La Fuente

*Usan policías aspen decomisada a El Número *Las reses del mañana *El Gandallón no tiene límite

  • Por editor TV
*Usan policías aspen decomisada a El Número *Las reses del mañana *El Gandallón no tiene límite

UNA poderosa camioneta Aspen de la Chrysler, con blindaje del más alto nivel, es utilizada por un comandante de la comisión estatal de seguridad. El gobernador había señalado que los vehículos decomisados no serían utilizados por los elementos de las corporaciones. La camioneta es de color blanco, vidrios polarizados y rines altamente llamativos. No trae placas y es tripulada por varios policías estatales al mando del comandante Ginés Jaime Ruiz García. Los que saben, dicen que podría ser la que le aseguraron a El Número en Namiquipa el día de su detención, o en días posteriores. Este asunto puede servir para conocer la postura real del estado en relación a estos temas.

EN DOS días, prácticamente de un zarpazo, El Paisa tomó el control electoral y penal del conflicto en Ciudad Juárez. El equipo jurídico de Javier González Mocken, candidato de morena con constancia de mayoría, dio un giro de 180 grados al mover la interposición de la demanda de la Fepade a la fiscalía general del estado. ¿Hubo un acuerdo con Corral para que se decidiera finalmente esto? Solamente ellos lo saben, pero las cosas se acomodaron así y, ahora, la suerte de Cabada está en las manos del gobernador del estado y en la estrategia jurídica que le pueda generar El Máclovish. La política es así, como una rueda de la fortuna, que sube y baja a sus actores en un santiamén. De un momento a otro, la suerte de Armando cambió, y de lo electoral, el asunto dio un brinco a lo penal. Hay que recordar que los carniceros de hoy serán las reses del mañana. Y el mañana puede ser el 2021.

HASTA dónde llega la perversidad de El Gandallón Omar Bazán, aún presidente ilegítimo del comité directivo estatal, en serio. Ahora giró instrucciones a la bancada rosa para iniciar un golpeteo absurdo en contra del gobernador. Sin razones ni motivos, Omar hizo saber que había que batear todas las iniciativas de El Paisa. Su jugada es obvia y clara, pues quiere hacer business con palacio al asumir la curul más manchada de la historia del tricolor. Es decir, pretende hacerle el caldo gordo al estado por medio de diputadas rebeldes, para luego entrar y hacerle al héroe con el ciudadano Corral. Así vendería caro su amor, pero, a cambio de la negotzia, que las rodilleras de catcher reforzadas no son gratis. Los que saben dicen que ya debería cambiar por algo más sólido, como por ejemplo, conseguir un reclinatorio de los que hay en los templos. Así, apenas escuchara el sonido de la campanilla, se inclinaría de rodillas sin lastimarse tanto el hueso.

DESPUÉS de la elección, el PRI se atomizó en el estado y se seccionó en grupos que han empezado a moverse por su cuenta pero que coinciden en que es necesaria la renovación en el estado. El primero que atacó fue Reyes Baeza (que podría lanzar a Memo Márquez), dolido por la traición de El Gandalla Bazán y Marco Quezada, este último a quien le dedicó casi todo su mensaje, un día después de la elección, basado en el presupuesto de que ayudó a morena. En Juárez, Memo Dowell, Teto Murguía, Isela Torres, Adriana Terrazas, Adriana Fuentes y hasta Lilia Merodio, discuten el destino del tricolor y quién jalará las riendas en el estado. En la capital del estado, se dice que Marco Quezada ha empezado a moverse, aunque a quien pretenden impulsar es a Fermín Ordóñez, que tuvo más votos que el candidato a alcalde y que los cinco diputados juntos. La presión de la sierra, de Delicias, Cuauhtémoc y Parral, se suman al mismo objetivo: hacer que Omar Bazán renuncie a la presidencia del comité directivo estatal del PRI.

DICEN algunos agentes de la comisión estatal de seguridad que por favor les restablezcan los descansos como dios manda, porque, literalmente, ya no aguantan. Los traen con la lengua de fuera, en jornadas de 12 a 14 horas, y, en ocasiones, hasta 15 días seguidos, sin descanso. Se supone que son siete días laborales por dos de descanso, pero, como los jefes requieren traer escolta, sacrifican a la tropa, como siempre. Uno de ellos es el comisario de la policía comercial, que usa seis escoltas; el comisario Chacón, que nunca sale a patrullar, trae cuatro; el inspector Hernández otros cuatro, sin salir de la oficina y párenle de contar. Chacón les dijo que si hacían pública esta situación, les echarían encima a los de asuntos internos. Así que, aparte de no darles parque, gasolina, buenos vehículos y armas, les ponen un bozal.