Ciudad de México.- El año pasado, de los 14.6 millones de delitos en los que la víctima estuvo presente, los delincuentes portaban algún arma en 41.6% de los casos, el porcentaje más bajo de los últimos nueve años.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2021, de los delitos en los que el perpetrador portaba algún arma, en 9.4% de los casos ésta fue utilizada.
La encuesta elaborada por el Inegi y que por primera vez da cuenta de la incidencia delictiva en México durante el primer año de la pandemia de covid-19, detalla que la tasa de delitos cometidos con portación de armas fue de 42.9 en 2019; de 45.6 en 2018; 44.2 en 2017; 43.1 en 2016; 45.2 en 2015; 48.6 en 2014; 50.2 en 2013 y 44.1 durante 2012.
Además, indica que de los 27.6 millones de delitos estimados para 2020, la víctima estuvo presente en 53% de los casos, lo que representa, en términos absolutos, 14.6 millones.
De los delitos donde la víctima estuvo presente, 17.9% de ellos involucró algún tipo de agresión física.
El Estado de México (61.5%), la CDMX (49.9%), Puebla (46.2), Tabasco (44.0%) y Guanajuato (43.6%) son las entidades federativas con mayor tasa de delitos en los que se empleó un arma. En contraste, Nayarit (8.9%), Yucatán (16.0%), Zacatecas (16.2%), Baja California Sur (16.8%) y Colima (18.0%) son en los que menos se emplean para delinquir.
CAMBIO DE HÁBITOS
Si bien la Envipe señala una baja en los delitos y en la percepción de inseguridad, registra algunos cambios de comportamiento en la población para evitar ser víctimas de la delincuencia.
Así, algunas de las actividades cotidianas que la población de 18 años y más dejó de hacer fueron principalmente: permitir que sus hijos menores de edad salieran de casa y usar joyas, con 66.0% y 55.5%, respectivamente.
Otras cosas que los mexicanos dejaron de hacer por miedo a la delincuencia son: salir de noche (49.5%); llevar dinero en efectivo (46.2%); tomar taxi (37.0%); salir a caminar (36.4%); llevar tarjeta de crédito o débito (34.1%); visitar a parientes o amigos (34.0%); ir al cine o al teatro (32.3%).
Tomado de Excelsior.
Aumenta la corrupción
del Peje en sus estertores:
tras saquear sin compasión
quiere robar las afores...
ES QUE ES EL AÑO DE HIDALGO
Y DE PENDEJO DEJA ALGO.
![[Siguen los topones de malandros en el Triángulo Dorado]](/__export/sites/laopcion/img/2024/04/19/1ofw5629vuHEMemG.jpg?v=3)
[Siguen los topones de malandros en el Triángulo Dorado]
Con tanto topón de malandros en la zona serrana del Triángulo Dorado, sobre todo en Guadalupe y Calvo, las autoridades ya deberían de haber instalado una base permanente y atender los reportes lo más pronto posible para no esperar horas y horas como lo están haciendo.
Estos enfrentamientos están afectando enormemente a los habitantes de las rancherías, ya que aunque no sean afines a ningún grupo criminal de los que están en guerra, de todas maneras les llegan los malandros, les quitan lo poco que tienen y hasta han llegado a privarlos de la vida. Otros han optado por salir huyendo, dejando todo lo que poseían.
Lo raro, dicen, es que por el lado de Chihuahua, los soldados y los de la Guardia Nacional no acuden solos cuando hay reportes de los topones, esperan a que lleguen los policías del estado para ir todos en bola.
¿Acaso no podrán solos los soldados y la Guardia Nacional atender los enfrentamientos?
De pilón, cuando finalmente se ponen de acuerdo y llegan a los puntos donde fueron reportadas las balaceras, suele pasar que solo hallan casquillos, de vez en cuando muertos, pero de detenidos nada de nada.
Ayer nada menos la fiscalía informó que hicieron trabajos de reconocimiento, búsqueda e investigación, sin que se localizaran personas heridas o fallecidas después de que reportaron un supuesto enfrentamiento entre civiles en Los Otates y Huerta de los Carrillo, en el municipio de Guadalupe y Calvo.
- Por Federico Guevara
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