Cambio y fuera

[Secrecía]

  • Por Reportero Dos

En la Secretaría de Seguridad Pública del Estado ya no saben cómo poner freno a la filtración de información y, por ello, están obligando al personal, claro, no a todo, a firmar una “carta de confidencialidad no divulgación de información”.

El personal que firma el documento, se compromete a “mantener estricta reserva respecto de los asuntos que por razón del desempeño de su función conozcan, en los términos de las disposiciones aplicables”.

Quién sabe si el motivo sea para que la información no llegue a los malandros, o bien, para que no sea a dada a conocer a la población a través de los medios de comunicación.

El asunto, dicen los polis, es que ese documento lo deberían firmar todos, desde el que dice que tiene toda la vida siendo policía, es decir, el titular de la secretaría, hasta los de la limpieza, esos que se dan cuenta de todo por medio de “radio pasillo”.

Pero también comentan los mismos polis, que deben de incluir a los del departamento de des comunicación social, perdón, comunicación, porque pues ni modo que no tengan sus medios preferidos para las exclusivas, nada menos uno de ellos es copropietario de una página de noticias.

A esto, hay que agregarle los que ahora son policías y andan muy pegaditos al secretario Loya, que escuchan todo y que antes trabajaron en medios de comunicación y, por ello, pues les pasan información y otras cosas en especie a sus amigos piquis-colis que siguen laborando en periódicos, ni modo que no. Entonces o todos coludos o todos rabones.

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