Del litigio en Juárez a la boleta judicial: la historia de Ian Gerardo Hernández
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Chihuahua.- En el marco del proceso de selección de magistrados de circuito impulsado por la nueva reforma judicial, Ian Gerardo Hernández Martínez, candidato por el Distrito 1 de Chihuahua, compartió en entrevista con medios locales su trayectoria personal, académica y profesional, así como su visión sobre el momento crucial que vive el país en materia de justicia.
“Desde joven quise ser juzgador”, afirma Hernández Martínez, recordando sus primeros pasos en el Poder Judicial Federal. Recién egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), comenzó su carrera como meritorio en el Juzgado Primero de Distrito, ubicado entonces en una antigua casona de la colonia Santa Rita. Durante cuatro años ocupó todos los puestos dentro del juzgado, excepto el de juez, destacándose como actuario judicial y secretario provisional. Su formación fue integral, desde labores administrativas como coser y limpiar expedientes —una tarea minuciosa que, asegura, pocos saben hacer correctamente— hasta la redacción de proyectos de sentencia.
Sin embargo, su ascenso se vio truncado por una práctica común en el sistema judicial mexicano: el nepotismo. Relata cómo, tras un cambio de titular en el juzgado, llegó como nueva jueza la hija de un magistrado. En ese contexto, durante un periodo vacacional, fue asignado a una tarea ajena a sus funciones: regar las plantas de la titular todos los días a las 6 de la mañana. Fue ese momento, dice, el que lo llevó a abandonar temporalmente su aspiración de convertirse en juzgador.
Lejos de desanimarse, Ian Gerardo se reinventó en el ámbito del litigio, particularmente en Ciudad Juárez durante los años más críticos de violencia (2007–2010). En ese periodo, considerado el más peligroso de la historia reciente de la ciudad, fue el defensor particular con más asuntos penales federales en la frontera. Su trabajo se enfocó en defender “causas nobles”, como él mismo las describe, ante un contexto donde el Ejército y la Policía Federal eran acusados con frecuencia de sembrar pruebas y cometer abusos contra civiles. “No digo que las personas fueran inocentes, pero las cosas no ocurrieron como lo narraban en los partes informativos”, señala con firmeza.
Por motivos de seguridad, y ante la preocupación de su familia, Hernández Martínez decidió retirarse del litigio en 2010 para incorporarse al servicio público. Ocupó cargos clave en distintas instituciones: director jurídico del Congreso del Estado, director administrativo de Pensiones Civiles del Estado, jefe del Departamento de Educación Media Superior en la Secretaría de Educación, y recientemente, director jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Juárez.
Con esta experiencia multifacética, Ian Gerardo afirma conocer a fondo tres ámbitos fundamentales: el Poder Judicial, el ejercicio del litigio y la administración pública. En cuanto a su formación académica, es egresado de la UACH y cuenta con una maestría en Derechos Humanos y Derecho Constitucional, así como otra en curso en Gestión Pública. También ha cursado diplomados en Amparo (impartido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación) y en Anticorrupción (por la UNAM).
Sobre la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta Claudia Sheinbaum, el candidato se muestra optimista, aunque reconoce que el proceso de selección actual es perfectible. “Quizás es un poco atropellado, muy de bote pronto, pero puede mejorar en las elecciones de 2027”, afirma. No obstante, considera que la reforma era urgente e inevitable: “México ya no aguanta más corrupción ni más nepotismo”, sentencia.
Para él, el Poder Judicial ha sido históricamente un espacio cerrado, donde quienes no tienen conexiones familiares quedan fuera del sistema. “El que no tiene a su suegro, su yerno, su hija o su prima trabajando ahí, está fuera”, asegura, y por eso considera que esta es una oportunidad única para sanear profundamente las estructuras judiciales del país.
Con firmeza, Hernández Martínez defiende dos valores fundamentales que guían su carrera: el profesionalismo y la honestidad. “En Juárez aprendí que decir la verdad podía costarte la vida. Y aun así lo hice. Eso me formó”, confiesa. Se dice preparado y tranquilo ante el reto de participar en esta histórica elección: “Me siento honrado de ver mi nombre en la boleta. Esto es algo único en el mundo”.
Ian Gerardo aparece en la boleta electoral del distrito 1 federal, que comprende municipios del norte del estado de Chihuahua como Juárez, Nuevo Casas Grandes, Cuauhtémoc, Ascensión y Guadalupe. En la boleta lila, correspondiente a magistrados de circuito, su nombre se encuentra en la columna derecha —la de los hombres— con el número 12.
Invita a los ciudadanos a votar y a conocer más sobre su trayectoria a través de su sitio web iangerardohernandez.com, su página de Facebook Ian Gerardo Hernández Martínez, y en el portal del INE en la sección “Conóceles”.
Con humildad, pero también con convicción, Ian Gerardo Hernández se presenta como una opción viable y honesta para contribuir a una justicia más limpia, cercana y profesional. “Estoy aquí porque sé que tengo algo que aportar. No vengo a improvisar. Vengo con la experiencia de haber vivido el sistema desde dentro y desde fuera”.
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