Se juegan griegos futuro en referendo

México.- Grecia, sumida en su peor crisis en años, pone su futuro en manos de los votantes.

La población helena está convocada hoy a las urnas para dar vía libre o no a un paquete propuesto por sus acreedores a cambio de ayuda financiera.

De votar "sí", aceptará los términos de la troika -el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea- para aplicar más recortes y medidas de austeridad, como las que han dejado al país con un desempleo de 25 por ciento y una de las peores recesiones en la historia.

De votar "no", los griegos podrían estar cerca de salir de la zona euro, con lo que serían la primera nación en hacerlo desde que se estableció la moneda común, en 1999.

"Si gana el 'sí' (...) el Gobierno se tendría que ir o convocar elecciones. Y a ver cuánto se tardan en volver a armar uno.

"Pero, por lo menos, (el Premier Alexis) Tsipras le está dando un espacio a la gente para que diga qué opina", dijo a REFORMA Lorena Ruano, experta en Europa y directora del Centro de Estudios Internacionales del CIDE.

Además de importantes consecuencias para el Gobierno de Tsipras, el voto tiene una carga ideológica importante, pues, en realidad, el paquete sobre el que se sufraga expiró el martes.

Según Jordi Bacaria, profesor del ITAM y director del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona, muchos griegos coinciden en que estarían mejor fuera del euro por un sentimiento de soberanía y dignidad nacional.

"Yo prefiero el euro al dracma, pero no vendería mi país ni mis ideas a nadie. Y eso es exactamente lo que la troika quiere", aseguró a REFORMA Spiros Destounis, habitante de la ciudad de Rodas y quien residió por años en Tamaulipas.

Con numerosas encuestas que anticipan un empate técnico en las urnas, lo único que parece claro es que, tras el referendo, las cosas no serán iguales.

Grecia tiene fondos suficientes hasta el lunes y está a dos semanas de caer en impago ante el BCE.

Muchos negocios han cerrado sus puertas porque no pueden importar, según la Cámara de Comercio Helena, y, pese al 'corralito', supermercados y gasolineras se niegan a aceptar otra forma de pago que no sea el efectivo.

"La gente tiene miedo del futuro cercano, sin importar el resultado del referendo", agregó Destounis.

Se cual fuere el resultado, un nuevo acuerdo con los prestamistas será más complicado.

Varios líderes europeos ya no confían en la disposición de Atenas para negociar y, según Bacaria, los prestamistas temen que si aceptan condonar o reestructurar la deuda griega, cualquier otro país lo tome como estímulo para incumplir sus pagos.

Esto, pese a que el mismo FMI reconoció en la semana que Grecia necesitaría hasta 50 mil millones de euros adicionales de ayuda para mantenerse a flote.

Para rematar, nadie sabe qué pasará realmente si Grecia deja la moneda común.

"Nunca había pasado esto, y no se tiene definido legalmente el procedimiento para que Grecia salga de la zona euro. Estamos en la incertidumbre", consideró Ruano, del CIDE.