[Alejandra y El Diablo arreglaban de todo en la FGR]

Luego de la detención de la empleada de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandra O. R., a quien le aseguraron varios kilos de cristal, resulta que ella y su pareja sentimental, también empleado de la misma dependencia, resultaron muy conocidos en la ciudad por los “jales” que se aventaban aprovechando sus conectes en la dependencia.

Dicen que esta pareja se encargaba de hacer arreglos “por debajo del agua”, claro, con apoyo de ministerios públicos, donde todos ganaban.

Se comenta que la joven Alejandra, aunque solo era empleada administrativa, tenía conectes con todo el personal de la subdelegación, a quienes conoce desde hace algunos años.

Pero se dice que el de más “power” era su pareja sentimental, apodado El Diablo, de nombre Raúl A., quien es efectivo de la policía federal asignado al área de evidencias.

Dicen que El Diablo tenía todo bajo control en la ciudad, desde arreglos con huachicoleros, picaderos, casinos clandestinos, venta de piratería, tanto de discos como ropa, calzado y demás. ¿Cómo la ven? ¿Será cierto?

Luego del cateo al domicilio ubicado en la calle Francia, esquina con calle Niza, en la colonia CTM, donde fue detenida Alejandra, se supo que su pareja sentimental, El Diablo, ya había sido concentrado días antes a la sede de la FGR en Juárez.

Unos dicen que se lo llevaron para “enfriarlo” porque en el teléfono de unos malandros que atoraron, al parecer sicarios”, hallaron fotografías de él y de Alejandra, así como de sus autos y matrículas y posiblemente los tenían en la mira para “darles piso”.

Quién sabe qué tan cierto sea, pero se comenta que la autoridad federal ya está investigado a la parejita, a ver qué encuentran y cuanta gente más sale embarrada, porque parece que el cochinero en la subsede de la FGR en Chihuahua está peor de lo que parece.