Buen Domingo

EL DIABLO EN CALZONES

  • Por lujardo

Por Ricardo Luján

 

No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue y mañana, 20 de enero, a México se le va a aparecer el diablo en calzones, con estampado de barras y estrellas.

 

Hechos la mocha andan en el gobierno de la 4T pues se acerca inexorablemente el día fatídico luego de la andanada de bravatas, insultos y amenazas de Trump que se hicieron públicas, y los acuerdos que se quedaron en lo privado y que irán trascendiendo luego que el güero zanahorio reasuma el poder.

 

La cosa también se pondrá color de hormiga para miles y miles de migrantes que pululan allende la frontera y para quienes cruzan México camino a los Estados Unidos, así como para los narcos y el gobierno de Claudia Scheinbaum, del que el próximo presidente gringo ha dicho que está controlado por el crimen organizado.

 

La preocupación se palpa en el ambiente cortesano con medidas mediáticas de última hora como golpes contra los grupos criminales, captura de capos de medio pelo y operativos contra migrantes en todo el territorio nacional, desde el río Suchiate hasta el río Bravo; desde Chiapas y Oaxaca hasta Tijuana y Juárez.

 

La ciudad de Chihuahua no es la excepción. Para los migrantes que se instalan en el bulevar Juan Pablo II, en la colonia Aeropuerto, el infierno empezó tres días antes de la asunción de Trump, cuando la madrugada de ayer una nube de agentes del Instituto Nacional de Migración irrumpieron en el improvisado campamento para arrestar a cerca de doscientos extranjeros que pernoctaban en el lugar, pero fueron recibidos con piedras, garrotazos y lumbre por parte de los ilegales quienes le prendieron fuego al lugar para facilitar el escape.

 

Al final de la zacapela todo quedó en doce detenidos para su deportación, quienes fueron subidos a uno de los seis autobuses ‘foráneos” llevados en el aparatoso operativo que incluyó decenas de patrullas estatales, federales y militares así como los heroicos bomberos que tuvieron que aguantar las agresiones de los centroamericanos.

 

Para como están de caliente las cosas difícilmente los migrantes dispersados podrán llegar a la frontera y cruzar al otro lado. Al negárseles el sueño americano aparecerá la pesadilla mexicana.

 

Y en caso de que pudieran cruzar, allá no les esperan con pancartas de “welcome brother” sino con la más feroz y gigantesca redada masiva de todos los tiempos en la Unión Americana que iniciará el próximo martes en Chicago por decreto de Trump y en Texas porque al gobernador Abbott se le hinchan los odios racistas.

 

Por su parte el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, sale con la postura simplona de sembrar arbolitos para que los migrantes se arraigen en el terruño y se pongan a trabajar sin importarles los grupos criminales ni los policías extorsionadores nibla carestía y los salarios miserables.

Fácil y con la zurda. Discurso trillado que, en su burbuja populista, Claudia y compinches piensan que es la solución a todos los problemas. Similar estupudez propuso en la cumbre de países celebrada en Sāo Paulo cuando sugirió destinar el 1% del presupuesto militar mundial para labores de sustentabilidad del planeta. Ternurita.

 

Otro asunto que tiene a Claudia con el Jesús en la boca y a los narcos con el rosario entre las manos, es la amenaza de bombardear laboratorios de fentanilo y otros enclaves de grupos delincuenciales en suelo mexicano, sin duda el pendiente que más le preocupa a la encargada del bastón de mando obradorista, tanto que no se cansa de preguntar cómo y por qué la DEA y el uno de los chapitos secuestraron al Mayo Zambada, y de paso acusar de injerencista a los Estados Unidos, además de negar que en México se produce fentanilo pese a las evidencias mostradas por la prensa internacional.

 

Tanto le interesa la suerte que pudieran correr los narcos que en su defensa y ante la eventualidad de una invasión gabacha, Claudia ha respondido con arengas del Himno Nacional contra Donald “Masiosare” Trump, mientras que líderes de Morena tratan de asustar al gringo con el petate del muerto pronosticando brotes de rebelión en rechazo de la intervención extranjera.

 

Esto último es de dar risa. ¿De verdad la presidenta cree que saldremos a combatir al invasor, si por aire con resorteras y si por tierra a riscazo limpio? Seguro, no faltaba más. Todo sea por defender el bono de Bienestar.

 

Como si la gente estuviera muy contenta con la sarta de calamidades que ha traído el cambio de régimen: carestía incontrolable, inflación galopante, inseguridad, violencia, asaltos, secuestros, asesinatos, violaciones sexuales, extorsiones, cobro por derecho de piso a comerciantes y campesinos, falta de medicinas, pésimo servicio médico, prostitución del sistema de partidos políticos y un largo y sombrío etcétera.

 

Contrario al fervor patrio que supuestamente despertaría en el pueblo alguna intervención como lo supone Claudia, la raza se preocuparía más por atender a los gringos con buen trato y servicio por la sencilla razón de que dejarían buena dolariza.

 

La historia y la condición humana nos dan la razón, posturas patrioteras aparte. 

Durante la expedición punitiva que tropas norteamericanas emprendieron para tratar de capturar a Pancho Villa tras el ataque de los Dorados a Columbus, y que se extendió por el territorio estatal de marzo de 1916 a febrero de 1917, gran parte de la población mostró simpatía por los invasores.

Cuentan que cuando los soldados gringos acamparon varias semanas en el pueblo de Nonoava y otras rancherías para emprender la cacería del Centauro por las sierras cercanas, la gente se desvivía en atenciones hacia los bienvenidos “visitantes”  pues ellos pagaban con dólares y no con billetes villistas como acostumbraban los revolucionarios, y que los bancos no aceptaban.

 

Y no se piense que esto sería malinchismo o ingratitud, porque este gobierno populista de la Cuarta Degradación nos ha enseñado que “with money dance the dog”.







 

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