EL CHAHUISTLE Y LOS NARCO CANTORES
- Por lujardo
Por Ricardo Luján
Aunque todavía no se hacen públicas las “melodías” que está cantando el hijo del Chapo Guzmán ante los tribunales gringos, a la presidenta Sheinbaum ya se le apareció en chahuistle.
El abogado de Ovidio Guzmán adelantó parte del “concierto de gala” de su cliente y sin decir “agua va” le sorrajó a Claudia la grave acusación de actuar como publirrelacionista del Mayo Zambada, “noticia” que aunque era pública y notoria no deja de impactar.
Para probar su dicho el abogado recordó que a Zambada el gobierno lo respetó durante más de 40 años y que tanto López Obrador como la actual mandataria lo solaparon con creces a cambio de recibir financiamiento para las campañas de Morena.
También hizo memoria cuando el general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa, fue detenido en Estados Unidos por sus negocios con narcos. México solicitó su extradición, pero en cuanto pisó suelo mexicano fue puesto en libertad.
Luego que Ovidio se declarara culpable de traficar drogas ante un tribunal de Chicago, la estrategia de su defensa fue engordarle el caldo al gobierno de Trump y adelantar parte de las imputaciones que en un futuro cercano eventualmente se formularán contra algunos personajes encumbrados en el gobierno de la Cuarta Transformación.
El abogado Jeffrey Lichtman no se anduvo por las ramas acusando a algún senador, diputado o gobernador, sino que de plano se fue a la yugular contra la mismísima presidenta acusándola de ser el “brazo de relaciones públicas de la organización criminal de Zambada” en lugar de perseguirlo.
En realidad el abogado del capo tiene razón y se queda corto, pues tanto López Obrador como Claudia se han convertido, a la vista de todos los mexicanos, en francos apoyadores de grupos criminales, a tal grado que en el mundo entero México ya tiene fama de narcoestado.
Baste recordar el llamado “Culiacanazo” cuando en 2019 López Obrador ordenó liberar al propio Ovidio Guzmán luego de ser capturado por policías federales, dizque para evitar un baño de sangre entre la población por la vengaza de Los Chapitos ante el arresto de su líder.
Luego de las acusaciones del abogado Lichtman, a Claudia le hubiera convenido mejor fingir demencia y quedarse callada, pero prefirió responder de inmediato, desde luego con una de sus clásicas mentiras: “Como creen, nosotros no establecemos relaciones de contubernio y complicidad con nadie, eso lo sabe el pueblo de México…”
Lo peor del caso es que en la conferencia Claudia estuvo acompañada por el impresentable Rubén Rocha, narcogobernador de Sinaloa quien se vio involucrado en el asesinato de Héctor Melesio Cuén, dirigente del Partido Sinaloense y ex alcalde de Culiacán y en el secuestro del Mayo Zambada, entregado a la justicia gringa por Joaquín Guzmán Jr., lo que desencadenó la guerra interna del Cartel de Sinaloa entre los Chapitos y los Mayitos que en un año reporta más de mil 500 muertos y centenares de desaparecidos.
En qué cabeza cabe afirmar que su gobierno no trata con narcos haciéndose acompañar por el tristemente célebre gobernador Rocha Moya, repudiado por los sinaloenses, y quien sirviera de enlace entre López Obrador y la narquiza.
Pero nadie le creyó, y menos el abogado de Ovidio que en redes sociales volvió a arremeter contra ella reiterando su acusación y calificando las declaraciones de la presidenta como “hipócritas” y “ridículas”.
“Al parecer, la presidenta de México Claudia Sheinbaum está disgustada con mis veraces comentarios sobre su oficina y gobierno corruptos. Puede convocar tantas conferencias de prensa apresuradas como quiera, pero el pueblo mexicano (y yo mismo) sabemos que actúa más como el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante que como la líder honesta que merece el pueblo mexicano. Tendré más que decir al respecto en breve, #mexico", posteó Lichtman.
Mencionó que es absurdo el considerar incluir a México en las negociaciones y decisiones legales en casos de grandes narcotraficantes, porque “resultaría peor”, pues recordó el caso del general Cienfuegos: “Se le devolvió a México, lo exoneraron de inmediato y luego López Obrador salió a decir que la DEA fabricó pruebas. Absurdo y peor”, afirmó.
Jeffrey aseguró que el gobierno mexicano está lleno de corrupción y agregó que Estados Unidos no tiene por qué avisar a México cada vez que se negocia con un capo extraditado.
La denuncia del Ratón, ahora convertido en jilguerillo cantador parece estar coordinada con la serie de señalamientos de la justicia norteamericana y del propio presidente Trump contra el gobierno mexicano por sus relaciones con el crimen organizado.
Tal vez entre las primeras “cantadas” de Ovidio esté la del financiamiento de campañas del presidente López Obrador, situación bien conocida por los mexicanos.
Después de esta primera acalambrada el gobierno de Sheinbaum deberá suspender las extradiciones hacia la Unión Americana, o fijarse bien a quien entrega, pues podría resultar otro testigo protegido de la justicia gringa…
…Y al parecer el gobierno mexicano ya tomó providencias, pues el mismo día de la guerra de declaraciones entre Lichtman y Claudia, un ciudadano chino, proveedor de fentanilo de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, escapó de la prisión domiciliaria en la alcaldía Cuajimalpa de la CDMX, donde se supone era vigilado por agentes federales.
Zhi Dong Zang, alias Brother Zang, Pancho o Chino, fue detenido en octubre pasado y estaba sujeto a un juicio de extradición por traficar a EU toneladas de fentanilo, cocaína y metanfetamina.
El mismo día en que el narco chino fue ingresado al Reclusorio Sur, un juez lo favoreció con prisión domiciliaria, de donde antier logró evadirse en las narices de los policías que lo custodiaban día y noche.
Y como por las vísperas se sacan las fechas puede ser que este mes de Julio resulte muy musical por la serie de “cantadas” que ofrecerán Ovidio y su abogántster, en espera de próximos conciertos de gala con la presentación de el tenor Mayo Zambada, el soprano Joaquín Guzmán López, el barítono JC Chávez Jr. y el mezzo-soprano Genaro García Luna, quienes ya afinan sus gargantas porque no cantan mal las rancheras.
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