Buen Domingo

Mucho grito y poca independencia

  • Por lujardo

 Ricardo Luján H.

Hoy por la noche en cada ciudad y pueblo de este rafagueado país, los mandamases saldrán a la plaza pública a dar el grito, mientras el populacho enfiestado come, bebe, baila, y vitorea sin sentido “a los héroes que nos dieron Patria”, ahora secuestrada por apátridas populistas.

Patriotero por naturaleza, el grito sirve para rendir culto a la personalidad de funcionarios demagogos y como tribuna de gobernantes hipócritas y cínicos.

Hoy como nunca en la vida de mis trece lustros el grito sonará mas hueco que cabeza de legislador de Morena y será más falso que una mañanera, valga la redundancia.

Además de que no somos ni de chiste un país independiente, pues Tío Sam cada rato dobla al tlatoani azteca en turno, -pese a los otros datos del megalómano del Palacio-, ahora con la constitución obradorista ni a democracia llegaremos.

Parafraseando a Octavio Paz, a nuestra democracia le salieron alas cuando lo que necesitaba era echar raíces.

Por eso la pregunta es ¿Cuál independencia celebramos? A decir verdad ninguna, porque tanto la historia que nos contaron en los libros de texto como los postulados que enarbola la lucha de independencia son mentiras oficiales, datos falsos, la historia escrita por los ganadores.

¿De qué independencia me hablan cuando el presidente mexicano se baja los pantalones ante Trump y manda decenas de miles de guardias para reprimir a migrantes y servirles como perro de traspatio a los gringos? 

A décadas de que en la escuela nos conmovieran los versos de Miguel Hidalgo dedicados a sus carceleros antes de ser fusilado, resulta que a Chuchita la bolsearon, pues el mentado grito del cura de “ir a coger gachupines” nunca existió, ni fue el día 15, ni fue en la noche, sino en la mañana siguiente en la misa de 8. Ahora se sabe que el cambio de fecha fue plan con maña de Porfirio Díaz para que el festejo coincidiera con su cumpleaños.

Desde siempre celebramos el inicio de la lucha armada en septiembre de 1810, “cuando el cura de Dolores rompió las cadenas de la esclavitud”, pero el acta de Independencia fue firmada hasta 1821, una década después del fusilamiento de Hidalgo y a seis años de la ejecución de Morelos.

Total, dizque nos independizamos de España, pero veinte años después Estados Unidos nos despojó de la mitad de nuestro “independiente y soberano” territorio nacional.

Desde entonces la independencia es un mito, y la que ahora celebra el sistema es la soberanía del crimen organizado que con su violencia obligó a cancelar las fiestas patrias en muchas localidades; la de los cantantes de narcocorridos que amenizan la mexicanísima fiesta; la de los extorsionadores a quienes el gobierno les extendió patente de corso para cobrar derecho de piso a comerciantes en las ciudades y a campesinos en los pueblos; la de los funcionarios públicos que roban a placer y de los cachorros del sistema que fundaron un clan para saquear al país con total independencia para delinquir impunemente.

Los que sí celebran son los empresarios mañosos y patrones negreros solapados por el régimen, que hasta ahora les ha dado abrazos a cambio de “sablazos”.

También los lenones, tratantes de blancas, traficantes de órganos y secuestradores de migrantes gozan de libertad para plagiar, robar, chantajear y matar, no los molesta ni funcionarios ni policías, quienes tienen las manos embarradas de sobornos.

Resulta cínico que López Obrador hable de independencia cuando ha prostituido al poder Legislativo y desmantelado al Judicial para someterlo al Ejecutivo.

Es aberrante gritar vivas en un país de muertos, donde 46 jóvenes son asesinados o desaparecidos cada día, hasta sumar casi 200 mil en el sexenio. 

Patético gritar Viva México cuando el país se desangra moribundo.

Paradójico vociferar “Viva la soberanía” cuando dependemos energéticamente de EU al importar 70 por ciento de la gasolina para mover al país, pues Pemex se ha convertido en garante de la impunidad para Bartlett y familia, quienes son unas soberanas sabandijas. 

¿Viva la independencia cuando el futuro de millones de mexicanos depende de las remesas que envían sus familiares quienes debieron emigrar a la tierra del dólar para sobrevivir?

Seguramente esta noche el sátrapa dictadorzuelo saldrá al balcón a tañer la campana gritando que somos libres, que ya no dependemos de Estados Unidos…

A otro perro con ese hueso patriotero.

Seguro que López Obrador se cree sus propias mentiras de independencia, soberanía y libertad… y las seguirá creyendo hasta que el Mayo Zambada suelte la sopa y se ponga a cantar rancheras.

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