La Casa de la Familia Mora; la Casa de Juan Gabriel
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Ciudad Juárez.- El aniversario luctuoso del “Divo de Juárez”, el “Hijo Predilecto de Ciudad Juárez”, de Juan Gabriel, nos lleva al eje geográfico de todos los festejos de la celebración, la “Casa de Juan Gabriel”, de la Avenida 16 de Septiembre, en la manzana delimitada por las calles Ignacio Zaragoza, Perú y Colombia.
La historia de la Casa de la Familia Mora, sus propietarios originales, nos transporta a las décadas finales del Siglo de los 1800, el Siglo XlX, cuando Manuel M. Mora, originario de Monterrey, N. L., llegó a la Villa de El Paso y estableció un negocio de “abarrotes al mayoreo y menudeo”.
Con los años el negocio crecería y se ubicaría en una conocida ubicación, a principios del Siglo XX; la entonces Calle del Porvenir, enfrente de la Misión de Guadalupe. El negocio de Manuel M. Mora y su nombre se convirtieron en un punto de referencia geográfica de la aún pequeña Ciudad Juárez; “La Sultana”, que hacía honor a la Ciudad de la que era originario, Monterrey, N. L., “La Sultana del Norte”.
Durante las dos primeras décadas del Siglo XX, “La Sultana” no solamente fue un testigo mudo de los acontecimientos revolucionarios, sino que apareció en un sinnúmero de icónicas fotografías de la época.
Don Manuel M. Mora diversificó sus negocios y desde principios de ese siglo también apareció como dueño de al menos dos concesiones mineras, una de ellas denominada “Puerto Rico”, una mina de cobre, cosa rara y desconocida ya que estaba situada aquí mismo, en el Distrito Bravos en un lugar conocido como “Sierra de Las Amargosas”.
Don Manuel tuvo cuatro hijos, uno de ellos Ricardo Mora, que en el año de 1911 figuraba ya como Agente Aduanal y representante legal de la “American Smelting and Refining Company”, la ASARCO, en Ciudad Juárez.
Ricardo Mora tenía su residencia en la Calle Lerdo 38, por la acera poniente, justo a un lado de la Acequia Madre. Cuando la Batalla de Ciudad Juárez, en Mayo de 1911, su casa también se volvió tristemente famosa, ya que resultó totalmente destruida por la metralla, el bombardeo y finalmente un incendio. En esa intersección, el Coronel Federal, Manuel Tamborel, había instalado una trinchera en la que se peleó encarnizadamente.
En 1921, otro de sus hijos apareció al frente de la “Agencia Aduanal Manuel F. Mora”. Manuel, hijo, en ese mismo año también apareció como socio de la “Bailey and Mora Custom Brokers”, agencia aduanal de El Paso, Tx.
Don Manuel M. Mora, murió en 1941, a los noventa años, precedido por su esposa Refugio Flores de Mora en 1936. La familia Mora construyó una de las primeras criptas familiares en el Panteón Tepeyac, que aún se conserva.
Por su parte, Manuel F. Mora y su agencia aduanal, acrecentaron la fortuna familiar, convirtiéndose en uno de los principales empresarios de la Ciudad a partir de 1920. Don Manuel, hijo, fue un hombre muy activo en la sociedad juarense: fue presidente de la Cámara de Comercio en 1930, fundador del Club Rotario y de la Asociación de Agentes Aduanales en Ciudad Juárez, además de ser el presidente del Patronato Pro Ampliación y Construcción de la Iglesia del Sagrado Corazón, que hasta entonces era una capilla, y presidente también de la Asociación de Conciertos de Cd. Juarez, que promovía la música clásica y la formación de una orquesta sinfónica para Ciudad Juárez.
Don Manuel F. Mora era muy amigo de Antonio J. Bermudez, quien había adquirido y construido una mansión, la Quinta Anita, en la Avenida 16 de Septiembre, Oriente, y fue a instancias de él, quien lo convenció, a comprar un terreno muy cercano y construir ahí, su residencia.
En esos años, la “16”, era aún una carretera, sin pavimentar, en la que no había construcciones, la mayoría de los terrenos eran agrícolas, irrigados por la Acequia Romero, y sus dueños o arrendadores eran ciudadanos chinos dedicados al cultivo de hortalizas. Todos esos terrenos estaban ubicados en el centro del Partido Romero, entre cuyos propietarios originales, la mayoría de ellos desde tiempos de El Paso Del Norte, figuraban las familias Flores, Samaniego, Alvillar, Vargas, Escobar, Weber y otros.
