Elegir presidente inteligente: Kenny Arroyo

Ciudad de México.- En la recta final de las precampañas por la presidencia de México, de la que participaron tres principales aspirantes quienes encabezan coaliciones de partidos políticos, además de los que obtengan su registro por la vía independiente, es claro el desencanto del electorado mexicano y algo que puntualiza Kenny Arroyo, consultora internacional de campañas.

“Hay mucho enojo y desencanto. A los electores mexicanos les interesa más como mejorar el ingreso a su bolsillo,  así como su  tranquilidad, que la política. Aquí el reto para conectar para conseguir su voto es como dice Fernando Savater en su libro ‘Ética para Amador’, es ponerse en el lugar del otro es algo más que el comienzo de toda comunicación; entonces los candidatos antes de emitir un mensaje deben ponerse en los zapatos de ese mexicano al que quieren cautivar”, recomienda Kenny Arroyo.

En ese contexto, el humor social del mexicano es parte de la fórmula que debe considerar cualquiera que aspire a gobernar el país, que conforme a la experiencia de la consultora egresada de la George Washington University refiere en la forma que deben arrancar las campañas presidenciales a partir de marzo.

“Está resentido, molesto, decepcionado, por eso los candidatos deben responder a las  exigencias de mejor economía y mayor tranquilidad; así mismo, deben garantizar la transparencia, comprometerse a erradicar la corrupción. Lo mejor para el país sería que los ciudadanos exijamos a los candidatos campañas de altura, que nos den a conocer su perfil profesional, sus logros políticos, sus propuestas, su visión para enfrentar problemas locales e internacionales, ahí está la necesidad que tenemos de elegir un presidente inteligente, responsable, atinado e incluyente”.

Hace unos días cerraron las precampañas presidenciales, entre un aspirante que recorrió el país en corto tiempo, otro que se reía de los ataques, otro que cantó con humor, en lo general  fue de utilidad para posicionar las ofertas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).

“Las precampañas son solo una extensión de tiempo que los partidos han aprovechado para posicionar a sus candidatos. Es decir, en términos prácticos estamos ya en la contienda electoral porque los partidos -todos- tienen más que definidos a sus candidatos. En un balance te diría ha sido un tiempo más útil para el PRI y el PAN que venían con una desventaja de posicionamiento de sus candidatos con respecto a Andrés Manuel  que ha estado en campaña durante doce años”, refiere Kenny Arroyo.

“José Antonio Meade: Posicionarse al mismo tiempo como un candidato ciudadano y del PRI, realizar foros temáticos para construir su propuesta, recorrer el país en corto tiempo. Andrés Manuel: Reírse de los ataques, abrir su partido a todos los rebeldes de otras fuerzas políticas y marcar agenda temática. Ricardo Anaya: Lograr la candidatura de la alianza, mostrarse como un candidato preparado y utilizar la canción de Movimiento Naranja, si me permites algo de humor”.

Entre lo más destacado que tuvieron las precampañas, de acuerdo a la consultora internacional fue la inclusión de candidaturas independientes y las alianzas partidistas sin sentido político o ideológico afines.

“La inclusión de candidaturas independientes en la contienda electoral, por primera vez en México vemos este esfuerzo por ciudadanizar la política, es un gran avance para la democracia del país. Por incongruente, diría yo, sobresale la alianza por ‘México al Frente’ conformada por el PAN, PRD y MC, a lo que no le encuentro sentido ni político, ni ideológico,  juntar, la izquierda y la derecha; el conservadurismo con el liberalismo; vaya  el agua y el aceite, con el próposito de alcanzar el poder, por el poder mismo es riesgoso, genera incertidumbre para el futuro del país”.

La experimentada consultora, quien el año pasado tomó clases en Harvard, puntualiza en los grandes temas que distan de una ideología partidista a otra, refiriéndose Kenny Arroyo sobre lo que tendrán que aclarar la postura que tomarán tanto por el lado del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

“¿Cómo se toman las decisiones al interior de dos fuerzas tan radicalmente contradictorias?  En temas económicos ¿Qué van a decidir el libre mercado o la intervención del gobierno? ¿Van a permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo o lo van a prohibir porque no va en concordancia con los preceptos morales del panismo tradicional? ¿Van a legalizar el consumo de marihuana atendiendo a la libertad del ser humano de consumirla o seguirá como hasta ahora por el conservadurismo azul?”, cuestiona Kenny Arroyo.

Una vez concluido el proceso de las precampañas presidenciales, en este periodo de intercampaña, se ajustan los equipos para entrar con nuevas estrategias para la campaña por conseguir la presidencia de México, en la que no podrán quitar del tablero las repercusiones que tendrá la presencia de la guerra sucio o incluso de las noticias falsas, más conocidas como ‘fake news’.

“Está claro que todos los precandidatos han sido objeto de guerra sucia, vimos en las redes sociales memes, videos e información enfocados a destruir la imagen y credibilidad personal, así como la de sus partidos. Lo cierto es que estamos en un momento díficil para hacer política constructiva porque un solo meme puede destruir todos los esfuerzos de un consultor por posicionar una imagen positiva”

“Es complejo manejar la comunicación digital en la era de la posverdad. En 2016 Oxford denominó el concepto de ‘posverdad’ como la palabra del año, diversos autores dijeron que se requería verbalizar, en síntesis, es una rebelión al sentido común y que es utilizada como un poderoso recurso de los súbditos no como un arma a disposición de la clase política. Es en las redes sociales donde los ciudadanos están encontrando la forma de manifestar su enojo, crean ‘fake news’ y las viralizan, esto logra confundir al elector y complica todo el escenario comunicacional”, detalla la experimentada consultora.

Kenny Arroyo nos abrió las puertas de su actual residencia en la Ciudad de México, teniendo como marco el poderoso Museo Soumaya, haciendo un recordatorio que en toda estrategia ganadora la fórmula es la disciplina en la ejecución, así es lo que el electorado mexicano vivirá en los siguientes meses para tomar la decisión de quien será el próximo presidente de México.