Alimentación y adaptación, claves en el éxito de los atletas rarámuris
- Por José Oswaldo
Pareciera ser una contradicción y una paradoja: la dieta de los corredores ultramaratonistas rarámuris, dentro de su ancestral pobreza y desnutrición, es la que hace posible que sean tan resistentes y logren triunfos, incluso en el extranjero, para el asombro de todos.
El Doctor Humberto Padilla, actualmente presidente del Colegio de Ortopedia y Traumatología, explica que son varias las razones, como las genéticas, para explicar esa resistencia competitiva que presentan los atletas tarahumaras y que cada vez sorprenden a los propios competidores y a organizadores de carreras de maratón, tanto en el interior del país como en el extranjero.
Los rarámuris, dice el Dr. Padilla, tienen una predisposición a no presentar obesidad y, por lo tanto, es difícil ver a un tarahumara obeso por cuestión hereditaria. Asimismo, la alimentación influye, ya que ellos regularmente consumen alimentos bajos en grasas, que son las que predisponen al aumento de peso y a una serie de enfermedades que sí se presentan mucho en las ciudades.
Por lo mismo, agrega el médico Padilla, es difícil ver que a los tarahumaras les den infartos, porque regularmente la dieta de ellos es más rica en proteína, en vitaminas, en minerales, cosa que en la ciudad no se ve.
En contraste, recalca, aquí en la ciudad se presentan mucho esas enfermedades ocasionadas por los triglicéridos, el colesterol en la sangre, todo derivado de la dieta que predispone a problemas de tipo cardiovascular.
Sin embargo, reconoce el galeno que lo que se ve mucho en los indígenas es la desnutrición y muchas carencias de diferentes grupos alimentarios. Ellos tienen muchos carbohidratos, porque por ejemplo consumen mucho el pinole y otros derivados del maíz, que significan gran cantidad de carbohidratos. El problema para los tarahumaras lo significa la falta de proteínas y en general presentan una desnutrición crónica.
Explica también el Dr. Padilla que los tarahumaras son personas de talla baja, delgados, y muchos de los niños pueden tener problemas nutricionales por la ausencia de ciertos grupos alimentarios, especialmente la proteína, por lo que al momento de correr les pudiera afectar algo la falta de este nutriente, pues es un derivado natural que ayuda con la producción a los grupos musculares, ayuda a fortalecer el músculo.
En el caso de los tarahumaras, agrega, quienes realizan carreras de fondo, de mucha distancia, muchos kilómetros, se necesita tener un organismo bajo en grasas, son personas delgadas y con un metabolismo muy diferente al de nosotros los mestizos, de tal forma que lo que ellos comen, su organismo lo distribuye para aprovecharlo al máximo tanto en cantidad como en calidad.
Además, algo muy importante, precisa Padilla, los indígenas son personas que a la hora de estar corriendo utilizan todo tipo de energía, de tal manera que van concentrados para utilizar todo la energía que tienen y precisamente no irla gastando en otros procesos mentales que ocasionan fatiga.
Todo ejercicio necesita de mucha concentración, y en este tipo de competencias, maratones, ultramaratones, triatlones, etc., se requiere excelente condición física y una preparación de mucho tiempo. En este caso de los tarahumaras, por el entorno en el que viven, en la sierra, ellos para ir de un lugar a otro tienen que recorrer varios kilómetros y seguramente su necesidad de estar caminando grandes distancias, esto aumenta su condición física, considera el Dr. Padilla.
Por otra parte, comentó sobre otra particularidad: es muy raro encontrar a un indígena rarámuri con pie plano. Al respecto, el Dr. Padilla dijo que este padecimiento que imposibilita a la realización de algún deporte, es de tipo hereditario principalmente, aunque también tiene mucho que ver con el sobrepeso.
Entre los mestizos, si consideramos que México se ubica como el país número uno en obesidad infantil, entonces el sobrepeso genera que el arco del pie empiece a caer, situación que no vemos con los tarahumaras, porque no desarrollan sobrepeso.
Acerca de los factores del clima, cómo influyen para que los rarámuris logren sorprender al mundo con sus éxitos deportivos, el Dr. Padilla señaló que al momento de estar haciendo ejercicio, el cuerpo genera fricción y ésta genera calor. En el caso de los tarahumaras, hasta cierto punto las bajas temperaturas les ayudan a no generar tanto calor y el hecho de correr en temperaturas frías les ayuda a tener un mejor rendimiento.
Asimismo, la persona que hace ejercicio pierde líquidos, pero en lugares fríos no hay excesivo sudor y por tanto no se pierden muchos electrolitos, por ello en bajas temperaturas les ayuda a competir con éxito.
Otro factor a considerar para los sorprendentes logros rarámuris, es que cualquier persona que hace ejercicio, tiende a presentar cierto desgaste articular, más aún en una persona que realiza un ejercicio extenuante, pero dicho desgaste llega después de años y años de ejercicio. Pero el daño que sufren los tarahumaras es más por la fatiga muscular acumulada, por tanto esfuerzo que realiza el músculo al recorrer distancias tan largas.
Esto, señala el presidente de los ortopedistas, lo que ocasiona es pérdida de ácido láctico en el músculo, generando dolor e inflamación, y la única cura para esta fatiga muscular es descansar, parar la actividad física, pero los indígenas tienden a la medicina casera tradicional, como aplicarse pomadas de la herbolaria, y lo único que remedian es la inflamación, por el calor que generan esos ungüentos, mas no el dolor, ya que no descansan lo suficiente para erradicar el desgaste, pues no existen medicamentos que liberen el ácido láctico.
De la misma manera, para explicar científicamente esta resistencia descomunal de los rarámuris en competencias de fondo, el Dr. Padilla se refiere a la frecuencia cardiaca, ya que una frecuencia regular es de 70 a 90 latidos por minuto y la presión arterial normal es de 120/80, pero la de un tarahumara, como el caso de Silvino, debiera de ser aún más baja, aproximadamente de 90/60.
“Silvino se sale del común de la población. Como es una persona que hace mucho ejercicio, el corazón se acostumbra a estar bombeando cierta cantidad de sangre. En una persona que hace deporte de gran fondo, la frecuencia cardiaca tiende a bajar, pero si yo ausculto a Silvino y no sé que hace deporte, y trae una frecuencia cardiaca de 40 o 50 latidos por minuto, yo me voy a imaginar que está enfermo de algo, pero para una persona que hace ese tipo de deporte, esa frecuencia cardiaca es normal”, señala el Dr. Padilla.
“Silvino está acostumbrado a ciertos ejercicios donde hay demandas calóricas muy importantes y consume mucha energía, pero su organismo empieza nuevamente a adaptarse y el metabolismo toma las sustancias que necesita, lo que es normal, porque su cuerpo esta compensando las necesidades calóricas y se adapta rápidamente”, agregó el galeno.
Para concluir, el Dr. Humberto Padilla sintetiza: “una persona que hace ejercicio de mucho tiempo, baja la frecuencia cardiaca, baja la presión arterial y ésta es la manera en que su organismo se va adaptando; entonces su organismo se tiene que adaptar a lo que está comiendo, a lo que está tomando, al entorno en el que está viviendo y compitiendo…Todo es cuestión de genética y adaptación”, remata.
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