Manuel F. Mora terminó de construir la fastuosa residencia en el año de 1943. El terreno tenía 3800 metros cuadrados, contando la casa con dos plantas y una estructura de concreto, ladrillo y en algunas partes de adobe. En la planta baja, dividida en dos alas, estaba la “sala de estar”, la sala principal y el Salón Principal, con quince metros de altura, la altura de las dos plantas, y un gran domo coronado con un vitral fabricado en Monterrey. La planta baja era dividida por una imponente escalera en espiral. Todo el piso de la casa estaba hecho con cerámica, especialmente diseñada y traída de la Ciudad de México.
En la otra ala de la planta baja se encontraba la biblioteca, el comedor de servicio diario, el comedor principal, la cocina y un amplio baño.
En la planta alta se encontraban seis recámaras, comunicadas por dos balcones y dos baños.
La Residencia Mora fue diseñada por el afamado Arq. Eduardo Fuhrken Meneses, de la Ciudad de México, quien viajaba en avión, una vez al mes, a Ciudad Juárez para supervisar el avance de la obra que estaba a cargo del Maestro Constructor Jacinto Castro.
El Arq. Fuhrken, sonorense, trabajó durante las décadas de 1910 y 1920, como diseñador de sets cinematográficos para la naciente industria del cine, en Hollywood, California, en los Estudios Paramount. Regresó y se estableció en la Ciudad de México, donde realizó una prolífica carrera, construyendo grandes mansiones principalmente en la Colonia Polanco. La célebre e icónica Casa de los Gatos, en Polanco es una de tantas obras de él.
Todos los decorados en yeso y en cantera fueron hechos por el Maestro Escultor Eduardo Estrada, de la Ciudad de Chihuahua, el mismo que decoró el Teatro Cabaret La Fiesta, aquí en Ciudad Juarez, y el Cine Teatro Plaza de la Ciudad de El Paso, Tx.
La Casa Mora, junto con la Quinta Anita de los Bermudez, fueron el inicio de un hermoso paseo en que se convirtió la Avenida 16 de Septiembre, que por esos años fue pavimentada hasta la hoy Avenida Américas.
Por treinta años la mansión fue el hogar de la Familia Mora y dada la actividad económica y social del matrimonio Mora, fue anfitriona de incontables eventos que fueron reseñados por la prensa de ambos lados de la frontera. Obviamente las familias más pudientes de la Ciudad eran quienes se daban cita ahí. Un ejemplo de ello fue cuando una de las hijas del matrimonio cumplió quince años y entre los jovencitos que la acompañaban se podían reconocer los apellidos Chávez, Borreguero, Fernández, De La Vega, Romero, Cazares, Asomoza, Allen, Romay y Provencio.
Don Manuel F. Mora murió a principios de los años 70. La familia vivió ahí hasta el año de 1974. En 1976 la familia Mora permitió que la residencia fuese abierta al público y pudiera ser visitada con motivo de un evento de beneficencia.
No se conoce la fecha o año en que Juan Gabriel compró la propiedad, pudo ser en 1976, aunque fue notoriamente público hasta principio de la década de los ochenta.
El resto es historia reciente, Juan Gabriel murió en Agosto del 2016 y tiempo después sus cenizas fueron trasladas al lugar.
La Casa de Juan Gabriel se ha convertido en “lugar de culto” y atracción turística y cada año de su aniversario luctuoso se organizan eventos que han ido creciendo en intensidad, admiración y participación de la ciudadanía juarense y visitantes de todas partes. En el año de 2019 fue inaugurado “El Paseo Juan Gabriel” a un lado de la Casa, en la Calle Colombia.
La Casa de Juan Gabriel, un lugar con historia, un lugar emblemático de nuestra gran Ciudad Juárez.
“Juárez,
oh Juárez, es mi cuidad, es mi gente, es Juárez.
oh Juárez aquí es donde nace el amor,
arriba Juárez, arriba Juárez.
Juárez,
oh Juárez, es mi cuidad, es mi gente, es Juárez.
Juárez es siempre mi guía, mi tarde, mi noche, mi luna y mi sol.
A todo Juárez las gracias le doy,
las gracias le doy las gracias le doy,
si.”
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