consultora en varias campañas en diferentes entidades del país.

Actualmente colabora en la empresa de consultoría Viaprocess, con Sede en Washington D.C., y en el mercadeo de la maestría de la GWU dirigida a políticos y consultores de Latinoamérica.

Dentro de sus funciones actuales es evaluadora del programa de gerencia política y gobernabilidad que desarrolla la GWU en Argentina, Perú y Colombia.

Entre sus principales tareas destaca la asesoría de gobiernos y partidos en Ecuador y Panamá.

Me da mucho gusto, por cierto, que Kenny trabaje principalmente con partidos y gobiernos de ideología socialdemócrata, y que sea una fiel creyente de que la participación ciudadana es una herramienta capaz de combatir la corrupción y de desarrollar gobiernos más eficaces.

Así, he sabido que ha realizado diversos estudios en materia de participación ciudadana, desde las aspiraciones del pueblo hasta las inspiraciones de diversos tipos de liderazgos; que ha desarrollado análisis con énfasis en el desempeño social y la participación política de las juventudes; y que ha sido una promotora de temas tan importantes como la transparencia y la rendición de cuentas desde los gobiernos.

Precisamente, uno de sus análisis más recientes tiene que ver con la transparencia y la rendición de cuentas, como un nuevo modelo para la democracia y los gobiernos, desde casos específicos de provincias en Ecuador.

Transparencia y Rendición de Cuentas, sostiene Kenny, “son los conceptos, las categorías y las herramientas que deben conducir a los gobiernos –especialmente aquellos que sostienen una ideología de izquierda– a una cultura política diferente, a un nuevo régimen político”.

Tras referirse a los antecedentes, las teorías y los modelos de la democracia, destaca la democracia participativa, donde el pueblo se articula orgánica y no mecánicamente, y la formación de la voluntad estatal no responde al azar de la mayoría, sino que todo grupo del pueblo tiene la participación que le corresponde según su papel en el conjunto.

Así, la democracia descansa sobre la responsabilidad de los ciudadanos. La democratización transforma una comunidad en sociedad regulada por leyes y al Estado en representante de la sociedad, al mismo tiempo que limita su poder mediante los derechos fundamentales.

Desde estos puntos de vita, la ciudadanía resulta indispensable para el pensamiento democrático, en tanto que separa a la sociedad civil de la sociedad política y garantiza los derechos jurídicos y políticos.

Teóricamente, advierte Kenny, se trata de “un quinto modelo de la democracia” donde destaca, como nunca antes, la importancia de las formas, los mecanismos y las herramientas de la transparencia y la rendición de cuentas, vistas como una cultura política que ha adquirido cada vez mayor trascendencia en los últimos años, ya en el siglo XXI, y se ha reafirmado a medida que las nuevas democracias se han ido consolidando, lo que supone la introducción de esquemas deliberativos más fuertes en el nivel de la esfera pública.

Kenny se propone incitar, motivar y entusiasmar, para que los gobiernos de izquierda, en América, intenten realizar la “utopía” de la democracia participativa, o el “mito”, la “fórmula” o la “desviación”, que para el pensamiento conservador, la derecha o la reacción, significa el AUTOGOBIERNO o el GOBIERNO DEL PUEBLO.

En una provincia del sur del Ecuador –dice Kenny–tanto el gobierno cuanto la ciudadanía, han tomado muy en serio la transparencia y la rendición de cuentas como elementos actuales e imprescindibles de la democracia.

Kenny realiza, entonces, un acercamiento al extraordinario marco legal para la rendición de cuentas en esa región del Ecuador.

POR MÁS DEMOCRACIA

Tras el análisis del Caso Ecuador, Kenny concluye que La rendición de cuentas es un presupuesto de la actual democracia, por lo que no puede ser huésped de la clase gobernante. La clase gobernada participa en la vigilancia de los gobiernos para dar confianza en la administración de sus provincias.

De acuerdo con los atributos actuales de la democracia es una obligación del gobernante trasparentar sus acciones y rendir cuentas, así como de los gobernados exigirla.

Desde los elementos y principios de la democracia se desarrollan las reglas del juego para obligar a los gobernantes a transparentarse y rendir cuentas, para no permitir más la utilización patrimonialista del Estado, en donde hasta ahora se manejan los recursos públicos como parte de la vida privada, cuando debieran entender que los gobernantes sólo temporalmente manejan los recursos de todos y no tienen por qué adjudicárselos.

Con la cultura de transparencia y rendición de cuentas se generan claridad y mecanismos adecuados para la gobernación de carácter democrático: la ciudadanía tiene derecho de ser informada acerca de las acciones y actitudes de los gobernantes, así como la obligación de utilizar los mecanismos de vigilancia de los recursos públicos y de promover las sanciones a la ilegalidad, insiste Kenny.

Los gobiernos, especialmente los de izquierda, deben pensar en la consolidación de una cultura de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública, hasta pasar de ser la gran aspiración democrática al modelo democrático más novedoso en la actualidad, como el que trata de consolidarse en Ecuador.

Déjenme decirles, finalmente, que Kenny es Hija del profesor José Rosario Arroyo, excelente amigo y colaborador. Ella ha logrado desde la cultura del esfuerzo, el estudio, la Academia y el trabajo, acceder cada vez a mejores oportunidades. Ejemplo de mujer luchadora y entusiasta, Kenny me llena de orgullo; es un honor para mí llevar una amistad tan cercana con la familia Arroyo González y poder mostrar mi admiración por las mujeres, especialmente por las jóvenes que, como Kenny, representan tantas esperanzas activas para México, para Chihuahua y para mi inevitablemente bella Ciudad Juárez. ¡Hasta siempre!