FRONTERA ESTRANGULADA
- Por El Criticón
Históricamente estrangular el comercio internacional en la frontera de Juárez-El Paso, Texas, ha tenido repercusiones de alto impacto en México y en Estados Unidos tal y como ocurre hoy en día cuando Texas, el estado llamado la Estrella Solitaria, y el mismo gobierno de Estados Unidos restringen de facto las importaciones de mercancías, mientras las autoridades mexicanas de cualquier nivel, vacilan y politizan el tema sin ponerse de acuerdo siquiera en la cifras de afectaciones o desconociendo de plano el origen del conflicto. Veamos por qué es importante está ciudad para la economía y por qué provoca una reacción en cadena en lo económico, social y político como se está viendo en estos días detonado por el fenómeno migrante y la misma política exterior del gobierno Estadounidense en relación a Venezuela y Centroamérica. Hoy la ubicación geográfica de la frontera, posiciona a la Aduana de Ciudad Juárez como la segunda del país en el ámbito terrestre, por debajo de Nuevo Laredo, Tamaulipas y por encima de Tijuana, Baja California. Esta importancia viene desde los tiempos coloniales cuando se construyó la ruta comercial más grande de América, el antiguo Camino Real de Tierra Adentro en cuyo trayecto se fundó como misión en 1659, la antigua villa Paso del Norte, hoy Ciudad Juárez, Juaritos de corazón. Desde la delimitación de la frontera tras la guerra de 1847 de México y Estados Unidos se estableció aquí la Aduana Fronteriza, en el lugar donde solo había aduanas de interior para cobrar impuestos a las mercancías que transitaban desde la época colonial. Es esta ruta comercial a la que los norteamericanos le agregaron el ferrocarril y conectaron el 23 de marzo de 1884, Ciudad Juárez con el centro del país y con El Paso, Texas, donde se creó un ramal que conectó la frontera con Galveston, Texas y con Los Ángeles, California, además de Chicago, el corazón del territorio estadounidense. También se le agrega en el transcurso del tiempo la carretera Panamericana que termina en Centroamérica y del lado estadounidense la interestatal 10, conectando por igual que el tren, con todo Estados Unidos, el mercado de consumo comercial considerado el más grande del mundo. En plena Revolución Mexicana cuando el ejército maderista tomó Juaritos, estranguló el comercio al frenar los trenes. El primer impacto fue económico y desencadenó una reacción política que terminó por obligar al dictador Porfirio Díaz a renunciar. El cambio social que sobrevino tras el conflicto armado, se detonó a través de la Constitución Mexicana de 1917. La importancia de Juárez siguió creciendo en la posrevolución con el turismo, la economía derivada de las guerras que desde Fort Blis emprendía Estados Unidos y con la llegada de la industria maquiladora a finales de los años 1960s, sector que fue afectado a gran escala trasla ataques a las Torres Gemelas en el 2001 cuando la seguridad aplicada en cruces internacionales ralentizó el comercio exterior. Hoy se vive una situación similar con el argumento de la llegada de oleadas de migrantes. Oleadas provocadas por la misma política estadounidense exterior en América en su papel del policía del mundo que hoy mantiene una guerra de décadas contra gobiernos como Cuba y Venezuela por sus ideologías e influye en la radicalización de estás dictaduras y claro, en qué se hayan convertido en países expulsores de migrantes que su llegada a la frontera norte de México trajeron reacciones del gobierno de Estados Unidos. La Administración Biden decidió recibirlos por la puerta 36 del muro fronterizo utilizando al personal de la Aduana de su país (CBP) para atender las solicitudes, mientras que el gobierno de Abbott en Texas decidió enviar desde hace meses a la Guardia Nacional, poner boyas en el Río Bravo y tras la apertura de la puerta 36, estrangular el comercio internacional poniendo dobles revisiones a las cargas comerciales que ingresan por los puentes de Guadalupe, Tornillo y Zaragoza, mientras que el libre está cerrado a la carga comercial por CBP. El resultado es catastrófico en lo económico y aún no topa fondo, pero no ha generado repercusiones sociales y en lo político sólo dimes y diretes entre autoridades que se acusan de criminalizar a los migrantes y otros de que estos se acabarán el agua de Juaritos. Terrible. No se unen para destrabar el conflicto que viene del norte y del sur de las fronteras de México. El gobierno de México olvida que por décadas el flujo comercial posicionó a esta frontera en el mapa y fortaleció los ingresos del Gobierno Federal vía impuestos tanto en las aduanas como en el lugar donde se manufacturan mercancías o se extraen materias primas que son internadas a territorio estadounidense. Esta frontera concentra el 10 porciento de las operaciones comerciales sino es que más desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio TLC, ahora TMEC. Las exportaciones de la industria maquiladora en esta aduana mexicana tuvieron un gran incremento en las últimas décadas y hoy están en jaque. Esta aduana de México tiene entre sus principales sectores de importación a los de fabricación de autopartes, productos de metal; además de ser fuerte protagonista de la industria manufacturera y de productos eléctricos. En cuanto a las exportaciones, además de las ya mencionadas, se destacan la fabricación de camiones y tractocamiones. Así que no es ninguna sorpresa que se encuentre en la segunda posición en el listado de las aduanas más importantes en México. Desde el 18 de septiembre se acumulan ya más de 18 mil cargas comerciales afectadas, no perdidas como erróneamente lo considera la Secretaria de Innovación y Desarrollo Económico (SIDE) que confunde ambos términos y considera que el valor de.la carga es equivalente a la perdida y genera a diario un reporte Fake News con esa confusión generando un clima raro, pero también perdiendo credibilidad. De acuerdo con datos estimados en base a cifras del INEGI esos 18 mil 300 camiones transportan alrededor de 100 millones de dólares cada uno en mercancías que con una sencilla operación a ojo de buen cubero, buen se podría estimar que son 1.7 billones de dólares en mercancías, afectadas, no perdidas. La pérdida está en el aumento del costo del flete, la ralentización de los procesos de producción y el gasto obligado en personal que no está producciendo, pero no se puede considerar como pérdida el valor total de la mercancía que finalmente si logra cruzar después de horas y hasta días de estar embodegadas y varadas en el trayecto de Juárez a El Paso. Así es que algo pasa en el SIDE, le falta gente capacitada para echar números y si así dirigen la política económica de Gobierno del Estado, estamos fritos con esa dependencia que confunde peras con manzanas. En fin, el conflicto entre Texas y la Administración Biden podría terminar con el envío de los migrantes venezolanos de regreso a Venezuela donde el recibimiento por parte de Nicolás Maduro, no será el mejor ni el más humano y se encontrarán con peores condiciones que las que tenían antes de salir de su patria a buscar el sueño americano. En Chihuahua la chispa de la xenofobia amenaza detonada de los discursos políticos mal cuidados y la movilización de Policías Municipales y Guardia Nacional, además de el Instituto Nacional de Migración para amedrentar a los migrantes con el pretexto de convencerlos de permanecer en los albergues. En Texas donde también el tema es utilizado electoralmente por Abbott, como lo hiciera Trump, seguramente traerá repercusiones en lo político. En Juaritos, estamos viendo ya algunas consecuencias, pero las deportaciones que implementará Estados Unidos, seguramente obligarán a quedarse en la frontera a miles de migrantes aunque se acaben el agua como asegura un político de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento cuando quiso explicar que aumentará la demanda de servicios, vivienda y empleo. Esto último no lo sabemos; pero lo suponemos. En fin, apenas se asoma un impacto social para Juaritos derivado de estos conflictos que vienen del norte y del sur de la frontera de México.
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